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APÓSTOLES, PROFETAS, EVANGELISTAS, PASTORES Y MAESTROS

Por Pablo Pereyra

EFESIOS 4:8-12 (RVA)
|8| Por esto dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres.
|9| Pero esto de que subió, ¿qué quiere decir, a menos que hubiera descendido también a las partes más bajas de la tierra?
|10| El que descendió es el mismo que también ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo.
|11| Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros,
|12| a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

Aquí las Escrituras nos están diciendo que Cristo, luego de haber ascendido, “dio dones a los hombres”. Y dice que constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas y a otros pastores y maestros. Vamos a analizar estos versículos y otros para averiguar de qué se tratan los dones que da el Señor y quiénes pueden tener estas funciones en la Iglesia.

¿SÓLO PARA LOS HOMBRES?

El versículo 8 de Efesios 4 dice que Jesús, luego de haber subido, dio dones a los “hombres”. Este versículo se ha usado muchas veces para enseñar que sólo los hombres pueden ejercer estos dones. Sin embargo, la Biblia nos muestra que hubo mujeres ejerciendo estos roles. Con que haya una mujer ejerciendo uno de estos roles genuinamente, ya pondría en duda toda la declaración. En Hechos 2:17 se cita a Joel diciendo que: “vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán”. En Hechos 21:9 se habla de Felipe, que tenía cuatro hijas que profetizaban. En Romanos 16:7 se habla de Junia, que sirvió como apóstol. En Hechos 18:26 vemos a Priscila enseñando la Palabra. Estos ejemplos nos muestran que los dones que da el Señor no son sólo para los hombres.

Sucede que la palabra “hombres” es en griego anthröpos, que, si bien en determinados contextos se refiere exclusivamente al género masculino, es una palabra que con mayor frecuencia refiere al ser humano en general, se puede traducir como “persona” o “ser humano”. Esto pueden constatarlo con cualquier diccionario o léxico del griego.

Veamos algunos ejemplos de la palabra “hombres” usadas en su sentido genérico:

    – 1 Timoteo 2:4 que Dios quiere que todos los “hombres” sean salvos, por supuesto, se refiere tanto a hombres como a mujeres
    – Romanos 1:8 dice que la ira de Dios se revela contra toda impiedad e injusticia de los “hombres”. Por supuesto, también incluye a las mujeres.
    – En Romanos 2:9 la RV-1960 dice que habrá “tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo”. Allí las palabras “ser humano” también son en griego anthröpos.
    – Romanos 2:16 dice que Dios juzgará los secretos de los “hombres”. Por supuesto, también juzgará a las mujeres.
    – En Hechos 4:12 se dice que “no hay otro nombre dado a los hombres en quien podamos ser salvos”. Por supuesto, en el nombre de Jesucristo también se salvan las mujeres.
    – 1 Corintios 14:2 dice que el que habla en lenguas no habla a los “hombres” sino a Dios, por supuesto, tampoco habla a las mujeres.
    – Filipenses 4:5 dice: “vuestra amabilidad sea conocida a todos los hombres”, y esto también incluye a las mujeres.

Esto son sólo unos pocos ejemplos, tomen una concordancia del texto griego, busquen por ustedes mismos los usos de la palabra anthröpos y verán que con mayor frecuencia incluye a todos los seres humanos y no sólo a los hombres. Por eso en versiones modernas esta palabra se está traduciendo como “personas”, “seres humanos”, “humanidad” o “gente” en muchos pasajes donde aparece esta palabra griega. Es así que la mejor forma de entender el versículo 8 de Efesios 4 es que Cristo dio dones a las personas, Cristo dio dones a los seres humanos, tanto hombres como mujeres.

Es importante no despegar al texto de su contexto. En Efesios 4:1 Pablo insta a toda la Iglesia de Éfeso a andar como es digno de su llamamiento. Todos tienen un llamado a servir en algún área y Pablo los exhorta a andar en ese llamado. El versículo 3 nos insta a procurar con diligencia mantener la unidad del Espíritu, denigrar a otras personas e impedirles servir conforme al llamado dado por Dios es una forma de estorbar a los propósitos de Dios, no de construir a la unidad del Espíritu.

En los versículos 4 al 6 Pablo dice que hay un solo cuerpo y un solo espíritu y todos fuimos llamados a una sola esperanza de nuestro llamamiento y dice que hay un solo Dios y Padre quien es sobre todos, a través de todos y en todos. Pablo habla a toda la congregación, no sólo a hombres. Todos los cristianos, tanto hombres como mujeres, formamos parte de un solo Cuerpo espiritual, cuya sola cabeza es Cristo y a todos nos recorre un mismo espíritu. Todos tenemos al mismo Señor y el mismo Padre celestial y Dios actúa por medio de y dentro de todos, tanto hombres como mujeres. Así que es ilógico pensar que ese espíritu que nos recorre puede dar a un hombre la habilidad de ser apóstol o pastor y no a la mujer, todo depende del propósito de Dios, la necesidad del momento y lugar en particular y del corazón de cada creyente. Dios va a escoger a la mejor persona disponible para cumplir determinado servicio y para ello puede escoger tanto a hombres como a mujeres.

¿CUÁNTOS DONES DIO EL SEÑOR?

