CÓMO TENER ORACIONES RESPONDIDAS

Por Pablo Pereyra

La mayoría de los cristianos amamos a Dios, creemos en Su gracia y Su poder y sabemos de lo valioso que es la oración en nuestra relación con Él. Sin embargo, con frecuencia nos preguntamos ¿por qué Dios no da respuesta a mi oración? O ¿Realmente oye mis oraciones? Por momentos nos pareciera que las oraciones de otros creyentes son oídas y las nuestras no, o a veces también surge la pregunta: si tanta gente está orando por tal o cual cosa ¿por qué no sucede? Ha pasado con mucha frecuencia que se han hecho cadenas de oraciones por la sanidad de una persona en estado terminal y ésta ha fallecido y entonces nos preguntamos ¿por qué Dios no la sanó?

Hay muchos factores que pueden afectar a la oración. Conocemos de muchos casos de oraciones que terminaron en sanidades milagrosas o grandes liberaciones, pero también nos desalentamos cuando vemos que aquello por lo que tanto oramos, aún en conjunto con otros creyentes, no sucedió. Por eso es importante conocer algunos aspectos claves de la oración, para no desanimarnos y no desalentar su práctica, ya que la oración es de las actividades más importantes de la vida cristiana, porque es lo que nos pone en contacto directo con Dios.

En cuanto a las oraciones no respondidas, hay que comprender que puede haber varios factores involucrados, a veces las respuestas no llegan porque Dios espera el tiempo apropiado, a veces hay batallas espirituales que no vemos y que requieren de mucha oración para ser resueltas (Dn. 10:12-13). En ocasiones lo que pedimos puede no ajustarse a la voluntad de Dios y por eso Dios no lo concede, también sucede que Dios espera que nos hagamos responsables de las consecuencias de nuestros actos, cosechando aquello que sembramos (Gá. 6:7-8). Sin embargo, hay un factor importantísimo y que, creo yo, es el gran “secreto” para poder tener oraciones respondidas. Y digo “secreto”, no porque Dios lo haya ocultado, sino porque, en general, cuando los maestros y predicadores hablan sobre la oración, no suelen hablar mucho de este factor en particular, a saber: LA OBEDIENCIA A DIOS.

Vamos a ver qué tiene que decir la Biblia al respecto, porque en este aspecto es muy contundente:

SANTIAGO 4:3-6 (RVA)
|3| Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastarlo en vuestros placeres.
|4| ¡Gente adúltera! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, cualquiera que quiere ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios.
|5| ¿O suponéis que en vano dice la Escritura: El Espíritu que él hizo morar en nosotros nos anhela celosamente?
|6| Pero él da mayor gracia. Por eso dice: Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.

Estos versículos son claros, aquí Santiago dice a esta gente que ellos pedían y no recibían porque pedían para sus propios deleites egoístas. Ellos se habían hecho “amigos” del mundo y las cosas del mundo, y así estaban enemistándose con Dios. Ellos estaban siendo soberbios para con Dios y en esta situación, Dios los “resistía”, o sea, Dios no estaba actuando poderosamente en ellos, porque ellos eran soberbios, amigos de lo mundano y pedían para sus propios deleites egoístas.

ISAÍAS 1:15-19 (RVA)
|15| Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos. Aunque multipliquéis las oraciones, yo no escucharé. ¡Vuestras manos están llenas de sangre!
|16| “Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras acciones de delante de mis ojos. Dejad de hacer el mal.
|17| Aprended a hacer el bien, buscad el derecho, reprended al opresor, defended al huérfano, amparad a la viuda.
|18| “Venid, pues, dice Jehovah; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
|19| Si queréis y obedecéis, comeréis de lo mejor de la tierra.

Creo que es bastante claro lo que aquí dice, Dios no está interesado en cumplir las peticiones de aquellos que hacen lo malo. Dios sin duda quiere lo mejor para los Suyos, pero Su ayuda y Su poder se despliegan cuando andamos conforme a Su voluntad. Fíjense que no sólo habla de “dejar de hacer el mal”, habla de buscar el derecho, reprender al opresor, defender al huérfano, amparar a la viuda y cuando esto pasa, Dios hace a un lado todo pecado y nos llena de Sus bendiciones.

MATEO 23:14 (RVA)
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de viudas y como pretexto hacéis largas oraciones. ¡Por esto recibiréis mayor condenación!

