¡CUIDA TUS RIÑONES!
Salmos 7:9 (RV-1960)
Fenezca ahora la maldad de los inicuos, mas establece tú al justo; Porque el Dios justo prueba la mente y el corazón.
Este versículo nos dice que Dios prueba la mente y el corazón. Sin embargo, si leemos desde el texto hebreo, literalmente nos dice que Dios prueba “los corazones y riñones”, por ejemplo, la versión Reina Valera de 1865 traduce así:
Salmos 7:9 (RV-1865)
Consuma ahora mal a los malos, y enhiesta al justo: el Dios justo es el que prueba los corazones, y los riñones.
Esta versión es más exacta en este pasaje de la Escritura. Pero ¿qué significa que Dios prueba los corazones y los riñones?
Sucede que las emociones fuertes muchas veces se sienten en el estómago y esto lo sabían los antiguos, pero hoy sabemos, con más precisión, que hay neuronas en la zona de los intestinos y riñones. Además, se ha demostrado que ciertas patologías de los riñones pueden generar problemas serios a nivel emocional y también problemas emocionales o mentales puede afectar a los riñones. Hoy sabemos que el cerebro, corazón y riñones son tres órganos que se influyen mutuamente.
Al parecer, originalmente Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera tradujeron literalmente este y otros versículos que hablan de los “riñones”, pero luego, quizá queriendo añadir claridad, los traductores de la RV-1960 pusieron “mente y corazón”. No obstante, la palabra “riñones” no sólo es más exacta, sino que, a la luz de lo que hoy conocemos, al decir “riñones”, vemos que el mensaje también es mucho más preciso.
El corazón es el órgano que bombea la sangre, esencial para la vida humana, pero también es usado figurativamente en la Biblia para denotar el centro de pensamientos, de donde se “bombean” los pensamientos más importantes y que hacen que seamos las personas que somos; por eso la Biblia dice que sobre toda cosa guardada debemos guardar (cuidar) nuestro corazón (Pr. 4:23).
Por otro lado, los riñones son filtros en nuestro cuerpo, que eliminan desechos tóxicos de nuestro organismo, elimina ácidos celulares, exceso de líquido y ayudan en la producción de glóbulos rojos, en el control de la presión arterial y en el correcto desarrollo y funcionamiento de los huesos.
Si tomamos a los riñones como una figura de una realidad espiritual, así como el “corazón” representa a el centro de pensamientos que nos hace ser lo que somos, los “riñones” a nivel espiritual, serían los filtros mentales que tenemos, que nos llevan a descartar los malos pensamientos y tener una estructura de pensamientos sólida (el “esqueleto” mental).
Lo interesante es que lo espiritual también se relaciona con lo físico, porque cuando nuestros filtros espirituales funcionan bien, sucede que muchas veces que nos encontramos con personas que están influenciadas por otra clase de espíritu, lo podemos sentir en el estómago y el pecho, literalmente nuestros riñones, corazón e intestinos reaccionan al mal espiritual que tenemos delante.
Si estamos sanos y fuertes espiritualmente, con una buena relación con Dios, en obediencia a Su voluntad, vamos a sentir físicamente los problemas espirituales, por eso en Hebreos leemos:
Hebreos 5:14 (RVA)
Pero el alimento sólido es para los maduros, para los que por la práctica tienen los sentidos entrenados para discernir entre el bien y el mal.
Aquí dice que hay “alimento sólido” (doctrina de Dios) que es para los maduros (personas espiritualmente maduras) que tienen los sentidos entrenados para discernir el bien y el mal. Lo que se nos está diciendo es que un cristiano puede ejercitar sus sentidos para discernir el bien y el mal, es algo que se puede practicar.
¿Y cómo practicamos discernir el bien y el mal? Bien, en la medida que oramos diariamente a Dios, aprendemos más de Su Palabra y procuramos hacer Su voluntad, vamos a estar más conectados con Dios y Su poder y Él va obrando en nosotros para mover nuestros sentidos y ayudarnos a discernir el bien y el mal (en el ámbito espiritual).
