GÉNESIS 3:16 – “ÉL SE ENSEÑOREARÁ DE TI”
Esto es una parte resumida de mi estudio «Las mujeres en la Iglesia» , para un estudio más completo recomiendo lean ese estudio.
En Génesis leemos:
GÉNESIS 3:16 (RV-1960)
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
Hoy en día sabemos que esta profecía se cumplió más allá de lo que quizá hubiesen imaginado Adán y Eva. No sólo Adán tomó señorío sobre Eva, sino que, a lo largo de la historia, el hombre ha tomado señorío sobre la mujer. Pero es necesario comprender que este no fue el deseo y diseño de Dios desde el principio, Dios hizo al hombre y la mujer para gobernar juntos sobre la Tierra.
GÉNESIS 1:27-28 (RVA)
|27| Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó.
|28| Dios los bendijo y les dijo: “Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra.”
Noten que Dios les dice a ambos: “llenad la tierra, sojuzgadla y tened dominio…” Dios mandó que ambos tengan dominio sobre todos los demás seres vivientes, pero no dijo nada de tener dominio de uno sobre el otro. Ambos tenían el dominio y señorío sobre la creación de Dios.
Pero en Génesis 3 leemos:
GÉNESIS 3:14-19 (RV-1960)
|16| A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
|17| Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
|18| Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
|19| Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
En versículos previos se nos relata que el Adversario (el Diablo), llamado aquí “la Serpiente” (es llamado así para enfatizar su astucia para engañar y atacar), engañó a Eva para comer del fruto que Dios les había prohibido comer. Eva, a su vez, dio del fruto a Adán y él lo comió también. Entonces aquí Dios profiere las maldiciones que vendrían a cada uno como consecuencia de la desobediencia. La serpiente iba a ser maldita y Dios da la promesa de un descendiente de la mujer (Jesús) que la derrotaría. Luego dice a la mujer que daría a luz con dolor y su marido tomaría señorío sobre ella, y al hombre le dice que la tierra iba a ser maldita por su causa, le costaría gran trabajo y dolor poder obtener los alimentos, las plantas producirían “espinas y cardos” (lo cual simboliza que toda clase de mal vendría sobre la tierra), y él mismo iba a morir (esto también corre para Eva, ambos quedaron corrompidos). A partir de aquí, la muerte y el mal entró en el mundo.
Todo esto relatado aquí no es el diseño de Dios, sino las consecuencias de la desobediencia. Dios no creó a las plantas para que dieran espinas, cardos y toda clase de cosas dañinas, éstas llegaron como consecuencia de la desobediencia. Dios no creó al hombre para que su cuerpo se deteriore y muera, la muerte es consecuencia de la desobediencia. Dios no creó a la mujer para que tenga dolor en su parto, este dolor es consecuencia de la desobediencia. Y también, Dios no creó a la mujer para que sea dominada por el hombre, sino que esto también es consecuencia de la desobediencia.
El dominio del hombre sobre la mujer no ha sido el diseño original de Dios, Dios no diseño a la mujer para estar subordinada al hombre, sino para ser su complemento ideal, su “ayuda idónea”. Sin embargo, la desobediencia de Adán y Eva trajeron consecuencias. Es importante que entendamos esto, para darnos cuenta que no fue el deseo de Dios que la mujer fuera dominada por el hombre, sino que esto es parte del mal que entró en el mundo cuando comieron del fruto prohibido.
Con la caída de Adán y Eva entró el egoísmo y la soberbia al corazón humano y a causa de ese egoísmo es que todo ser humano intenta aprovechar sus habilidades y capacidades para ganar dominio sobre otros y el hombre históricamente ha usado su ventaja física para dominar a la mujer. Quiero enfatizarlo nuevamente, este no fue el diseño de Dios, sino las consecuencias de la caída.
Pero ¿qué me dicen de estos versículos?
EFESIOS 5:22 (RV-1960)
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Esto fue dicho por los apóstoles luego de la resurrección de Cristo. Cristo vino a restaurarnos de las consecuencias del pecado, pero esto no será hecho por completo sino hasta la era final en la que todos seremos perfectos y viviremos para siempre en el reino de Dios. En el presente, hay consecuencias que se atenúan por la acción de Dios en esta vida, no obstante, otras seguirán presentes durante esta vida y para minimizar el impacto del mal en el mundo, Dios estableció leyes, mandamientos y ordenanzas que intentan mostrarnos cómo conducirnos en esta vida de modo de poder tener Su bendición. Por eso Dios ordena estas cosas que vemos aquí, pero ¿cuál es el contexto?
En Efesios Pablo habla a hombres y mujeres creyentes sobre cómo convivir en un matrimonio entre cristianos. Si bien es cierto que Pablo dice que las casadas deben estar sujetas a sus maridos, veamos el contexto:
EFESIOS 5:21-22 (RV-1960)
|21| Someteos unos a otros en el temor de Dios.
|22| Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Pablo aquí comienza diciendo “someteos unos a otros en el temor de Dios”. Esto se refiere a que voluntariamente nos vamos a someter o sujetar a otra persona cuando Dios así lo requiera, reconociendo que el consejo o instrucción de esa persona es para nuestro bien y está Dios de por medio en esa relación.
EFESIOS 5:23-29 (RV-1960)
|23| porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
|24| Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
|25| Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
|26| para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
|27| a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
|28| Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
|29| Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
Lo que vemos aquí es la responsabilidad que Dios pone en la vida de una pareja cristiana. Dios instruye a que la mujer se sujete al marido, pero, a la vez, manda al marido a amar a su mujer “como Cristo amó a la Iglesia”. El ejemplo que Cristo nos dejó es que, aun teniendo disponible todo el poder y autoridad de Dios, él no usó eso para someter a sus discípulos a una obediencia tiránica, todo lo contrario, él mostró un gran ejemplo de servicio continuo mientras estuvo en la tierra, y su máximo ejemplo de amor fue su sacrificio por nuestros pecados. Del mismo modo, aunque Dios manda a la mujer a estar sujeta al marido, al marido le queda la responsabilidad de desarrollar una clase de amor y de entrega por su mujer al nivel del amor y entrega de Cristo. Esto rompe con todos los estigmas sociales de la época. Los filósofos griegos de la época consideraban a la mujer un ser inferior, prácticamente como un objeto a ser usado; y aquí Dios está poniendo a la mujer es un alto grado de estima, haciendo una comparación con el valor que la Iglesia tiene para Cristo, quien se sacrificó por nosotros.
Sin lugar a dudas, la mujer tiene gran valor para Dios, el mismo que el hombre, y Dios quiere que hombres y mujeres seamos un complemento, que como miembros del Cuerpo de Cristo nos edifiquemos mutuamente conforme a los dones, talentos y funciones que Dios nos ha dado. No es la voluntad de Dios el sometimiento tiránico, sino la sujeción en amor, cuando esa sujeción es con el fin de cuidarnos y edificarnos.
NOTA: la información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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4 comentarios en «Génesis 3:16 – «Él se enseñoreará de ti»»
Explicado con mucha claridad!
¡Gracias! ¡Qué bueno que sea de bendición!
Me encantó, muy bien explicado en su contexto, gracias y bendiciones.
¡Qué bueno que el artículo sea de ayuda! ¡Bendiciones!