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LA FE QUE MUEVE MONTAÑAS

Por Pablo Pereyra

MATEO 21:18-22 (RVA)
|18| Volviendo a la ciudad por la mañana, él tuvo hambre.
|19| Al ver una higuera en el camino, fue a ella; pero no encontró nada en ella sino sólo hojas, y le dijo: —Nunca jamás brote fruto de ti. Pronto se secó la higuera,
|20| y los discípulos, al verlo, se maravillaron diciendo: —¿Cómo se secó tan pronto la higuera?
|21| Jesús respondió y les dijo: —De cierto os digo que si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si decís a este monte: “Quítate y arrójate al mar,” así será.
|22| Todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Acá tenemos el relato de Jesús, que maldijo una higuera, la cual luego se secó. En realidad, Jesús maldijo dos higueras, lo cual expliqué en el estudio “La maldición de las dos higueras”. En esta ocasión quiero que nos detengamos a analizar las siguientes palabras de Jesús, que dijo a sus discípulos que, si tuvieran fe y no dudaran, podrían no sólo hacer lo de la higuera, sino también trasladar un monte. Además, luego dice que todo lo que pidan en oración, creyendo lo recibirán.

Las palabras “quítate y arrójate en el mar”, conforme al texto griego, deberían ser traducidas más exactamente como “sé quitado y sé echado al mar”, el verbo griego es pasivo, lo cual indica que alguien más (no mencionado) hace la acción. Obviamente, el que quita el monte y lo echa al mar es Dios, no es que el monte se quita a sí mismo.

Es interesante la palabra “dudáis”, del versículo 21. En el griego es la palabra diakrinö, que significa primariamente “evaluar la diferencia entre cosas, discernir, diferenciar”, de ahí derivan otros sentidos, como el de “hacer distinción entre personas evaluándolas, hacer diferencia, decidir entre, juzgar”; en un ámbito legal se usaba con el significado de “juzgar una disputa” y, en aoristo, cobra el sentido de “dudar, titubear”.

Entonces, en su raíz, esta palabra nos habla de tomar una decisión entre dos o más opciones, es lógico que cobre el sentido de “dudar”, ya que la duda se produce cuando no sabemos qué escoger entre varias opciones.

En Marcos 11:20 tenemos un relato similar:

MARCOS 11:20-24 (RVA)
|20| Por la mañana, pasando por allí vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
|21| Entonces Pedro, acordándose, le dijo: —Rabí, he aquí la higuera que maldijiste se ha secado.
|22| Respondiendo Jesús les dijo: —Tened fe en Dios.
|23| De cierto os digo que cualquiera que diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar,” y que no dude en su corazón, sino que crea que será hecho lo que dice, le será hecho.
|24| Por esta razón os digo que todo por lo cual oráis y pedís, creed que lo habéis recibido, y os será hecho.

En este caso, tenemos unas palabras extra de parte de Jesús, donde él dice “tened fe en Dios”. Literalmente el texto dice “tened fe de Dios”, lo cual es el caso genitivo y, si bien involucra “tened fe en Dios”, también nos da el sentido de que esa fe tiene que ser conforme a la voluntad de Dios. Esto quiere decir que no es sólo por “creer” que algo va a suceder, que esto será hecho, sino que tiene que estar Dios involucrado, de otro modo, no habrá milagro.

Además, es interesante el versículo 24, donde dice que “todo por lo cual oráis, creed [tiempo presente] que lo habéis recibido [tiempo pasado], y os será hecho [tiempo futuro]. El uso de los tiempos verbales aquí es llamativo y veremos a qué se refiere.

Muchas veces se usan estos versículos para enseñar que con sólo “tener fe” Dios hará lo que sea que le pidamos, también se suele decir que si u obtenemos lo que pedimos a Dios en oración es “por falta de fe”, o que para recibir algo de Dios tenemos que actuar como si ya lo hubiéramos recibido, así que, por ejemplo, si un paralítico quiere caminar, debe actuar como si sus piernas estuvieran sanas. Esto, por supuesto, no es para nada lógico, ¿Si quiero trabajar para Google que hago? ¿Me meto en las oficinas y actúo como un empleado? ¿Y si quiero tener un Lamborghini? ¿Cómo hago para “creer” que ya lo recibí?

