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LA ESPERANZA DEL CRISTIANO NO ES EN EL CIELO SINO EN LA TIERRA

Por Pablo Pereyra

Dios diseñó un mundo perfecto y en gran manera bueno, pero el Diablo entró a arruinar al mundo a través del pecado de Adán. Desde entonces Dios ha dado diferentes promesas sobre la futura restauración y Su reinado perpetuo en un mundo sin maldad. A lo largo de la historia fue dando diferentes promesas que dieron un “destello” de Su plan. Viendo estas promesas podemos ver lo que nos espera en el tiempo futuro.

GÁLATAS 3:6-9 (RVA)
|6| De la misma manera, Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
|7| Por lo tanto, sabed que los que se basan en la fe son hijos de Abraham.
|8| Y la Escritura, habiendo previsto que por la fe Dios había de justificar a los gentiles, anunció de antemano el evangelio a Abraham, diciendo: “En ti serán benditas todas las naciones.”
|9| Desde luego, los que se basan en la fe son benditos junto con Abraham, el hombre de fe.

GÁLATAS 3:13-14 (RVA)
|13| Cristo nos redimió de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
|14| para que la bendición de Abraham llegara por Cristo Jesús a los gentiles, a fin de que recibamos la promesa del Espíritu por medio de la fe.

GÁLATAS 3:28-29 (RVA)
|28| Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
|29| Y ya que sois de Cristo, ciertamente sois descendencia de Abraham, herederos conforme a la promesa.

Dios había hecho una promesa para Abraham y su descendencia, pero luego nos enteramos que esta descendencia de Abraham no era la descendencia física, sino aquellos que creen en Jesús, así como Abraham creyó y fue justificado por Dios. Los “gentiles” en este contexto son los que no son del linaje de Israel, antes de que Jesús viniera Dios trataba sólo con el pueblo de Israel, pero no había revelado con claridad que Su promesa se iba a extender a toda la humanidad y que por medio de la fe tanto los descendientes de Israel como los que no lo son iban a ser “herederos de la misma promesa”. Si vamos a ser herederos de la misma promesa, entonces podemos ver qué es lo que Dios prometió a Abraham de lo cual somos también “herederos”.

GÉNESIS 15:18-21 (RVA)
|18| Aquel día Jehovah hizo un pacto con Abram diciendo: —A tus descendientes daré esta tierra, desde el arroyo de Egipto hasta el gran río, el río Eufrates;
|19| la tierra de los queneos, quenezeos, cadmoneos,
|20| heteos, ferezeos, refaítas,
|21| amorreos, cananeos, gergeseos y jebuseos.

Varios pasajes de la Biblia nos señalan que Dios prometió a Abraham un territorio para él.

GÉNESIS 13:15 (RVA)
Porque toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia, para siempre.

Entonces, vemos que Abraham iba a ser dueño de un gran territorio y este territorio también era para su descendencia. A su vez, vimos en Gálatas que somos espiritualmente considerados “hijos de Abraham” por medio de la fe en Jesús, así que nosotros vamos a tener parte en esa herencia, como hijos de Dios, vamos a tener un territorio donde habitar en el reino venidero.

Al contrario de lo que muchos creen, los creyentes no vamos a vivir para siempre en el cielo, sino en la tierra, y parte del regalo de salvación de Dios es el poder habitar en la Tierra venidera.

Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob y a Jacob Dios le cambió el nombre por Israel (Gn. 32:28). Israel era el pueblo elegido por Dios y a quien Él dio Sus leyes, instrucciones y promesas. Dios una y otra vez habló sobre la tierra futura y sus bendiciones bajo el reinado de Cristo:

SALMOS 37:9 (RVA)
Porque los malhechores serán destruidos, pero los que esperan en Jehovah heredarán la tierra.

ISAÍAS 60:21 (RVA)
“Entonces tu pueblo, todos ellos serán justos; para siempre heredarán la tierra. Ellos son los vástagos de mi plantío, la obra de mis manos, para manifestar mi gloria.

EZEQUIEL 37:12-14 (RVA)
|12| Por tanto, profetiza y diles que así ha dicho el Señor Jehovah: “He aquí, oh pueblo mío, yo abriré vuestros sepulcros. Os haré subir de vuestros sepulcros y os traeré a la tierra de Israel.
|13| Y sabréis que soy Jehovah, cuando yo abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, oh pueblo mío.
|14| Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis. Os colocaré en vuestra propia tierra, y sabréis que yo, Jehovah, lo dije y lo hice,” dice Jehovah.

