Amor de Dios y otros amores
4 palabras griegas traducidas como “amor”
Entre los griegos del primer siglo, había 4 palabras primarias que podrían traducirse al español como “amor”. Estas son eros, philos, storge y agape, también hay otras palabras derivadas de éstas que indican algún tipo de amor o cariño.
Eros: esta palabra griega no se usa en la Biblia, pero entre los griegos denotaba un amor entre una pareja, de aquí se deriva la palabra “erotismo”. Esta clase de amor es aquella que se basa en la atracción entre dos personas que lleva al deseo sexual. De hecho, Eros era también el nombre del dios griego encargado del amor y la sexualidad, también considerado el dios de la fertilidad. La palabra eros podemos relacionarla con lo que hoy llamamos el enamoramiento, el “flechazo” o la atracción.
Philos: esta palabra griega denota un amor o afecto de amigos, por eso esta palabra muchas veces se traduce como “amigo”. Literalmente significa “tener un especial interés en algo o alguien, tener afecto por alguien, considerar como amigo”, por lo general denota una conexión emocional fuerte entre una persona y otra persona o alguna cosa. Un ejemplo es el de un muy buen amigo, y en cuanto a objetos o cosas, es cuando decimos, por ejemplo, “amo leer” o “amo el chocolate” o “amo a mi perro”, esta forma de “amor” sería en griego philos. De aquí también se deriva la palabra griega philadelphia, que significa “afecto de amigos” o también “afecto fraternal, afecto de hermanos”.
Storge: esta palabra describe al amor que surge naturalmente entre padres e hijos y se extiende al amor entre hermanos, parientes y un buen matrimonio. En la Biblia sólo se usa en Romanos 12:10 en una forma combinada:
Romanos 12:10 (RV-1960)
Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
Aquí la palabra “amaos” es la palabra griega philadelphia, que, como mencioné previamente, es un afecto de amigos o de hermanos, una forma de amor que implica una conexión emocional fuerte, una íntima amistad (Si la quieren estudiar, también se usa en 1 Ts. 4:9; He. 13:1; 1 Pe. 1:22; 2 Pe. 1:7).
La palabra que se traduce como “amor fraternal” en el griego es philostorgos, esta palabra es la unión de philos y de storge, y nos está indicando una especie de amor que tiene las características de una íntima amistad, pero también la de un afecto o cariño como el de un padre a un hijo, o como dos miembros de una familia que se ama. Literalmente podríamos decir que esta palabra indica que los cristianos deberíamos llegar al punto de ser “queridos con afecto de amigos y amor de familia”. Dios no quiere que los cristianos seamos sólo personas que asisten a una reunión un fin de semana y comparten cosas y luego cada uno hace su vida, sino que quiere que desarrollemos una clase de amor que tenga un fuerte vínculo emocional y nos amemos unos a otros con todo el cariño y afecto de una familia bien constituida.
Agape: esta es la cuarta clase de amor y es diferente de todas las demás en que aquí no necesariamente hay un componente emocional. Esta palabra es la que se usa para describir el amor de Dios. 1 Juan 4:7-12 dice que DIOS ES AMOR y allí “amor” es agape. Así que agape describe a la naturaleza misma de Dios. Esta forma de amor es una que se evidencia en las ACCIONES.
Juan 3:16 (RVA)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
Aquí se nos muestra cómo es que Dios manifestó Su amor al mundo: dando a su Hijo por nosotros, para que tengamos vida perpetua en la era venidera.
El amor agape es un amor que va más allá de los sentimientos, es un amor que expresa las ACCIONES CORRECTAS aún cuando no se sienta bien haciéndolo. Dios seguramente no se sintió bien viendo a Su hijo morir en la cruz, Jesús no se sintió bien entregando su vida (de hecho, lloró mucho y pidió a Dios si no había otro camino), sin embargo, tomaron la acción correcta, la que beneficiaría a todos. Cristo sufrió en dolor de la cruz para salvarnos a nosotros.
Por eso, el amor agape es un amor que muchas veces implica sacrificio, implica hacer lo mejor aún cuando eso no sea lo que sentimos o tenemos ganas de hacer. El amor agape no actúa por impulso, sino con un esfuerzo deliberado de hacer lo correcto y “lo correcto” sólo se puede hacer cuando estamos haciendo la voluntad de Dios. Por eso Juan nos dice que el amor de Dios consiste en obedecer Sus mandamientos:
1 Juan 5:2-3 (RVA)
|2| En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos.
|3| Pues éste es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son gravosos.