EFESIOS 4:11-12 (RVA)
|11| Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros,
|12| a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

El versículo 11 nos describe cinco funciones ministeriales (de servicio) a los que se suelen llamar “dones de ministerio”. En realidad, aquí no se dice directamente que sean dones. El versículo 8 dice Jesucristo, luego de ascender, dio dones a los seres humanos y aquí se habla de que “constituyó” a apóstoles, profetas, etc. Hay dos formas de interpretar el contexto: 1) que los “dones” del versículo 8 se refieran a estas funciones de servicio; o, 2) que Cristo haya dado “dones” y aparte constituyó a algunos en estas funciones de servicio. De todos modos, todo servicio cristiano requiere de un llamado de Dios y de dones de Dios para poder cumplirlo apropiadamente. Cristo da dones para el ministerio o para el servicio a otros cristianos.

Aquí tenemos mencionadas cinco funciones específicas que fueron dadas por Jesucristo para edificar al Cuerpo de Cristo: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Ahora bien, literalmente desde el texto griego la lectura sería así: “Y él-mismo dio, por-un-lado, a los apóstoles, también a los profetas, también a los predicadores-de-la-buena-noticia, también a los pastores y maestros. La gramática del texto nos hace ver que “pastores y maestros” son dos palabras unidas, los pastores son a la vez maestros, o sea, un pastor también debe ser un maestro.

Esta lista no debe ser tomada como exhaustiva, Pablo está exponiendo algunas de las funciones dadas por Cristo para que el Cuerpo de creyentes sea edificado. En otros pasajes de las Escrituras vemos que se hablan de los obispos y ancianos (que son supervisores a cargo de las reuniones), de los diáconos. En Romanos 12 se habla también de los que administran, los que presiden, los que reparten, etc. Hay diversos dones y habilidades que fueron dadas por Cristo para la edificación y unidad de la Iglesia.

Tenemos que tener en claro que dones no son títulos y no son oficios, son dones, son regalos de Dios, que van en forma de talentos, habilidades, conocimiento, temple, o las características necesarias para cumplir la función que Dios quiere que cumplamos. Todos tenemos el llamado a servir, pero cada uno de un modo diferente, y con características diferentes.

DESCRIPCIÓN DE FUNCIONES

Describiré brevemente estas funciones mencionadas en Efesios 4:11.

APÓSTOL: La primera función es la del apóstol. El sentido exacto de qué es un apóstol está en constante discusión, algunos dicen que fueron sólo 12, otros reconocen que hubieron más, pero que la función del apóstol ya no está vigente, otros opinan que sigue habiendo apóstoles en estos tiempos.

La palabra “apóstol” es la transliteración del griego apostolos, cuya raíz es el verbo apostellö, que significa “enviar”. Un apóstol es, literalmente un enviado, un mensajero o un delegado que representa a alguien que lo ha enviado.

MARCOS 3:13-19 (RVA)
|13| Entonces subió al monte y llamó a sí a los que él quiso, y fueron a él.
|14| Constituyó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar
|15| y tener autoridad para echar fuera los demonios.
|16| Y constituyó a los doce: a Simón (a quien le puso por nombre Pedro),
|17| a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan el hermano de Jacobo (a ellos les puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno),
|18| a Andrés, a Felipe, a Bartolomé, a Mateo, a Tomás, a Jacobo hijo de Alfeo, a Tadeo, a Simón el cananita
|19| y a Judas Iscariote (el que le entregó). El volvió a casa,

Aquí se mencionan 12 apóstoles, nombrados por Jesús. En el versículo 14 se dice que los nombró apóstoles “para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar”. La palabra “enviarlos” es en griego apostellö, aquí se puede ver claro que un apóstol es alguien enviado a predicar, con la autoridad de aquél quien le envió.

El “apóstol” de un rey o gobernador, por ejemplo, era una persona enviada por ese rey o gobernador para una misión en particular y con la autoridad del que lo envió, por eso es que la palabra apostolos podría traducirse como “enviado, delegado, embajador, representante”. Pero en lugar de traducir la palabra griega al español, los traductores de la Biblia por lo general han transliterado la palabra (esto significa, que han pasado la palabra del griego al español sin traducirla). Esto en parte se debe a que quizá no estaban seguros sobre cómo traducirla, pero para alguien del primer siglo un “apóstol” se trataba de un “enviado” o “delegado”, con autoridad para actuar de parte de quien lo envió en aquella tarea que se le encomendó.

Hubo 12 personas que Jesús específicamente designó para “estar con él”, sin embargo, en Lucas 10 leemos que Jesús designó a 70 personas a las cuales “envió” (en griego apostellö), y ellos también debían predicar y tenían autoridad para sanar y echar fuera demonios. Aunque no se usa específicamente la palabra apostolos para designarlos, al decir que Jesús los “envió”, y viendo que tenían también autoridad para sanar y echar fuera demonios, se puede decir que eran también apóstoles.

