¿CUÁL ES LA MEJOR VERSIÓN DE LA BIBLIA?
Cuando Dios inspiró originalmente Sus Palabras, lo hizo a personas que hablaban hebreo, arameo y griego, y ellos escribieron lo que Dios les inspiró en sus propios idiomas, hoy en día no existen escritos originales, ni del griego, ni del hebreo ni del arameo, todo lo que quedan son copias. Estas copias fueron hechas siguiendo estrictas normas de copiado y revisión, pero en ellas se han cometido ciertos errores, lo cual es evidente al comparar distintos manuscritos antiguos. A pesar de esto, los expertos eruditos concuerdan en que el texto griego correcto en más del 99%.
LOS MANUSCRITOS Y TEXTOS IMPRESOS
Existen miles de fragmentos de copias antiguas de la Biblia y algunos códices (libros completos), la mayoría posteriores al siglo IV. Estos códices son la base para lo que llamamos “textos impresos”. Los textos impresos son recopilaciones que se hicieron de ciertos códices y manuscritos, ordenados y publicados de forma impresa para la venta pública. Diferentes eruditos han recopilado distintos textos impresos en base a los códices o manuscritos que ellos consideraban más “fieles”, por lo tanto, no todos son iguales.
Las Biblias que hoy tenemos en nuestros hogares son traducciones de estos textos (en el mejor de los casos), o versiones de revisiones de traducciones. Por ejemplo, la versión al castellano que llamamos “Reina-Valera 1960” fue traducida por Casiodoro de Reina en 1569, revisada por Cipriano de Valera en 1602 y luego revisada por otros teólogos en 1862, 1909 y 1960, como puede constatarse en la primera página de esa Biblia. El hecho de que se hicieran tantas revisiones nos da la pauta de que los mismos editores de la Biblia consideraron que había errores y quisieron ir “mejorándola”. Después de 1960 las mismas sociedades bíblicas siguieron haciendo más versiones de la Reina Valera, aunque muchas personas siguieron usando la de 1960.
Debido a que no tenemos un “original” de donde traducir, sino que tenemos fragmentos antiguos de copias de la Biblia, muchas personas (incluso cristianas) dudan de cuán confiable pueda ser la Biblia, sin embargo, se han hallado miles de copias de la Biblia, que, si bien difieren entre ellas en muchos pasajes, en general nos dan un texto bíblico muy confiable, se cree que menos del 1% de la Biblia tiene diferencias significativas en la traducción. De todos modos, hay que tener en cuenta que sí existen algunas diferencias notables entre diferentes manuscritos, hoy se sabe que escribas de los primeros siglos hicieron algunas modificaciones intentando inclinar la balanza en favor de la doctrina que defendían. Por ejemplo, creemos que 1 Corintios 14:34 y 35 son dos versículos que fueron añadidos por algunos escribas para sostener un pensamiento machista y evitar que las mujeres participen en las reuniones. En otras ocasiones cambiaron los textos donde Priscilla aparece primero que Aquila, porque no querían que ella sea vista como más importante. También se sabe que alteraron algunos textos para favorecer una postura trinitaria, ya que en los primeros siglos había gran debate por estos temas y quienes perdían podían ser sentenciados a muerte. De aquí que los traductores deben elegir qué texto impreso o qué manuscritos consideran más confiables para hacer su traducción.
Por esta causa, es que al comparar manuscritos antiguos observamos algunas diferencias entre los textos, aunque estas diferencias son en muy pocos versículos. Por eso, para la realización de las traducciones a otros idiomas, distintos teólogos o sociedades bíblicas han tomado diferentes textos impresos o manuscritos hebreos, arameos o griegos, según lo que a su criterio eran los más exactos. Para dar un ejemplo, la traducción del Nuevo Testamento de la Reina Valera fue tomada del texto impreso denominado “Textus Receptus”, el cual tomó su base de manuscritos griego posteriores al siglo X, ya que esos eran los textos de los que se disponía en aquél tiempo, Casiodoro de Reina hizo su traducción en base a este texto, que fue lo mejor disponible en su época. Pero, con el paso del tiempo los arqueólogos han encontrado manuscritos más antiguos y precisos, que a su vez son comparados con citas bíblicas dadas por distintos escritores e historiadores de los primeros siglos, llegando a tener mayor precisión en cuanto a las palabras originalmente reveladas. Versiones como la Nueva Versión Internacional (NVI), la Biblia Textual (BTX) o la Reina Valera Actualizada (RVA) son versiones del tipo “eclécticas,” porque fueron hechas basadas en varios textos hebreos, arameos y griegos, intentando sacar un texto lo más cercano posible al original en base a la comparación y análisis de los textos disponibles.