En este caso Jesús habla sobre la hipocresía de los fariseos, ellos “devoraban” las casas de las viudas, no sólo no las ayudaban, sino que les quitaban lo poco que tenían, pero después se mostraban piadosos haciendo “largas oraciones”. Jesús dice que por eso recibirían mayor condenación. No es que estaba mal que oraran mucho, sino que ellos hacían esas oraciones para mostrarse piadosos, pero su corazón estaba contaminado de maldad.

HECHOS 2:42-43 (RVA)
|42| Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones.
|43| Entonces caía temor sobre toda persona, pues se hacían muchos milagros y señales por medio de los apóstoles.

Muchos milagros sucedían en el tiempo de los apóstoles. Algunos piensan que esos milagros fueron para un período determinado y que muertos los apóstoles ya no está disponible tal despliegue de poder de Dios. Sin embargo, si creemos que de verdad Dios no cambia, Su poder no mengua y Su deseo sigue siendo salvar y liberar a las personas, entonces el problema debe estar en otro lado. La pregunta es ¿estamos haciendo lo que ellos hacían? Fíjense que dice que ellos perseveraban (algo de todos los días, no de una vez cada tanto), en las siguientes cosas:

La doctrina de los apóstoles

La comunión

El partimiento del pan

Las oraciones

Ellos hacían estas cuatro cosas constantemente y como resultado tenían muchos milagros y señales entre ellos.

HECHOS 14:1-4 (RVA)
|1| Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que creyó un gran número, tanto de judíos como de griegos.
|2| Pero los judíos que no creyeron incitaron y malearon el ánimo de los gentiles en contra de los hermanos.
|3| Con todo eso, ellos continuaron mucho tiempo hablando con valentía, confiados en el Señor, quien daba testimonio a la palabra de su gracia concediendo que se hiciesen señales y prodigios por medio de las manos de ellos.
|4| La gente de la ciudad estaba dividida: Unos estaban con los judíos, otros con los apóstoles.

Fíjense en este notable ejemplo. Cornelio era un centurión romano, no era del pueblo de Israel, no era parte del pueblo al que se le prometió el Salvador, sin embargo, él creía en el Dios israelita y, por consiguiente, él oraba a Dios y obraba conforme a las leyes de Dios. Noten que en la visión el ángel no le dice solamente “tu oración fue oída”, sino que dice “tus oraciones y tus obras de misericordia han subido como memorial ente la presencia de Dios”. Sin lugar a dudas este hombre obró de tal forma que no pasó desapercibido ante Dios.

Estamos viendo versículos con relatos muy distintos y de diferentes partes de la Biblia porque quiero que se note bien el hecho de que la obediencia a Dios es un factor fundamental para tener oraciones respondidas. Son muchísimos los pasajes de la Biblia en donde una respuesta a una oración está directamente ligada a la obediencia y santidad de la persona.

1 PEDRO 3:10-12 (RVA)
|10| Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos refrene su lengua del mal, y sus labios no hablen engaño.
|11| Apártese del mal y haga el bien. Busque la paz y sígala.
|12| Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones. Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

Una vez más, se nos dice que los “ojos” del Señor está sobre los justos y sus “oídos” atentos a sus oraciones. Aquí se le atribuyen a Dios dos órganos humanos: “ojos” y “oídos”. Esto es para poner énfasis en la idea que está transmitiendo el versículo. Dios no es un “oído” que sólo se dedica a escuchar oraciones y responderlas, Él también está VIENDO lo que hacemos y si hacemos el mal, Dios no va a darnos lo que pedimos, es lógico ¿acaso Dios va a promover una conducta impropia por medio de llenar de gracia y poder la vida de una persona que vive en desobediencia? Y aquí las instrucciones son:

Refrenar la lengua del mal

No hablar engaño

Apartarse del mal

Hacer el bien

Buscar la paz y seguirla

PROVERBIOS 15:8 (RVA)
El sacrificio de los impíos es una abominación a Jehovah, pero la oración de los rectos le agrada.

PROVERBIOS 15:29 (RVA)
Lejos está Jehovah de los impíos, pero escucha la oración de los justos.

PROVERBIOS 28:9 (RVA)
El que aparta su oído para no oír la ley, aun su oración es abominable.