En Mateo 19:28 Jesús dice que 12 apóstoles juzgarán a Israel, y Apocalipsis 21:11 nos dice que los nombres de 12 apóstoles estarán en los muros del fundamento de la nueva Jerusalén. Apocalipsis no nos dice que estos 12 nombres sean los mismos que los 12 apóstoles que acompañaron a Jesús, pero el hecho de que sean 12 nos hace pensar que se tratan de los mismos. En Hechos 1:23 al 26 vemos que luego de la traición y muerte de Judas, los otros 11 vieron necesario que haya uno más que reemplazara a Judas y, orando al Señor, eligieron a Matías. En el versículo 22 Pedro dice que “…es preciso que uno sea con nosotros testigo de su resurrección”, Pedro (probablemente por revelación del Señor) vio que era necesario que alguien más sea testigo de la resurrección. En ningún momento Pedro dijo que sólo existirían 12 apóstoles, la Biblia no sugiere eso en ninguna parte, pero, evidentemente, se necesitaban para ese entonces 12 apóstoles que hayan sido “testigos” de la resurrección y que, además, hayan estado con Jesús desde su bautismo con Juan. Estas 12 personas tenían la misión especial de testificar la vida, prédica, muerte y resurrección de Jesús. Por supuesto, sólo quienes estuvieron viviendo con Jesús en ese momento cumplen ese requisito, sin embargo, esto no significa que no existieran más apóstoles, ni que no existan hoy en día. Jesús puede enviar a quien quiera, cuando quiera y para la misión que quiera. Nadie cuestiona que Pablo fue un apóstol de Jesús, sin embargo, él no acompañó a Jesús desde su bautismo, todo lo contrario, Pablo estuvo persiguiendo a los cristianos hasta que se le apareció Cristo resucitado.

Podemos ver que hubo 12 apóstoles que fueron específicamente designados para testificar el haber estado con Jesús y visto su resurrección, y luego hay otros apóstoles, que son “enviados” por Cristo con autoridad y poder para alguna tarea específica. Por ejemplo, en Romanos 1:1 Pablo dice ser llamado “apóstol”, apartado “para el evangelio de Dios”. Él fue enviado por Jesús específicamente para predicar el evangelio (la buena noticia) de Dios.

La palabra apostolos es usada en conexión con al menos 19 personas:

    – Los 12 apóstoles elegidos por Jesús (incluyendo a Judas) – Marcos 3:13-19
    – Matías (que reemplazó a Judas) – Hechos 1:15-26
    – Pablo – Romanos 1:1, 11:13; Gálatas 1:1
    – Bernabé – Hechos 14:14 (noten que en este pasaje Bernabé es considerado incluso mayor que Pablo)
    – Jesús – Hebreos 3:1 (Jesús mismo es llamado “apóstol”)
    – Jacobo, el hermano del Señor – Gálatas 1:19
    – Andrónico y Junia – Romanos 16:7

De los contextos de algunos pasajes se puede inferir que hubo muchos más apóstoles (delegados, enviados por Jesús), pero al menos tenemos a 19 mencionados claramente con el título de “apóstol”.

PROFETA: La palabra griega para “profeta” es prophëtës. El profeta es alguien que habla por inspiración de Dios, alguien que expresa un mensaje que le fue dado directamente por Dios, a veces este mensaje involucra la predicción de algún evento futuro, pero no es esto lo que define al profeta, el profeta es, sencillamente, alguien que recibió un mensaje de parte de Dios o del Señor Jesucristo y lo transmite a los creyentes.

Generalmente se asocia a los profetas con aquellos que profetizaron en los tiempos antiguos, antes del nacimiento de Cristo, sin embargo, hubo profetas también en los tiempos de Jesús y los apóstoles. De hecho, las Escrituras nos dicen que todos los creyentes (tanto hombres como mujeres) tienen la habilidad espiritual dada por Dios para profetizar y Dios quiere que procuremos hacerlo.

HECHOS 2:16-18 (RVA)
|16| Más bien, esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel:
|17| Sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.
|18| De cierto, sobre mis siervos y mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

1 CORINTIOS 14:1 (RVA)
Seguid el amor; y anhelad los dones espirituales, pero sobre todo, que profeticéis.

1 CORINTIOS 14:31 (RVA)
Porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados.

Por supuesto, en una reunión no todas las personas van a profetizar, porque depende de que Dios les dé una palabra en ese momento en particular, por eso Pablo dice:

1 CORINTIOS 12:29 (RVA)
¿Acaso son todos apóstoles? ¿todos profetas? ¿todos maestros? ¿Acaso hacen todos milagros?

Así que, si bien el poder inherente para todos los dones (que es el espíritu santo de Dios) está en cada creyente cristiano, Dios energiza cada don y manifestación espiritual como Él quiere, siempre para el bien común y la unidad del Cuerpo.

1 CORINTIOS 12:11 (RVA)
Pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él designa.

Tanto hombres como mujeres fuimos dotados con el don de espíritu santo de Dios y Dios puede energizar la profecía tanto en hombre como mujeres según la necesidad que Dios vea y la fe de la persona que tiene que operar el poder de Dios. Al momento de tener que enviar una profecía, Dios no estará mirando si quien va a profetizar es hombre o mujer, sino cuál es su corazón y cuál es su fe al momento de tener que enviar Su Palabra.

HECHOS 21:8-11 (RVA)
|8| Al día siguiente, partimos y llegamos a Cesarea. Entramos a la casa de Felipe el evangelista, quien era uno de los siete, y nos alojamos con él.
|9| Este tenía cuatro hijas solteras que profetizaban.
|10| Y mientras permanecíamos allí por varios días, un profeta llamado Agabo descendió de Judea.
|11| Al llegar a nosotros, tomó el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: —Esto dice el Espíritu Santo: “Al hombre a quien pertenece este cinto, lo atarán así los judíos en Jerusalén, y le entregarán en manos de los gentiles.”