MIQUEAS 4:3-4 (RVA)
|3| El juzgará entre muchos pueblos y arbitrará entre naciones poderosas, hasta las más distantes. Y convertirán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
|4| Cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera. Y no habrá quien los amedrente, porque la boca de Jehovah de los Ejércitos ha hablado.

Muchas veces la Biblia nos habla de cómo los “justos” (los creyentes) habitaremos sobre la Tierra. Dios prometió a Israel hacer cielo nuevo y tierra nueva. Isaías muchas veces nos habla de cómo será la vida en la Tierra en el reino por venir:

ISAÍAS 11:6-9 (RVA)
|6| Entonces el lobo habitará con el cordero, y el leopardo se recostará con el cabrito. El ternero y el cachorro del león crecerán juntos, y un niño pequeño los conducirá.
|7| La vaca y la osa pacerán, y sus crías se recostarán juntas. El león comerá paja como el buey.
|8| Un niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y el recién destetado extenderá su mano sobre el escondrijo de la víbora.
|9| No harán daño ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento de Jehovah, como las aguas cubren el mar.

ISAÍAS 32:15-18 (RVA)
|15| Cuando sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se transforme en un campo fértil, y el campo fértil sea considerado bosque,
|16| entonces habitará el derecho en el desierto, y la justicia se establecerá en el campo fértil.
|17| El efecto de la justicia será paz; el resultado de la justicia será tranquilidad y seguridad para siempre.
|18| Mi pueblo habitará en una morada de paz, en habitaciones seguras y en frescos lugares de reposo.

ISAÍAS 35:1-10 (RVA)
|1| Se alegrarán el desierto y el sequedal. Se regocijará el Arabá y florecerá como la rosa.
|2| Florecerá profusamente; se regocijará en gran manera, y cantará con júbilo. Le será dada la gloria del Líbano, la majestad del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehovah, la majestad de nuestro Dios.
|3| Fortaleced las manos débiles; afirmad las rodillas vacilantes.
|4| Decid a los de corazón apocado: “¡Fortaleceos; no temáis! He aquí que vuestro Dios viene con venganza y retribución divina. El mismo vendrá y os salvará.”
|5| Entonces serán abiertos los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se destaparán.
|6| Entonces el cojo saltará como un venado, y cantará la lengua del mudo; porque aguas irrumpirán en el desierto, y torrentes en el Arabá.
|7| La arena candente se convertirá en laguna; y el sequedal, en manantiales de agua. En la morada de los chacales habrá pastizales y área de cañaverales y de juncos.
|8| Y habrá allí una calzada a la cual se llamará Camino de Santidad. No pasará por ella ningún impuro. Será para los que siguen el camino, y los simples no se desviarán.
|9| Allí no habrá leones; no subirán por ella fieras voraces, ni se encontrarán allí. Pero caminarán por allí los redimidos.
|10| Los rescatados de Jehovah volverán y entrarán en Sion con cánticos. Y sobre sus cabezas habrá alegría perpetua. Alcanzarán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.

ISAÍAS 65:17-25 (RVA)
|17| Porque he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva. No habrá más memoria de las cosas primeras, ni vendrán más al pensamiento.
|18| Más bien, gozaos y alegraos para siempre en las cosas que yo he creado. Porque he aquí que yo he creado a Jerusalén para alegría, y a su pueblo para gozo.
|19| Yo me gozaré por Jerusalén y me regocijaré por mi pueblo. Nunca más se oirá en ella la voz del llanto ni la voz del clamor.
|20| No habrá allí más bebés que vivan pocos días, ni viejos que no completen sus días. Porque el más joven morirá a los cien años, y el que no llegue a los cien años será considerado maldito.
|21| Edificarán casas y las habitarán; plantarán viñas y comerán de su fruto.
|22| No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque como la edad de los árboles será la edad de mi pueblo. Mis escogidos disfrutarán plenamente de las obras de sus manos.
|23| No se esforzarán en vano, ni darán a luz hijos para el terror; porque serán linaje bendito de Jehovah, y de igual manera sus descendientes.
|24| Y sucederá que antes que llamen, yo responderé; y mientras estén hablando, yo les escucharé.
|25| “El lobo y el cordero pacerán juntos. El león comerá paja como el buey, y la serpiente se alimentará de polvo. No harán daño ni destruirán en todo mi santo monte,” ha dicho Jehovah.