Cuando el sentido literal directo de un pasaje de la Escritura no concuerda con la realidad, o parece no tener sentido, podemos sospechar que se está hablando figurativamente, así que, deberíamos encontrar otras Escrituras que hablen del mismo tema para tener más información.

El primer punto a considerar aquí es ¿qué es la fe? Muchos piensan que la fe es una especie de actitud de la mente, algo muy parecido al optimismo o positivismo y que “creer” es hacer una especie de “fuerza mental”. Pero estos conceptos de la fe vienen de las religiones metafísicas. La fe, en la Biblia, es la palabra griega pistis, que significa “confianza, seguridad, convicción, certeza, creencia”. Tener fe es tener confianza, tener una convicción y actuar en base a esta convicción.

Así que, tener fe en Dios es, sencillamente, confiar en Dios. Un primer paso para poder recibir algo de parte de Dios es confiar en Él.

HEBREOS 11:6 (NVI)
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.

¡Es lógico! ¿No es cierto? ¿Cómo vamos a agradar a Dios si no creemos que Él existe? Pero no sólo se trata de creer que Dios existe, tenemos que creer que Él recompensa a quienes lo buscan. No podemos agradar a Dios si creemos que es un Dios malo, indiferente, lejano o tirano. Tenemos que confiar en Su amor, bondad y Su buena voluntad para con quienes le buscan.

SANTIAGO 4:2-3 (NVI)
|2| Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden.
|3| Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones.

Aquí Santiago nos está mostrando que no todo lo que una persona pida lo va a recibir, si alguien pide contra la voluntad de Dios, no importa cuánta “fuerza mental” alguien haga, o cuán “seguro” esté de que va a recibir lo pedido, si su pedido va contra la voluntad de Dios, no se hará.

1 JUAN 5:14-15 (NVI)
|14| Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.
|15| Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.

Santiago nos dijo que si lo que pedimos va contra la voluntad de Dios, no vamos a recibir nada, por otro lado, Juan aquí nos dice que, si pedimos conforme a la voluntad de Dios, Él nos oye, y podemos confiar, estar seguros, de que tendremos lo que hayamos pedido.

Entonces, vemos que la respuesta a nuestras oraciones no se trata tan sólo de una actitud mental de “seguridad” o “positivismo” sobre aquello que pedimos, sino que requiere que nuestra oración sea hecha en alineación con la voluntad de Dios.

Entonces, podemos entender un poco mejor las palabras de Jesús.

MARCOS 11:22-24 (RVA)
|22| Respondiendo Jesús les dijo: —Tened fe en Dios.
|23| De cierto os digo que cualquiera que diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar,” y que no dude en su corazón, sino que crea que será hecho lo que dice, le será hecho.
|24| Por esta razón os digo que todo por lo cual oráis y pedís, creed que lo habéis recibido, y os será hecho.

Aquí el monte es, claramente, una figura literaria, Jesús usa una hipérbole, una exageración. Mover un monte es un evento imposible para un ser humano, por lo tanto, representa todo aquello que a nosotros nos parece difícil o imposible. Dios no hace nada sin propósito, si Él fuera a mover un monte, esto tendría que tener un objetivo específico de parte de Dios. Dios creó todo el Universo, así que mover un monte, para Él, es una tarea menor, pero desde nuestra óptica humana, es un imposible.

Así que, si Dios nos pidiera que digamos a un monte que se traslade de un lado a otro, probablemente nos parecería una locura, pero si Dios lo manda, Él va a avalarlo con Su poder.

El que Jesús le hablara a una higuera seguramente fue visto como una locura para algunos de quienes estaban con él, pero cuando la higuera se secó, mostró que él estaba actuando con la guía de Dios.

En Mateo 17 Jesús dijo:

MATEO 17:20 (RVA)
Jesús les dijo: —Por causa de vuestra poca fe. Porque de cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Pásate de aquí, allá”; y se pasará. Nada os será imposible.

Este contexto es diferente, estas palabras vinieron después de una liberación que hizo Jesús. En este caso, él dijo que era posible mover un monte aún si la fe es del tamaño de una semilla de mostaza. Si Dios nos mandara a decir a un monte que se traslade y lo decimos, aún si nuestra confianza no fuera perfecta, sucedería, porque estamos haciendo lo que Dios nos ha mandado.