Aquí vemos a 4 mujeres que profetizaban, las cuales le profetizaron al apóstol Pablo. Si Pablo hubiese creído que la mujer no podía ser profeta, o, más aún, que no debía hablar y debía quedarse callada, jamás habría permitido que estas mujeres le ataran y le profetizaran. Sin duda Pablo respetaba el ministerio de estas mujeres.

En este caso, las 4 mujeres profetizaron sobre lo que iba a suceder en el futuro a Pablo, pero, como dije antes, la profecía no siempre es sobre el futuro, un mensaje que proviene de parte de Dios puede ser sobre el futuro, sobre el presente, sobre el pasado, lo importante es que proviene de Dios y tiene un propósito claro, jamás es una palabra vacía y por lo general toca lo profundo del corazón de una persona:

ISAÍAS 55:10-11 (RVA)
|10| Porque como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven allá sino después de haber saciado la tierra y de haberla hecho germinar, producir y dar semilla al que siembra y pan al que come,
|11| así será mi palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo cual la envié.

1 CORINTIOS 14:24-25 (RVA)
|24| Pero si todos profetizan, y entra algún no creyente o indocto, por todos será convencido, por todos será examinado,
|25| y lo oculto de su corazón será revelado. Y de esta manera, postrándose sobre su rostro, adorará a Dios y declarará: “¡De veras, Dios está entre vosotros!”

Como vemos, por medio de la profecía, muchas veces lo oculto del corazón de una persona es revelado, esto no significa que un profeta va a contar abiertamente las intimidades de otras personas, sino que aquella palabra que habla, con frecuencia toca lo más profundo del corazón de una persona, llega hasta lo oculto y le hace ver a una persona que realmente Dios está presente en quien le está hablando.

EVANGELISTA: El evangelista es, como la misma palabra lo indica, alguien que predica el evangelio de Dios, que predica las “buenas nuevas”. El único evangelista mencionado con esta palabra en la Biblia es Felipe (en Hechos 21:8. De hecho, la palabra “evangelista” se usa sólo tres veces en la Biblia, el otro uso está en 1 Timoteo 4:5, en donde Pablo le dice a Timoteo que haga obra de evangelista.

Sin embargo, aunque sólo Felipe es mencionado como “evangelista”, esto no significa que no hubo otros evangelistas. En Romanos 1:1 Pablo dice que él fue apartado para el evangelio de Dios. En Romanos 15:20 dice que él procuraba contar el evangelio en donde aún no había sido predicado por otros, Pablo menciona su prédica del evangelio muchas veces en varias de sus cartas. Sin duda Pablo fue un evangelista también.

Se suele pensar que el trabajo del evangelista es contarle sobre la salvación en Cristo a los incrédulos e inconversos, pero pienso que ser evangelista es mucho más que eso, también es una obra del cristiano para otros cristianos. Pablo dijo:

ROMANOS 1:16-17 (RVA)
|16| Porque no me avergüenzo del evangelio; pues es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primero y también al griego.
|17| Porque en él la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Pero el justo vivirá por la fe.

Pablo dice que en el evangelio se revela la justicia de Dios “por fe y para fe”. Estas palabras se traducen literalmente “desde fe y hacia fe” e implican un ciclo de crecimiento en fe. Lo que Pablo está diciendo es que el evangelio es algo de lo cual estamos constantemente aprendiendo. ¡Necesitamos del evangelio en todo tiempo! El evangelio es el mensaje continuo con el que debemos alimentarnos espiritualmente, mediante el cual vamos comprendiendo cada vez mejor la justicia de Dios para así poder crecer en la fe. Sin dudas, la obra del evangelista es una obra continua, no sólo hacia los incrédulos, sino también hacia los creyentes, incluyendo los ya maduros espiritualmente.

PASTOR: la palabra “pastor” en el texto griego es poimën, que primeramente se refiere al pastor de ovejas. De ahí, figurativamente se usa para hablar de una persona que cuida del “rebaño” de Dios. El pastor por excelencia es Dios mismo, David, habiendo sido pastor en su juventud, pudo comprender muy bien lo que era ser un pastor y cómo Dios pastorea a Sus ovejas:

SALMOS 23:1-6 (RVA)
|1| (Salmo de David) Jehovah es mi pastor; nada me faltará.
|2| En prados de tiernos pastos me hace descansar. Junto a aguas tranquilas me conduce.
|3| Confortará mi alma y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
|4| Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
|5| Preparas mesa delante de mí en presencia de mis adversarios. Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
|6| Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehovah moraré por días sin fin.

Aquí Dios es descripto como “pastor” y desde aquí podemos también aprender sobre qué cosas debería hacer un buen pastor por sus ovejas. Un pastor no debe hacer faltar nada a sus ovejas, debe proveer de sana doctrina para alimentarlas espiritualmente, debe llevarlas a lugares de descanso en Dios, confortar el alma de las personas, guiarlas por sendas de justicia y hacia un andar de amor a Dios.

JUAN 10:11-16 (RVA)
|11| Yo soy el buen pastor; el buen pastor pone su vida por las ovejas.
|12| Pero el asalariado, que no es el pastor, y a quien no le pertenecen las ovejas, ve que viene el lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo arrebata y esparce las ovejas.
|13| Huye porque es asalariado, y a él no le importan las ovejas.
|14| Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.
|15| Como el Padre me conoce, yo también conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
|16| “También tengo otras ovejas que no son de este redil. A ellas también me es necesario traer, y oirán mi voz. Así habrá un solo rebaño y un solo pastor.