Al principio quizá es difícil distinguir una sensación que viene de Dios de algo meramente humano, ya que un malestar de estómago también puede venir por nerviosismo, por mala alimentación, o por otras cosas. Pero con el tiempo podemos aprender a distinguir las sensaciones y así mejorar nuestra percepción espiritual sobre otras personas.
Ahora, veamos qué más dice la Biblia sobre los riñones:
Salmos 16:7 (RV-1865)
Bendeciré a Jehová, que me aconseja; aun en las noches me enseñan mis riñones.
Los riñones enseñaban al salmista por las noches. ¿No les ha pasado de tener sensaciones extrañas en el estómago en determinadas ocasiones y luego supieron que algo estaba sucediendo? El “filtro” espiritual de Dios nos enseña a discernir situaciones y a estar alerta cuando hay una urgencia.
Jeremías 17:7-10 (RV-1865)
|7| Bendito el varón que se fía de Jehová, y que Jehová es su confianza.
|8| Porque él será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces; y no verá cuando viniere el calor, y su hoja será verde; y en el año de prohibición no se fatigará, ni dejará de hacer fruto.
|9| Engañoso es el corazón más que todos las cosas, y perverso: ¿quién le conocerá?
|10| Yo Jehová que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Aquí Jeremías también nos dice que Dios escudriña el corazón y prueba los riñones, Él conoce nuestros pensamientos más profundos y también pone a prueba nuestras acciones y reacciones a nivel espiritual para dar a cada uno lo justo.
Dios no está viendo sólo lo externo en nosotros, sino lo más profundo, Él no recompensa en base a lo que ven los 5 sentidos, sino en base a la realidad espiritual que sólo Él puede ver con claridad.
Por último, veamos el Salmo de Asaf, quien en un momento de su vida se sintió frustrado por ver a los malvados prosperar, mientras él sufría como creyente fiel a Dios.
Salmos 73:12-26 (RVA)
|12| He aquí, estos impíos siempre están tranquilos, y aumentan sus riquezas.
|13| ¡Ciertamente en vano he mantenido puro mi corazón y he lavado mis manos en inocencia!
|14| Pues he sido azotado todo el día, empezando mi castigo por las mañanas.
|15| Si yo dijera: “Hablaré como ellos,” he aquí que traicionaría a la generación de tus hijos.
|16| Pensé para entender esto; ha sido duro trabajo ante mis ojos,
|17| hasta que, venido al santuario de Dios, comprendí el destino final de ellos:
|18| Ciertamente los has puesto en deslizaderos, y los harás caer en la decepción.
|19| ¡Cómo han sido desolados de repente! Se acabaron; fueron consumidos por el terror.
|20| Como al despertar del sueño, así, Señor, al levantarte, despreciarás sus apariencias.
|21| De veras se amargaba mi corazón, y en mi interior sentía punzadas.
|22| Pues yo era ignorante y no entendía; yo era como un animal delante de ti.
|23| Con todo, yo siempre estuve contigo. Me tomaste de la mano derecha.
|24| Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.
|25| ¿A quién tengo yo en los cielos? Aparte de ti nada deseo en la tierra.
|26| Mi cuerpo y mi corazón desfallecen; pero la roca de mi corazón y mi porción es Dios, para siempre.
El versículo 21, traducido más literalmente desde el hebreo, se leería como: “Cuando mi corazón estaba amargado y mis riñones perforados”. El dolor emocional muchas veces nos hace sentir punzadas en los riñones. Asaf en un momento de su vida se sintió así de mal porque sentía que su obediencia y fidelidad a Dios no estaba dando fruto. Pero Dios lo sostuvo y le hizo entender que Dios era “su porción para siempre”.
El malvado puede prosperar mucho en esta vida y no pagar por sus pecados en esta era, mientras las buenas personas sufren injustamente, pero en el futuro Dios hará justicia y el malvado tendrá su castigo y destrucción, mientras que los que confiaron en Dios e hicieron Su voluntad recibirán una recompensa y vivirán para siempre junto con Dios y el Señor Jesucristo.
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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2 comentarios en «¡Cuida tus riñones! (Tu filtro espiritual)»
Pablo, excelente aclaración.
Bendiciones!!
¡Bendiciones!