Estas promesas dadas al pueblo de Israel son las mismas promesas para nosotros, porque por medio de la fe en Jesús tenemos parte de las mismas promesas.

ROMANOS 8:14-17 (RVA)
|14| Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
|15| Pues no recibisteis el espíritu de esclavitud para estar otra vez bajo el temor, sino que recibisteis el espíritu de adopción como hijos, en el cual clamamos: “¡Abba, Padre!”
|16| El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
|17| Y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Al hacer a Jesús nuestro Señor Dios nos ha dado “espíritu de adopción”, esto quiere decir que nos hizo Sus hijos. Pablo usa la palabra “adopción”, porque en su tiempo, la ley romana permitía a una persona deshacerse de un hijo natural si no lo quería, pero si alguien adoptaba un hijo, se comprometía legalmente a cuidarlo de por vida. Por eso, al usar la palabra “adopción” Pablo nos hace ver el compromiso que Dios asume de tenernos como Sus hijos para siempre.

Y dice que si somos hijos somos herederos de Dios y coherederos con Cristo. La palabra “heredero” puede confundir un poco, ya que, en el presente, para recibir una herencia tiene que morir el dueño de los bienes ¡pero sabemos que Dios no va a morir! La palabra griega para “herencia” es klëros, que puede traducirse como como “parte asignada”, siendo el “heredero” el “receptor de una parte asignada”. Lo que nos quiere decir la Biblia aquí es que por creer en Jesús como Señor tenemos una parte asignada en el reino venidero, al decir que somos “coherederos” no se refiere a que recibiremos exactamente lo mismo que Jesús, sino que vamos a formar parte de los que habitan en el reino junto con Jesús.

Por así decir, Dios tiene una gran “torta” para repartir entre todos los que entremos en el reino, parte de esa torta es para Jesús, y habrá una parte para cada creyente, conforme a las obras que hayamos hecho, pero somos “coherederos” (correceptores) en el sentido de que todos recibiremos una parte de la misma “gran torta”.

COLOSENSES 1:12-13 (RVA)
|12| Con gozo damos gracias al Padre que os hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz.
|13| Él nos ha librado de la autoridad de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo amado,

Pero, además de recibir parte en el reino, también vamos a recibir un cuerpo y una forma de vida similar a la que tiene Jesús ahora:

ROMANOS 8:29 (RVA)
Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo; a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

1 JUAN 3:2-3 (RVA)
|2| Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero sabemos que cuando él sea manifestado, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
|3| Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, como él también es puro.

1 CORINTIOS 15:47-54 (RVA)
|47| El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es celestial.
|48| Como es el terrenal, así son también los terrenales; y como es el celestial, así son también los celestiales.
|49| Y así como hemos llevado la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.
|50| Y esto digo, hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción heredar la incorrupción.
|51| He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados
|52| en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados.
|53| Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad.
|54| Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria!

Así que, parte de nuestra “herencia” (nuestra porción asignada) es tener una forma de vida inmortal e incorruptible tal como la que tiene Jesús ahora.

Los hijos de Dios en el futuro viviremos para siempre en una tierra nueva donde habrá paz, alegría y bendición con un cuerpo inmortal, incorruptible, hecho a semejanza del que Jesús tiene ahora.

EL REINO MILENARIO

Como vimos, Dios nos prometió la vida en una era futura en la que habrá justicia. Pero este futuro consta de dos partes, dos eras diferentes.

Previamente habíamos visto (cuando hablé sobre “el día del Señor”) que en el futuro Dios va a derramar Su ira sobre la Tierra y va a hacer justicia sobre la maldad humana, pero que los cristianos (ya sea que aún estemos vivos o que hayamos muerto) seremos arrebatados en el cielo y trasformados en inmortales previo a este tiempo de juicio y destrucción relatado en Apocalipsis (1 Tes. 4:13-18). Este arrebato no fue revelado antes de los tiempos de los apóstoles, es parte de un gran secreto guardado por Dios y revelado a los apóstoles (1 Co. 2:7; 15:51; Ef. 3:3-9). De todos modos, Dios aún dará oportunidad de arrepentirse a los que queden sobre la Tierra y algunos sobrevivirán a ese tiempo de juicio.