Jesús se presenta a sí mismo como el “pastor”. Él nos muestra cuál es la característica del “buen pastor”, que es poner su vida por las ovejas. En su tiempo, David arriesgó su vida por las ovejas que cuidaba al menos dos veces, una enfrentando a un león y otra enfrentando a un oso. David también arriesgó su vida por las “ovejas” de Dios, cuando enfrentó a Goliat, luego, como rey, él continuamente salía a la batalla con su ejército, mostrando que él mismo estaba dispuesto a dar su vida por su pueblo.

Cristo aquí es exhibido como el “buen pastor”. A diferencia de David, Jesús jamás pecó, y él literalmente dio su vida por las ovejas. No era la misión de Jesús luchar contra “sangre y carne” como lo hizo David muchas veces, Jesús tuvo que luchar contra el Diablo mismo y sus huestes espirituales, y la única forma de derrotarlo fue dando su vida en la cruz.

Jesús no sólo dio su vida por las ovejas, cuando estuvo en la tierra, mostró cómo debe conducirse un buen pastor. Él conocía bien a sus ovejas, él no iba a huir ante el peligro, dejando a sus ovejas desamparadas, las cuidaría con su vida, él las nutrió con la palabra de Dios todo el tiempo, las llevó hacia la madurez espiritual y todo el tiempo cuidó de sus discípulos.

JUAN 17:12 (RVA)
Cuando yo estaba con ellos, yo los guardaba en tu nombre que me has dado. Y los cuidé, y ninguno de ellos se perdió excepto el hijo de perdición, para que se cumpliese la Escritura.

Esta es la característica del buen pastor, cuidar a las ovejas con su vida. Sin dudas, no es una tarea fácil, no cualquiera está dispuesto a tal sacrificio por cuidar a otros hijos de Dios.

En Juan 10:16 vimos que Jesús dijo que “habrá un solo rebaño y un solo pastor”. Además, si revisamos las Escrituras, nadie es llamado “pastor” (en su sentido espiritual) en el Nuevo Testamento, excepto Jesús. Por eso muchos dicen que no existen otros pastores más que Jesús. Sin embargo, vimos que Pablo dijo en Efesios que, entre las funciones dadas a la Iglesia, Jesús constituyó a “pastores y maestros”.

Si bien la palabra para “pastor” (en griego poimën) no es vinculada con ninguna persona sirviendo con esta función, excepto Jesús, al revisar el verbo para “pastorear” podemos ver que sí había personas ejerciendo pastorado.

En Juan 21:16, por ejemplo, Jesús le pide a Pedro que pastoree a sus ovejas. En Hechos 20:28 Pablo habla a los ancianos de la Iglesia para que tengan cuidado del rebaño de Dios sobre el cual Él los puso a pastorear. En 1 Pedro 5:2, también Pedro habla a los ancianos a “pastorear” el rebaño de Dios. Sin lugar a dudas, Jesús no es el único pastor, como algunos intentan enseñar. Él es el “gran pastor”, pero ha designado a pastores que actúen como representantes de él en este aspecto en particular que es el de cuidar a las personas que están en su proceso de crecimiento y madurez espiritual.

Vimos previamente que en Efesios 4:11, cuando se habla de “pastores y maestros”, la Biblia nos está diciendo que estas funciones están conectadas, todo pastor debe también ser un maestro.

MAESTRO: la palabra griega para “maestro” es didaskalos. Y se refiere a alguien que enseña la Palabra de Dios y la voluntad de Dios a otros. Entre los judíos se llamaba “maestro” o “rabí” a quienes enseñaban la ley de Dios.

Si bien en Efesios la función de maestro está ligada a la del pastor, la Biblia también habla de “maestros” separados de la función del pastor, como en 1 Corintios 12:28. Por lo dicho en Hebreos 5, se esperaría que todo cristiano que ha estado expuesto a la Palabra de Dios por mucho tiempo y ha aprendido a andar en comunión con Dios, sea un “maestro”:

HEBREOS 5:12 (RVA)
Debiendo ser ya maestros por el tiempo transcurrido, de nuevo tenéis necesidad de que alguien os instruya desde los primeros rudimentos de las palabras de Dios. Habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido.

Estos creyentes ya deberían haber sido maestros, pero no habían aprendido a andar con Dios apropiadamente, aún no entendían bien los fundamentos de la doctrina cristiana y debían nuevamente alimentarse de lo más básico de la Palabra de Dios. Entonces, podemos ver que un cristiano maduro debería ser también un maestro de la Palabra y también, que no se puede ser un maestro si aún no se tiene en claro los fundamentos de la fe cristiana.

Santiago advierte:

SANTIAGO 3:1 (RVA)
Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos juicio más riguroso;

Por un lado, Pablo le dice a su audiencia que deberían ya ser maestros, por otro lado, Santiago dice que no deberían muchos hacerse maestros porque recibirían un juicio más riguroso. Siendo así, pareciera que Pablo alienta a todos a ser maestros y Santiago los desalienta.