CRITERIOS DE TRADUCCIÓN
La Biblia fue revelada por Dios a personas con culturas muy diferentes a las nuestras, y cuyo idioma difiere bastante del nuestro (especialmente el hebreo). Debido a que las culturas de los pueblos difieren en su historia y costumbres, sus lenguajes se desarrollan de forma diferente. El lenguaje refleja en gran manera el pensamiento de una cultura y cuando se hace una traducción a un lenguaje de otra cultura se hace difícil hacer una traducción exacta de los términos y a la vez transmitir la idea que contiene el texto en el idioma original.
Por esto es que los traductores no pueden hacer una perfecta traducción: si son muy literales (traduciendo de forma uniforme cada palabra), quizá se pierda el sentido de lo que se quiso decir, pero si parafrasean mucho un texto (dando un texto “explicado”), quizá se alejen demasiado del original. Por esta causa, cada traductor o grupo de traductores debe adoptar lo que se llaman “criterios de traducción”. Algunos intentarán ser lo más exactos posibles excepto cuando el texto pueda llegar a ser incomprensible para el lector, a este tipo de traducciones se las suele llamar “traducciones literales”, algunos ejemplos son la Biblia Textual, la Sagrada Biblia de Guillermo Jünemann o, en inglés: Concordant Literal Version, Analitical Literal Translation. Otro criterio de traducción es el que se usa con el fin de hacer un texto que pueda ser comprendido fácilmente por el lector, este tipo de versiones suelen parafrasear algunas partes de la Biblia con el fin de “explicar” lo que se quiso transmitir en el texto griego, este tipo de versiones se las llama “traducciones parafraseadas”, ejemplos de estas versiones son la Traducción en lenguaje actual, Traducción en leguaje sencillo, o la conocida versión en inglés: The Messaje. Un tercer criterio de traducción utiliza un punto intermedio entre la literalidad y el parafraseo, como la Nueva Versión Internacional o la serie de versiones Reina-Valera.
LA SUBJETIVIDAD DEL TRADUCTOR
Por la sola causa de las barreras culturales entre los orientales que han recibido la revelación de Dios para ser escrita en hebreo y griego (y posiblemente algún libro en arameo), las traducciones ya de por sí cuentan con una cierta cuota de imprecisión. Pero, además, cada traducción se ve afectada por la subjetividad del traductor. Hay frases en griego que pueden traducirse de diferentes modos en español, en estos casos, cada traductor se guiará por su propio entendimiento de las Escrituras y su propia creencia y doctrina. Por esto es que nunca hallaremos la “traducción perfecta”. Quizá algunas traducciones sean más precisas que otras, pero siempre existe alguna cuota de error, debido a que somos seres humanos falibles (los que traducen también son humanos), por esto, cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de orar a Dios por entendimiento de Su verdad, y hacer el propio esfuerzo por conocer más acerca de Su voluntad, tal como lo hicieron los creyentes de la iglesia de Berea, que diariamente estudiaban las Escrituras para ver si lo que Pablo y Silas enseñaban era correcto (Hechos 17:10-11).
Si un traductor o revisor se encuentra con una dificultad en la traducción de cierto pasaje, siempre intentará traducirlo de modo que refleje lo que él cree que el pasaje está queriendo transmitir, conforme a su entendimiento doctrinal de la Palabra de Dios. Es por eso que distintas organizaciones y denominaciones realizan sus propias traducciones de la Biblia, que reflejen su entendimiento u opinión teológica.
CAMBIOS IDIOMÁTICOS
Otro punto a tener en cuenta es que el idioma de la traducción pudo haber sufrido cambios con el paso del tiempo. Una palabra que en español significaba algo en la época en que fue hecha la traducción, puede tener otro sentido en la actualidad. Por ejemplo, la frase “el temor de Jehová” hoy se entiende como tener miedo a Dios, mientras que en la época en que se hizo la traducción fácilmente se comprendía como “respeto y reverencia hacia Dios.” “Sufrir” hoy lo entendemos como “pasar por gran aflicción y dolor,” pero en la época en que se tradujo la Reina Valera, se entendía tan sólo como “soportar” alguna circunstancia o situación.