2 Juan 1:6 (RVA)
Y éste es el amor: que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento en que habéis de andar, como habéis oído desde el principio.
Jesús mismo dijo que el verdadero amor, el mayor amor, está en guardar sus mandamientos y que esto nos daría completo gozo:
Juan 15:10-14 (RVA)
|10| Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
|11| “Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea completo.
|12| Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado.
|13| Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos.
|14| Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Cuando la Biblia nos manda a amar a los enemigos (Mateo 5:44), no nos dice que lo hagamos con amor philos o storge, sino con agape. No es que debamos tener buenos sentimientos con nuestros enemigos, sino que debemos hacer lo correcto con ellos. Aunque tengamos malos sentimientos y nos hayan hecho daño, no buscamos dañarlos a ellos o vengarnos. Amar al enemigo no significa tener una buena relación con ellos, ni pasar haciéndole favores, sino que significa que hacemos a un lado todo rencor y hacemos la voluntad de Dios, no buscamos venganza, sino que dejamos que Dios sea el que los juzgue, y si hay oportunidad de llevarlos a Cristo, lo hacemos, si no la hay, damos lugar al juicio de Dios y no al propio, no nos dejamos vencer por el mal, sino que vencemos con el bien el mal:
Romanos 12:19-21 (RVA)
|19| Amados, no os venguéis vosotros mismos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque está escrito: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor.
|20| Más bien, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; pues haciendo esto, carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza.
|21| No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien.
Esto que dice Romanos es que, en lugar de vengarnos, podemos tener acciones de amor con nuestros enemigos, para ver si podemos hacerles cambiar de actitud. Nuevamente, no significa tener una buena relación con ellos, ni someternos a los deseos del otro, sino que, dada la ocasión, intentamos hacer lo necesario para llevarlos al Señor y, si el cambio no es posible, dejamos las cosas en manos de Dios.
Como podemos ver, este amor de Dios, agape, es diferente al resto, es una clase de amor que no depende de los sentimientos, sino que depende de nuestras acciones de obediencia a Dios, y sólo es posible entre aquellos que hemos recibido el don de espíritu santo de Dios:
Romanos 5:5 (RVA)
Y la esperanza no acarrea vergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el espíritu santo que nos ha sido dado;
1 Juan 4:19 (RVA)
Nosotros amamos, porque él nos amó primero.
Nuestra capacidad de amar con el amor de Dios viene cuando recibimos el don de espíritu santo de Dios, es algo que Dios nos dio al creer en Jesús como Señor. Nosotros amamos porque Él nos amó primero, si Dios no nos hubiese amado con esta clase de amor, jamás podríamos manifestar el amor agape. Además, nuestra capacidad de amar como Dios quiere, va creciendo en la medida que comprendemos cómo nos ama Dios y cuánto nos ama.
Conclusión
Como podemos ver, había 4 formas de amor entre los griegos, 3 de ellas son mencionadas en la Biblia. De todas éstas, el amor de Dios implica obediencia a Dios que no necesariamente es impulsada por los sentimientos, amamos a Dios porque Él nos amó primero y somos capaces de amar con amor de Dios porque él nos dio esa capacidad. Para poder amar con el amor de Dios, tenemos que conocer Sus mandamientos y Su voluntad, porque andar en Su amor implica obedecerle.
No obstante, entre cristianos, Dios quiere no sólo que nos amemos con amor agape, sino también con philos y storge, en otras palabras, que desarrollemos un afecto estrecho entre nosotros de modo que lleguemos a sentirnos como familia, como amigos, como hermanos.
1 Juan 4:11-12 (RVA)
|11| Amados, ya que Dios nos amó así, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
|12| Nadie ha visto a Dios jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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2 comentarios en «Amor de Dios y otros amores»
Muy bonito este artículo gracias por aclararme las dudas es difícil en mi caso cuando existen distintos caracteres es difícil lidear con este tipo de personas piensan distinto hay como un desequilibrio emocional allí
¡De nada! Siempre es una bendición poder ser de edificación con la Palabra.