Pero en el contexto Santiago le está hablando a una congregación en la que había fallas en la práctica. Santiago habla a aquellos que enseñan el error. Si alguien anda en error, será juzgado por sus errores, pero si además enseña el error y hace caer a otros, su juicio será más riguroso, porque no sólo está practicando el error, sino que está llevando a otros a ese error. Por eso es que, si bien la tarea del maestro es una muy bendita, hay que tener siempre sumo respeto por la Palabra y procurar conocer bien las Escrituras antes de enseñarlas.

Nadie tiene la verdad de Dios al 100%, nadie puede saber todo y entender todo, si tuviéramos que esperar a ser perfectos, o a conocer perfectamente la Palabra de Dios para enseñar ¡nadie podría enseñar nada! Y sin dudas sería muy difícil que la gente conozca a Dios. En la práctica, la instrucción de Santiago es a tener cuidado con aquello que enseñamos, ser prudentes y respetuosos de la Palabra de Dios y ser constantes buscadores de la verdad, sin embargo, todos en algún momento vamos a creer y posiblemente enseñar algo erróneo, por eso es importante hacer un constante chequeo de lo que creemos y estar en constante crecimiento de nuestro entendimiento de la verdad, estudiar la Biblia y se constantes en oración y en comunión con Dios.

MÁS FUNCIONES DE SERVICIO

Hasta aquí hemos visto las funciones de servicio mencionadas en Efesios 4:11, a las que algunos han llamado “dones de ministerio” y en varias enseñanzas van a oír hablar de los “5 dones de ministerio”. Pero releamos el contexto:

EFESIOS 4:8-13 (RVA)
|8| Por esto dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres.
|9| Pero esto de que subió, ¿qué quiere decir, a menos que hubiera descendido también a las partes más bajas de la tierra?
|10| El que descendió es el mismo que también ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo.
|11| Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros,
|12| a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
|13| hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Sin duda, la capacidad para servir en alguna de estas funciones es un don de Dios, pero no sólo es un don que viene de la nada, el cristiano debe tomarse el tiempo de desarrollar estos dones para ponerlos al servicio de otros. Como vimos, con el tiempo y la exposición a la sana doctrina, todos los cristianos deberían llegar a ser maestros, pero por la falta de la práctica de la comunión con Dios, oración, fe, obediencia, confianza, etc., muchos aún necesitan recibir la doctrina más básica y fundamental del evangelio de Dios.

Otra cosa que podemos ver es que esos dones y funciones de servicio dados por Dios, no son cargos eclesiásticos, no son “títulos” dados a las personas para tener control o autoridad sobre la vida de otros, sino que son formas de servir con un único propósito: “que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios”. Alguien que no contribuye a la unidad del Cuerpo de Cristo, no está sirviendo fielmente a Dios.

Pablo menciona aquí 5 funciones que puede tener un cristiano sirviendo a la Iglesia. Pero ¿es esto una lista exhaustiva y completa de los dones dados por Dios y las funciones en que un cristiano puede servir? ¿Son éstas las únicas funciones que sirven para contribuir a la unidad de la fe y del conocimiento de Cristo?

El sentido común nos dice que no, pero, más allá del sentido común, la misma Escritura va a aclararnos las cosas:

1 CORINTIOS 12:27-30 (RVA)
|27| Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros suyos individualmente.
|28| A unos puso Dios en la iglesia, primero apóstoles, en segundo lugar profetas, en tercer lugar maestros; después los que hacen milagros, después los dones de sanidades, los que ayudan, los que administran, los que tienen diversidad de lenguas.
|29| ¿Acaso son todos apóstoles? ¿todos profetas? ¿todos maestros? ¿Acaso hacen todos milagros?
|30| ¿Acaso tienen todos dones de sanidades? ¿Acaso hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos?

Pablo aquí también nos está hablando de la unidad del Cuerpo y las funciones dadas por Dios para edificar a la Iglesia. Él aquí menciona también a los apóstoles y profetas, no menciona a los evangelistas y pastores, habla de los maestros como en una función separada a la del pastor. Además, habla de creyentes que hacen milagros, que ministran dones de sanidades, otros que ayudan, que administran, quienes tienen diversidad de lenguas y quienes interpretan.

En Romanos Pablo también habla de las funciones dentro de una congregación:

ROMANOS 12:4-8 (RVA)
|4| Porque de la manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero todos los miembros no tienen la misma función;
|5| así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero todos somos miembros los unos de los otros.
|6| De manera que tenemos dones que varían según la gracia que nos ha sido concedida: Si es de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
|7| si es de servicio, en servir; el que enseña, úselo en la enseñanza;
|8| el que exhorta, en la exhortación; el que comparte, con liberalidad; el que preside, con diligencia; y el que hace misericordia, con alegría.

En este caso Pablo menciona a profetas, servidores, maestros (que enseñan), personas que exhortan, otros que comparten (tienen dinero extra y lo usan para ayudar a otros en la congregación), los que presiden (son los que están a cargo de organizar las reuniones), los que hacen misericordia. Vemos que hay muchas funciones con las que los cristianos podemos servir.

Tanto en Efesios 4, como en 1 Corintios 12 y Romanos 12, el contexto es el del Cuerpo de Cristo. Pablo en los tres lugares enseña que los cristianos formamos un Cuerpo en Cristo y que a cada uno Dios nos dio dones, talentos y habilidades con las cuales servir al resto. ¡Todos contribuimos a la unidad del Cuerpo!

