En Honor a Su Verdad
En búsqueda de la verdad de Dios, revelada en las Escrituras

Acerca de

Les cuento un poco acerca de mí

Mi nombre es Pablo Pereyra y soy el responsable de este blog. La mayoría de los artículos aquí publicados son de mi autoría y los que no, contienen las referencias adecuadas a sus autores originales.

Yo creo que Dios ha inspirado a hombres fieles para dejar por escrito una serie de libros, cartas y otros escritos que nos hacen conocer Su propósito y plan para la humanidad, estos escritos están contenidos en lo que comúnmente conocemos como “La Biblia” o “Las Santas Escrituras”. Como considero que la Biblia contiene las palabras de Dios, a lo largo de los años me he dedicado a estudiarla y comprender su mensaje y transmitirlo lo más fielmente posible.

Misión

La misión o intención de este sitio es proveer de material que ayude a los cristianos a conocer más a Dios, principalmente a través de la Biblia y también a través de la acumulación de experiencia humana en diversas áreas del desarrollo humano. En los estudios y artículos verán mucho de análisis bíblico y componentes de teología, filosofía, historia, culturas antiguas, análisis gramaticales, matemáticas, biología y diversas áreas de la ciencia y desarrollo humano, todo esto, poniendo siempre el centro en el mensaje del evangelio del reino de Dios.

El título de la página “En Honor a Su Verdad”, describe en parte mi objetivo y mi búsqueda constante, que es hacer honor a la Verdad que Dios ha dado a conocer, la cual, cuando es correctamente entendida y aplicada, puede hacernos libres (Juan 8:32).

Si quieres conocer en detalle cuál es mi base doctrinal, te recomiendo comiences leyendo las convicciones doctrinales fundamentales.

Red de iglesias autónomas

Formo parte de una red de iglesias y servidores cristianos, independientes y autónomos, relacionados entre sí por un genuino amor por Dios y por los otros hermanos en Cristo y una misma fe en cuanto a lo que consideramos los fundamentos del evangelio del reino de Dios.

Este grupo no tiene un "jefe" que controla todo, aunque sí hay líderes para cada congregación que organiza y sirve de guía y supervisor para otros creyentes que aún no tienen madurez espiritual. Además, nos valemos de la ayuda, colaboración y consejo de los otros líderes y congregaciones para poder mejorar nuestro servicio, pero sin nadie estar totalmente sujeto a otra persona, puesto que nuestro único Señor es Jesús.

Creo que la Iglesia de Dios es una sola y, su único Señor es Jesús. Cada persona que ha aceptado de corazón a Jesús como Señor es miembro de esta única Iglesia. Como miembros de esa única Iglesia, los cristianos formamos parte de un Cuerpo cuya cabeza es Cristo (ver Ro. 12:4 y sig.; 1 Co. 12:12-27; Ef. 3:6 y 4:12). Por lo tanto el único mediador legítimo entre Dios y los seres humanos es Jesucristo (1 Ti. 2:5).

Con esto en mente, y en base a lo que he aprendido sobre cómo se organizaron los apóstoles en el primer siglo, mi intento es el de conectarme con otros cristianos y otras reuniones en una estructura de red de comunión y cooperación, en la que los creyentes y grupos de creyentes estamos interconectados para servirnos unos a otros cada uno conforme a su conocimiento, entendimiento, experiencia, talentos y dones dados por Dios, pero sin la intención de gobernar las conciencias y acciones de otros miembros.

Una de mis principales intenciones es lograr gestar y desarrollar una unidad funcional entre los miembros del Cuerpo de Cristo. Al decir “unidad funcional” me refiero a no sólo estar todos juntos en un mismo lugar, sino que intentamos que cada uno de nosotros pueda servir a otros en su propia función y así todos aprender a trabajar juntos, a complementarnos para ser más eficientes y estar más bendecidos, conforme al propósito de Dios de tener una gran familia que se ame y se preocupen unos por otros.

Para lograr esto, creo que es sumamente necesario hacer constante referencia al mensaje del evangelio en las Escrituras. Creo que la verdadera unidad, la que Dios desea, se puede formar sólo mediante un conocimiento y entendimiento correcto de la voluntad de Dios y de quién es, qué hizo, qué hace y qué hará el Señor Jesucristo por nosotros (Ef. 4:13).

El modo de organizarnos

Aunque la Iglesia de Dios es una sola, esta Iglesia se puede subdividir, a fines prácticos, en varias “iglesias” o congregaciones locales. Es conveniente que cada reunión local tenga un líder, entendiendo como “líder” a una persona entendida en las Escrituras y experimentada en el andar con Dios que guía por el buen camino a otras personas. Como tal, el liderazgo es una función de servicio a Dios y a los otros creyentes y no una posición de control o gobierno sobre los demás.

No obstante, si bien esto es lo más conveniente, aún si no hay un líder, igualmente aliento a los creyetes a reunirse para compartir lo que conocen de las Escrituras, leer y reflexionar juntos, orar juntos y usar sus dones y talentos en servicio del Señor y de los hermanos.

En caso de haber un líder, el líder siempre es un servidor y guía de los demás, pero no gobierna a los miembros de la reunión, sólo da orden y supervisión a la reunión, a la vez que la reunión se nutre del trabajo colaborativo de todos.

Las reuniones no responden a las órdenes de otro líder de otras reuniones, pero sí diferentes reuniones y diferentes líderes se pueden (y deberían) juntar e interactúar para la mutua edificación.

Diferencias de criterio y entendimiento

Hoy día no todos los conectados en esta red tenemos el mismo pensamiento y entendimiento en cuanto a todo aspecto doctrinal (algo que sería casi imposible), pero el objetivo es seguir trabajando en pos de alcanzar una mayor unidad en el entendimiento y en la práctica, y con ese fin realizamos reuniones de estudio e intercambio entre los responsables de las reuniones y distintos interesados, nos mantenemos en oración por la mutua edificación y nos disponemos de corazón a crecer en nuestro entendimiento y práctica de la verdad de Dios, en un marco de mutuo amor, respeto y paciencia de unos hacia otros.

Sin más que agregar, estamos a completa disposición para establecer el contacto (vía Internet, teléfono, mensajes o encuentros personales) y así brindar nuestros recursos doctrinales, oración, o simplemente generar un vínculo cristiano en el amor de Dios, confiados en que Dios va a bendecir el encuentro.

Para contactarse conmigo, pueden hacerlo por e-mail a [email protected] o por mensaje privado en Facebook

Pueden escribirme tanto si desean conocer puntos de reunión y participar, si desean recibir material sobre temas específicos, hacer pedidos de oración, hacer consultas de carácter general o particular o lo que crean conveniente según lo que podamos aportar para la mutua edificación.