Jesús usa dos extremos, la semilla de mostaza, que era la semilla más chiquita que conocía la gente que lo rodeaba, y el monte, una de las cosas más grandes que podrían observar a su alrededor.

La lección en todos estos pasajes es que nosotros tenemos que confiar en que Dios puede hacer lo que quiera hacer, que para Él no hay imposibles.

La simple convicción de algo no hace que eso se haga realidad, de hecho, algunas de las personas que sufren de locura, están plenamente seguras de ser cosas que no son o de poder hacer cosas que no pueden hacer. El hecho de que alguien esté convencido de poder volar, por ejemplo, no va a hacer que le salgan superpoderes, si se tira desde un lugar alto, va a lastimarse (y, lamentablemente, esto ha pasado ya muchas veces).

Entonces, no se trata de “tener fe” es cualquier cosa, sino de confiar en Dios. Si Dios dice que hagamos algo, podemos confiar en Su Palabra; si Dios promete algo, podemos confiar plenamente en que lo va a cumplir; si Dios nos dice que movamos un monte, a nuestra voz, Él lo hará.

Y ¿qué pasa con la oración?

MARCOS 11:26 (RVA)
Por esta razón os digo que todo por lo cual oráis y pedís, creed que lo habéis recibido, y os será hecho.

Tal como vimos en las cartas de Santiago y Juan, no todo lo que pidamos a Dios va a suceder, pero si pedimos algo conforme a Su voluntad, Dios puede darnos instrucciones sobre qué hacer para recibirlo y, si actuamos como Él instruye, podemos confiar en que tendremos lo que pedimos.

A veces la Biblia nos habla en tiempo pasado para referirse a eventos futuros para poder dar una plena certeza de que sucederá, a esto los teólogos lo han llamado el “pretérito profético” o “pasado profético”, Dios habla en tiempo pasado para garantizar que sucederá un evento futuro. En este caso, Dios dice que al orar y pedir (presente) tenemos que creer (presente) que hemos recibido (pasado) y esto será hecho (futuro).

Aquí el tiempo pasado es una forma de garantizarnos que si lo que pedimos está disponible y está conforme a la voluntad de Dios, será hecho. Si Dios dice que algo sucederá, nosotros tenemos que confiar en esto que Dios dijo como si ya hubiese sido hecho.

SANTIAGO 1:5-8 (RVA)
|5| Y si a alguno de vosotros le falta sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos con liberalidad y sin reprochar; y le será dada.
|6| Pero pida con fe, no dudando nada. Porque el que duda es semejante a una ola del mar movida por el viento y echada de un lado a otro.
|7| No piense tal hombre que recibirá cosa alguna del Señor.
|8| El hombre de doble ánimo es inestable en todos sus caminos.

Como señalé anteriormente, la duda consiste en tener varias opciones y no saber qué elegir. En este contexto, Santiago dice que si pedimos sabiduría a Dios sobre una situación difícil (ver versículos anteriores), Dios la dará. En esa sabiduría de Dios, Dios nos va a mostrar qué hacer y ahí es donde debemos actuar sin dudar.

Las opciones son: hacer lo que Dios mandó o hacer otra cosa. Si no actuamos conforme a lo que Dios instruyó, entonces no vamos a recibir nada de su parte. Una persona de “doble ánimo”, en este contexto, sería alguien que primero pide la guía de Dios, pero luego no está dispuesta a seguirla.

Así que, cuando estamos en una situación difícil, o cuando queremos algo de parte de Dios, tenemos que orar y confiar en Su amor y bondad. Si lo que pedimos es conforme a Su voluntad, Dios puede darnos una instrucción específica, nos va a mostrar qué hacer ¡ese es el momento de creer y no dudar! Si hacemos Su voluntad, nos dará aquello que le pedimos.

2 CORINTIOS 9:8 (RVA)
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra;

La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia

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2 comentarios en «La FE que mueve montañas y la ORACIÓN de fe»

  1. Disculpe! Pero no entendí nada. La fe se mueve por la confianza en Dios pero si es la voluntad de Dios! Y como saber cual es su voluntad para caminar, pedir o actuar conforme a ello. Me podría dar ejemplos para tener más claro el estudio de la fe. Le agradezco de antemano su respuesta hermano. Y disculpe mi ignorancia hacia el tema. Gracias!

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