Además, cuando se hace una traducción de la Biblia, los traductores pueden haber variado su vocabulario conforme al público a quien dirigirían sus versiones. Por ejemplo, la “Biblia en lenguaje Sencillo” está dirigida a personas con menor nivel cultural, por lo que utiliza un vocabulario más simple y reducido, y con una narración más fácil de comprender. Una versión como la “Young Literal Translation” (Traducción literal de Young) está dirigida a estudiantes de la Biblia, por lo que es mucho más literal y precisa, aunque se hace más difícil comprender el sentido en algunos pasajes. Por lo tanto, para el estudio bíblico es aconsejable tener varias versiones a las cuales consultar y no quedarse tan sólo con una sola.
MI RECOMENDACIÓN
Dicho todo esto, podemos entender que no existe una versión perfecta de la Biblia y que en nuestro estudio de las Escrituras vamos a necesitar comparar con varias versiones, pero también aprender a estudiar la Biblia para poder formar nuestro propio criterio con respecto a ciertos pasajes difíciles. No obstante, les dejo algunas recomendaciones personales.
En español, suelo usar la Reina Valera Actualizada para muchas de mis referencias en estudios, su lenguaje es un español antiguo, muy similar al de la Reina Valera de 1960, pero está revisada en base a textos impresos eclécticos, como el texto de Nestle-Aland, por lo cual su texto es más cercano al original. La Biblia Textual es otra versión bastante bien lograda. La Versión Moderna es una versión que en algunos casos sorprende por la claridad que arroja sobre algunos pasajes. La Nueva Versión Internacional tiene la ventaja de tener un español más actual y es también semi-literal, en algunos casos capta muy bien el sentido del pasaje. La versión del Nuevo Mundo también tiene un español más moderno, sólo que es más parafraseada, en algunos casos expresa muy bien y da bastante claridad sobre el sentido del texto hebreo/griego del cual traducen. Otras versiones que también pueden usarse para comparar son la Biblia Latinoamericana, La Reina Valera Gómez y las distintas versiones de la Reina Valera (que son unas cuantas).
Todas estas versiones y muchas más están disponibles en forma digital para los programas “The Word” y “E-Sword”, si no los tienes en tu PC y te interesa estudiar la Biblia, te los recomiendo, en mi sitio WEB he dejado un Pack de instalación “The Word” con una guía de instalación y muchos recursos.
Particularmente, en mi estudio personal uso mucho como referencias algunas versiones en inglés que tienen un gran nivel de equilibrio entre la literalidad y el mensaje, aparte de que están producidas por teólogos de gran conocimiento. Las versiones que más uso para mi estudio son: “Revised English Version”, de John Schoenheit; “Analitical Literal Translation”; “Concordant Literal Translation”; “Jonathan Mitchell New Testament” Hay muchas versiones más que se pueden usar como consulta. Si bien es bueno tener varias versiones para comparar, tampoco recomiendo tener demasiadas, ya que muchas versiones son muy parecidas entre sí, si tenemos 40 versiones de la Biblia para comparar, podríamos estar horas tan sólo para revisar un par de versículos y, al final, veríamos que las diferencias entre versiones son ínfimas. En mi experiencia estudiando la Biblia he intentado reducir el número de versiones que uso para comparar a aquellas que hacen una diferencia significativa al entendimiento, aunque lo más efectivo a la hora de estudiar la Biblia es conocer un poco sobre cómo trabajar sobre los textos griegos y hebreos para hacer un estudio personal, aunque esto lleva un tiempo de aprendizaje. Para mantener las cosas simples, las versiones que les mencioné son un muy buen punto de partida, en realidad, salvo casos puntuales, los mayores problemas doctrinales no están en las traducciones en sí, sino en el entendimiento e interpretación de los pasajes, lo cual es tema para otra publicación.
NOTA: la información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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1 comentario en «¿Cuál es la mejor versión de la Biblia?»
Me gusta este articulo , tiene una enseñanza muy buena par ver la biblia de otro ángulo teniendo cuidado de su interpretación según la versión