JEREMÍAS 11:12-14 (RVA)
|12| Las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén irán y clamarán a los dioses a los cuales queman incienso, pero éstos de ninguna manera los podrán salvar en el tiempo de su calamidad.
|13| Porque según el número de tus ciudades, oh Judá, han sido tus dioses; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, habéis puesto altares a la vergüenza, altares para quemar incienso a Baal.
|14| Tú, pues, no ores por este pueblo. No levantes por ellos clamor ni oración, porque yo no escucharé en el tiempo en que clamen a mí, en el tiempo de su calamidad.

En este caso lo que vemos es que el pueblo de Judá y Jerusalén estaba en idolatría, estaban adorando a otros dioses, en el contexto se nos muestra que estos pueblos estaban llenos de impiedad, se habían alejado por completo de Dios, y Dios aquí le dice a Jeremías “no ores por este pueblo… yo no escucharé…” Ellos se habían buscado la calamidad que les iba a venir y ya no había vuelta atrás, ya Dios les había dado la oportunidad de arrepentirse, pero para este punto ya era tarde.

Cabe aclarar que esto no significa que haya un punto en que sea tarde para ser salvos, ni que haya un estado de pecado que Dios no pueda perdonar, sino que nos muestra que a veces las consecuencias del pecado tienen que ser recibidas, no podemos vivir pecando y esperar que a último momento no recibamos las consecuencias de ese pecado porque al final hicimos una oración a Dios. Por ejemplo, está el caso de ese creyente que vivió su vida fumando y se generó un cáncer en el pulmón, él luego se arrepintió, dejó de fumar, fue salvo, comenzó a orar a Dios y participar del servicio, pero al final no lo pudieron salvar del cáncer y falleció. Sin duda Dios le dio salvación y vivirá para siempre en el reino futuro de Dios, sin embargo, hay una consecuencia que se generó por el constante consumo de tabaco y tuvo que sufrirla. Hay ocasiones en que hemos sabido de gente que en la misma situación fue salvada milagrosamente y continuó con su vida, el porqué de esto puede estar en la oración y fe individual, en el grupo de personas que le rodean y oran, o en el mismo propósito y plan de Dios, no podemos generalizar, lo que quiero que se vea en este momento es que hay veces en que ya no hay vuelta atrás para ciertas consecuencias del pecado, así que no hay que tomarse al pecado como algo liviano.

1 PEDRO 4:7-8 (RVA)
|7| El fin de todas las cosas se ha acercado. Sed, pues, prudentes y sobrios en la oración.
|8| Sobre todo, tened entre vosotros un ferviente amor, porque el amor cubre una multitud de pecados.

Y acá vemos un punto fundamental: el amor. Dice que “el amor cubre una multitud de pecados”. Esto quiere decir que cuando andamos en amor, ese amor puede hacer que las consecuencias de algunos de nuestros pecados sean pasadas por alto. El amor es el centro de todo lo que Dios ha hecho, Dios nos creó para amar y ser amados por Él y entre nosotros, nos creó para vivir en un “ferviente amor”, por eso, cuando vivimos así, estamos honrando el diseño y propósito de Dios y esto a Dios le gusta mucho y con esto Dios puede hacer grandes cosas por nosotros.

Por ejemplo, si vemos la historia de los dos primeros reyes de Israel, Saúl y David, no vemos en Saúl pecados que puedan considerarse “graves” desde el punto de vista humano, sin embargo, en David vemos algunas conductas dignas de muerte, como cuando mandó a Urías al frente de batalla para que el enemigo lo matara y así él quedarse con su esposa. Esto fue un grave pecado de David, por esta causa él perdió un hijo recién nacido, sin embargo, Dios luego lo perdonó y restauró y le hizo grandes promesas y parte del linaje del Mesías. Uno entonces se preguntaría ¿por qué Dios perdonó así a David y condenó a Saúl por delitos menores? Y la respuesta está en que Dios ve el corazón. David hizo cosas malas, pero en su esencia era un hombre de profundo amor y respeto por Dios. Saúl quizá fue externamente más correcto, pero su problema estaba en su corazón, que nunca se ajustó realmente a la voluntad de Dios.

Por último, voy a cerrar con un versículo en Santiago, que no necesita mucha explicación:

SANTIAGO 5:13 (RVA)
¿Está afligido alguno entre vosotros? ¡Que ore! ¿Está alguno alegre? ¡Que cante salmos!

NOTA: la información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia

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