Los capítulos 16 al 19 de Apocalipsis nos relata la venida de Jesús a la Tierra con su ejército a conquistar la Tierra. Luego de la victoria, en el capítulo 20 leemos:

APOCALIPSIS 20:1-5 (RVA)
|1| Vi a un ángel que descendía del cielo y que tenía en su mano la llave del abismo y una gran cadena.
|2| El prendió al dragón, aquella serpiente antigua quien es el diablo y Satanás, y le ató por mil años.
|3| Lo arrojó al abismo y lo cerró, y lo selló sobre él para que no engañase más a las naciones, hasta que se cumpliesen los mil años. Después de esto, es necesario que sea desatado por un poco de tiempo.
|4| Y vi tronos; y se sentaron sobre ellos, y se les concedió hacer juicio. Y vi las almas de los degollados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni tampoco recibieron su marca en sus frentes ni en sus manos. Ellos volvieron a vivir y reinaron con Cristo por mil años.
|5| Pero los demás muertos no volvieron a vivir, sino hasta que se cumplieran los mil años. Esta es la primera resurrección.

El versículo 2 nos dice que el Diablo será “atado” y encerrado en el abismo por mil años. Luego nos dice que después de esto es necesario que sea desatado por un tiempo. No se nos revela exactamente por qué es necesario hacer esto, pero evidentemente es parte del plan de Dios y Su justicia.

Aquellos que murieron durante el apocalipsis, pero llegaron a creer en Jesús y no adoraron a la “bestia” van a ser resucitados en inmortalidad y van a reinar con Cristo mil años. Para ese entonces los cristianos ya seremos inmortales también. Pero habrá gente que habrá sobrevivido al apocalipsis, esta gente será aún mortal. Así que aquí tenemos una era de 1000 años en donde Jesús reina junto con otros creyentes que recibirán también la capacidad de gobernar sobre ciertos territorios, pero donde también habrá gente mortal que vivirá en este período. Debido a que este período durará mil años, podemos llamarlo “reino milenario” o “era milenaria”.

APOCALIPSIS 20:7-15 (RVA)
|7| Cuando se cumplan los mil años, Satanás será soltado de su prisión
|8| y saldrá para engañar a las naciones que están sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de congregarlos para la batalla. El número de ellos es como la arena del mar.
|9| Y subieron sobre lo ancho de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, y descendió fuego del cielo y los devoró.
|10| Y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
|11| Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar fue hallado para ellos.
|12| Vi también a los muertos, grandes y pequeños, que estaban de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos. Y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados a base de las cosas escritas en los libros, de acuerdo a sus obras.
|13| Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras.
|14| Y la Muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda, el lago de fuego.
|15| Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Después de esos mil años, vemos que el Diablo es soltado, logra engañar a parte de la gente y se arma una batalla final en donde todas las personas que siguieron al Diablo son eliminadas. Luego todos los muertos son resucitados (estos serían todos los incrédulos que han muerto durante toda la historia y los creyentes que hayan muerto durante el reino milenario).

Por lo que ya vimos previamente, habrá un castigo de oscuridad para los incrédulos, que no está mencionado aquí y luego serán arrojados al lago de fuego, para finalmente ser destruidos por completo. Luego de esto, Dios hace un cielo nuevo y Tierra nueva y comienza lo que podríamos llamar “la era final” o “el reino final”.

APOCALIPSIS 21:1-5 (RVA)
|1| Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe más.
|2| Y yo vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén que descendía del cielo de parte de Dios, preparada como una novia adornada para su esposo.
|3| Oí una gran voz que procedía del trono diciendo: “He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres, y él habitará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
|4| Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron.”
|5| El que estaba sentado en el trono dijo: “He aquí yo hago nuevas todas las cosas.” Y dijo: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.”

APOCALIPSIS 21:22-27 (RVA)
|22| No vi en ella templo, porque el Señor Dios Todopoderoso, y el Cordero, es el templo de ella.
|23| La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna, para que resplandezcan en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara.
|24| Las naciones andarán a la luz de ella, y los reyes de la tierra llevan a ella su gloria.
|25| Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
|26| Y llevarán a ella la gloria y la honra de las naciones.
|27| Jamás entrará en ella cosa impura o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Si quieren pueden leer todo el capítulo 21 y 22 de apocalipsis para tener una descripción más completa de cómo será este reino. ¡Sin dudas será maravilloso! ¡Esta es nuestra esperanza!