En este concepto de ser “uno” en Cristo, es que Pablo dice lo siguiente en Gálatas:

GÁLATAS 3:26-28 (RVA)
|26| Así que, todos sois hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús,
|27| porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo.
|28| Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

En Cristo no hay varón ni mujer. En Cristo somos un Cuerpo y cada uno con funciones dadas por Dios. Dios puede hacer apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, maestros o cualquier otra función a quien Él quiera.

Además de esto, la Biblia nos muestra otras funciones, que refieren a las autoridades que supervisan una reunión de cristianos. Entre éstos tenemos a los ancianos, los obispos y los diáconos.

En hechos 20:17 leemos que Pablo había llamado a los “ancianos” de la iglesia, luego, en el versículo 28, les dice que cuiden al rebaño sobre el cual Dios los había puesto como obispos y pastores.

ANCIANOS: La palabra traducida “ancianos” en griego es presbuteros, de donde deriva la palabra “presbisterio”. Esta palabra refiere primeramente a una persona de edad avanzada, pero en el contexto de la congregación, refiere a aquellos que por años han estado caminando con Dios por años.

OBISPOS: La palabra traducida como “obispos” es en griego episkopos, que significa “supervisor” y también “guardián”. Es alguien que, por un lado, cuida y supervisa a una congregación de cristianos, pero también alguien que cuida y protege a los cristianos de esa congregación, por eso es que la función del obispo está muy ligada a la del pastor. Y por eso Pablo, en hechos 20:28 vincula a ambos, diciendo que los obispos deben “pastorear” al rebaño, o sea, a las personas que tienen a cargo en su congregación. Además, también se vincula a los obispos con ancianos, dándonos a entender que todo obispo deber ser un anciano y un pastor.

DIÁCONOS: La palabra que se traduce “diácono” en la Biblia es la transliteración de la palabra griega diakonos, que significa “servidor”. Entre los griegos del primer siglo tenía un sentido comercial, refiriéndose a un agente que hacía de intermediario en una transacción. También refería a un segundo al mando en una jerarquía, un asistente con autoridad delegada por su jefe, sin embargo, el énfasis de esta palabra no está en la autoridad, sino en el servicio. Es alguien que está sirviendo a un superior. El díacono, bíblicamente, es alguien que está sirviendo a Cristo y así sirviendo también a los cristianos.

Veamos algunos usos de esta palabra griega:

MARCOS 9:35 (RVA)
Entonces se sentó, llamó a los doce y les dijo: —Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el último de todos y el siervo de todos.

Aquí la palabra “siervo” es diakonos.

JUAN 12:26 (RVA)
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.

Aquí la palabra “servidor” también es en griego diakonos, quien sirve al Señor estará donde él está. Hoy en día, Jesús está trabajando desde el cielo, nosotros estamos en la tierra, sin embargo, el sentido práctico de este mensaje es que, si queremos ser servidores de Cristo, debemos estar en sus asuntos, entender qué es lo que Cristo está haciendo hoy y colaborar con él en su trabajo. Cristo hoy está buscando salvar a los incrédulos y unificar a los creyentes, nosotros debemos hacer lo mismo, si queremos servirle y tener honra del Padre.

Pero Jesús no es el único que tiene servidores:

2 CORINTIOS 11:14-15 (RVA)
|14| Y no es de maravillarse, porque Satanás mismo se disfraza como ángel de luz.
|15| Así que, no es gran cosa que también sus ministros se disfracen como ministros de justificación, cuyo fin será conforme a sus obras.

Aquí la palabra “ministros” es también en griego diakonos, Satanás, el Adversario, tiene también servidores, agentes que actúan conforme a sus intereses y que se disfrazan como servidores de justificación. En otras palabras, pueden parecer que están sirviendo a Dios, pero en realidad, sirven para los propósitos del Adversario. Por eso hay que tener cuidado también, porque muchas veces quizá pensamos que tal o cual predicador está sirviendo a Dios y en realidad está sirviendo al Adversario y si le seguimos o nos asociamos con ellos, terminaremos mal. Así que siempre hay que estar atentos, en constante oración y comunión con Dios.

¿UNA SÓLA FUNCIÓN PARA CADA CRISTIANO?

Otra creencia común entre cristianos es que cada uno tiene una única función dada por Dios y jamás se podrá mover de esa función, ni ejercer alguna otra. Por un lado, es claro al observar a la humanidad, que hay muchos talentos que vienen naturalmente con una persona, aún desde el nacimiento. Muchos de los dones de Dios están en nosotros desde la concepción (Gálatas 1:15). Sin embargo, se puede tener un don y jamás desarrollarlo, sin dudas Dios nos dota a todos con características especiales incluso desde la concepción, pero está en nosotros desarrollar esos dones a lo largo de nuestras vidas y usarlos para servir a Dios.

En 1 Corintios 12, Romanos 12 y Efesios 4 (entre otros pasajes) se nos dice que cada uno de nosotros somos miembros del Cuerpo de Cristo y que Dios reparte sus dones, poder y energía espiritual a cada uno. La figura del Cuerpo nos hace ver que, así como Dios creó nuestros Cuerpos físicos, con diferentes órganos que se conectan perfectamente y actúan en forma sincronizada para permitirnos la vida, del mismo modo, Dios creó un Cuerpo espiritual con diferentes miembros que, al conectarse y sincronizarse, actuando cada uno según su función, puede dar “vida” a toda la unidad. La vida en abundancia yace en la conexión de todos los miembros.

Ahora bien, el hecho de que cada uno seamos diferentes dentro del Cuerpo, no necesariamente significa que cada uno tenga una única función de servicio. Por un lado, podemos ver en el mundo que hay gente que es extraordinariamente hábil para una tarea específica (como tocar un instrumento, por ejemplo), pero poco hábil para otras cosas. Pero también hay personas multifacéticas, con talento para varias cosas. Además, si bien es cierto que, por ejemplo, lo ideal sería leer con nuestros ojos, y escribir con las manos, hay gente que ha quedado ciega y aprendido a leer braille, usando el tacto, y hay personas que han perdido sus manos y aprendido a escribir con los pies. Del mismo modo, considero que cuando Dios necesita que se haga una labor y la persona ideal para hacerla no está conectada con Dios, y no le está sirviendo, entonces Dios asigna esa tarea a algún otro miembro que esté dispuesto a hacerla, aún si no es el “ideal” para la tarea.

Si cada miembro hace su parte, conforme a los propios dones y habilidades dadas por Dios, el Cuerpo tendría su máximo beneficio, crecimiento y eficacia. Pero muchas veces, Dios tiene que elegir a miembros no tan “aptos” para hacer ciertas labores esenciales para Su propósito, porque otros miembros están espiritualmente alejados y “distraídos”.

Es así que, al leer en las Escrituras, vemos algunas personas que son mencionadas en alguna función específica, mientras que otros creyentes actuaron en diferentes funciones. Por ejemplo, en Hechos 21:8 se habla de “Felipe el evangelista”, lo cual nos hace ver que este Felipe (que no es el apóstol Felipe) era notable en su labor de evangelista. Por otro lado, de Pablo leemos que fue apóstol (Ro. 1:1; 1 Co. 1:1), evangelista (1 Co. 1:17), maestro y predicador (1 Ti. 2:7), embajador (2 Co. 5:20). Pedro fue apóstol (1 Pe. 1:1; 2 Pe. 1:1), fue pastor (Jn. 21:16), fue evangelista (Gá. 2:7). Ellos, además, también fueron profetas, porque hablaron palabras inspiradas por Dios. Por lo tanto, vemos que no es correcto encasillar a las personas en determinadas funciones de servicio, sino que una misma persona puede ser llamada por Dios a diferentes funciones, según sea la necesidad.

¿ESTÁN VIGENTES TODAS ESTAS FUNCIONES HOY?

Releamos Efesios 4:11 al 13:

EFESIOS 4:11-13 (RVA)
|11| Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros,
|12| a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
|13| hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

En el versículo 13 Pablo dice hasta cuándo estarán vigentes todas estas funciones de servicio: “hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios…” ¿Están, en el presente, todos los creyentes del mundo unidos en una misma fe y conocimiento del Hijo de Dios? ¡Por supuesto que no! Así que todas estas funciones tienen que estar aún vigentes. El poder de Dios es el mismo siempre, Su voluntad de bendecir a las personas es la misma que hace 2000 años, en vistas de la cantidad de división que hay en la Iglesia hoy, la necesidad de estas funciones es innegable. Así que ¡Si están vigentes!

Ahora bien, el que estén vigentes no significa que todos los que dicen ser maestros, pastores, profetas, apóstoles, etc., en realidad lo sean. Como vimos previamente, no sólo Satanás se disfraza como ángel de luz, sino que sus servidores se disfrazan como servidores de justicia. A éstos Jesús los llamó “lobos vestidos de cordero”. Los obreros fraudulentos que más engañan al mundo por lo general están dentro de las iglesias cristianas. Hablan como cristianos, se ven como cristianos, parecen cristianos, ¡pero no lo son!

Hay muchos “falsos” en el cristianismo hoy. Falsos apóstoles, falsos maestros, falsos pastores, falsos profetas, etc. Sin embargo, no debemos creer que porque existen tantas falsificaciones lo verdadero no es real. A lo largo de la historia se han hecho muchas falsificaciones de cuadros de Picasso, por ejemplo, pero el que haya muchas falsificaciones no significa que Picasso no haya existido o que no haya pintado sus cuadros. Todo lo contrario, las falsificaciones aparecen porque hay un original a copiar. Si no existiera una pintura original de Picasso, no se podrían hacer falsificaciones. Si yo emito un billete de 125 dólares, todo el mundo sabría que es falso, porque no existe un billete original de 125 dólares, los falsificadores usan los billetes reales de modelo y hacen algo muy parecido para engañar a la gente. Del mismo modo, el Adversario de Dios, el Diablo, intenta copiar los originales de Dios para engañar a la gente, y lo ha hecho muy efectivamente. Su engaño es tan efectivo que muchos creyentes están poniéndose en manos de estos obreros fraudulentos, a la vez que otros rechazan la existencia de todas estas funciones y dones que Dios da para edificar a Su Iglesia.

Nuestro deber es conocer las Escrituras, para no descartar los dones y ministerios que Dios energiza legítimamente, pero tampoco caer en el error de creernos todos los engaños que el Adversario ha creado. Para eso necesitamos el conocimiento de la Palabra de Dios, el andar espiritual con Dios y la constante oración. Dios siempre guía a los Suyos, pero también está en nosotros ser humildes, esforzados y estar siempre atentos.

¡Dios los siga bendiciendo en todo!

NOTA: la información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia

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