DIFERENCIAS ENTRE EL REINO MILENARIO Y EL FINAL

Tanto el reino milenario como el reino final serán tiempos muy buenos para vivir. Cuando leemos las profecías sobre el reino en la Biblia, a veces las descripciones están mezcladas, porque Dios no reveló exactamente cuál es cual, no obstante, si prestamos atención a ciertos detalles, nos daremos cuenta que algunas profecías son con respecto al reino milenario y otras con respecto al reino final.

Por ejemplo, en Ezequiel capítulos 40 al 48 tenemos se revela cómo va a ser el templo del reino futuro, pero en Apocalipsis 21:22 Juan dice que no vio templo en la Jerusalén de su visión para el reino final. Así que, podemos darnos cuenta que Ezequiel está describiendo al reino milenario, en el cual sí habrá templo, mientras que en reino final no habrá.

Apocalipsis 21:4 nos dice que en el reino final “no habrá más muerte”, pero Isaías 65:20 dice que “el que no llegue a los 100 años será considerado maldito”. Ya vimos que en el reino milenario habrá humanos mortales sobrevivientes del Apocalipsis, así que habrá muerte, pero las condiciones de vida serán tal que si alguien muere antes de los 100 años puede considerarse como “maldito”, como cuando alguien hoy muere a los 50 o 60 y decimos que fue “desgraciado”, porque “murió joven”. Por otro lado, cuando estemos en el reino final, todos serán inmortales.

Isaías 60:11 nos dice que en el reino milenario habrá “día y noche”, pero en el reino final no habrá más noche, nos dice Apocalipsis 21:25.

Isaías 65:17 nos dice que en este reino milenario habrá “cielo nuevo y tierra nueva”, pero también Apocalipsis 21 nos habla de un cielo nuevo y tierra nueva para el reino final. En este caso, podemos suponer que Dios tendrá que rehacer cielo y tierra dos veces. En principio, luego de los desastres relatados en Apocalipsis, seguramente la tierra quedará arruinada, así que habrá que reconstruirla para el gobierno de Cristo. Por otro lado, luego de que el Diablo sea soltado y haya una nueva guerra, es posible que otra vez la tierra sea dañada. Aún si así no fuera, evidentemente Dios hará nuevamente tierra y cielo para Su reino final.

Otra diferencia es que el reino milenario será gobernado por Jesús en la Tierra, y los creyentes inmortales serán reyes y sacerdotes. Por otro lado, en el reino final Jesús va a entregar el reino a Dios, y Dios mismo estará en la Tierra gobernando junto con Jesús, habrá un trono para Dios y Jesús, ambos gobernarán juntos.

APOCALIPSIS 22:1-3 (RVA)
|1| Después me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluye del trono de Dios y del Cordero.
|2| En medio de la avenida de la ciudad, y a uno y otro lado del río, está el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto. Las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones.
|3| Ya no habrá más maldición. Y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le rendirán culto.

1 CORINTIOS 15:22-25 (RVA)
|22| Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.
|23| Pero cada uno en su orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
|24| Después el fin, cuando él entregue el reino al Dios y Padre, cuando ya haya anulado todo principado, autoridad y poder.
|25| Porque es necesario que él reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies.

Puesto que Jesús no va a ser destituido de su reino, sino que simplemente, va a dárselo a Dios y ambos van a compartir el reinado, las profecías nos dicen que el reino de Jesús no tendrá fin:

ISAÍAS 9:6-7 (RVA)
|6| Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
|7| Lo dilatado de su dominio y la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y fortalecerlo con derecho y con justicia, desde ahora y para siempre. El celo de Jehovah de los Ejércitos hará esto.

DANIEL 7:13-14 (RVA)
|13| “Estaba yo mirando en las visiones de la noche, y he aquí que en las nubes del cielo venía alguien como un Hijo del Hombre. Llegó hasta el Anciano de Días, y le presentaron delante de él.
|14| Entonces le fue dado el dominio, la majestad y la realeza. Todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su dominio es dominio eterno, que no se acabará; y su reino, uno que no será destruido.

La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia

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