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LOS JUICIOS DE DIOS

Por Pablo Pereyra

EL JUICIO DE DIOS

SALMOS 9:7-8 (RVA)
|7| Pero Jehovah permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
|8| El juzgará al mundo con justicia; hará juicio a los pueblos con rectitud.

La Biblia nos dice que Dios es justo y va a juzgar a toda la humanidad para dar recompensas y castigos. En diferentes partes de las Escrituras podemos ver que Él hará justicia sobre la humanidad:

Mateo 12:36-37 (RVA)
|36| Pero yo os digo que en el día del juicio los hombres darán cuenta de toda palabra ociosa que hablen.
|37| Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

ECLESIASTÉS 12:13-14 (RVA)
|13| La conclusión de todo el discurso oído es ésta: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, pues esto es el todo del hombre.
|14| Porque Dios traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido, sea bueno o sea malo.

Dios pondrá a juicio nuestras acciones y nuestras palabras, e incluso aquello que está “escondido” en nuestro corazón. Pero Dios es misericordioso, bondadoso y está lleno de amor, por esta causa Él no está emitiendo Su juicio hoy, sino que está siendo paciente con los incrédulos, para darles la oportunidad de que se arrepientan y alcancen salvación.

2 PEDRO 3:9-10 (RVA)
|9| El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; más bien, es paciente para con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.
|10| Pero el día del Señor vendrá como ladrón. Entonces los cielos pasarán con grande estruendo; los elementos, ardiendo, serán deshechos, y la tierra y las obras que están en ella serán consumidas.

Pedro aquí nos está diciendo que Dios no demora Su promesa de salvación sólo por un deseo injustificado de demorarlo, sino que Su intención es que todos se arrepientan, y por eso está siendo paciente. No obstante, en algún momento va a llegar un día llamado “el día del Señor” y va a haber gran destrucción sobre la tierra y vendrá gran aflicción sobre los incrédulos.

EL “DÍA DEL SEÑOR”

La expresión “el día del Señor”, tiene un significado particular en la Biblia. En el Antiguo Testamento es llamado “el día de YHWH” (o “el día de Jehová”) y en el Nuevo Testamento lo vemos como “el día del Señor” y también como “el día de Jesucristo” o “el día de Cristo Jesús”. La palabra “día” se usa en forma de metonimia (una figura de dicción) para indicar un tiempo o período, como veremos, señala un tiempo en que Dios va a juzgar a la humanidad, castigando a los incrédulos y malvados.

ISAÍAS 2:11-12 (RVA)
|11| Los ojos altivos del hombre serán humillados, y la soberbia del ser humano será postrada. Sólo Jehovah será enaltecido en aquel día.
|12| Porque el día de Jehovah de los Ejércitos vendrá contra todo arrogante y altivo, y contra todo el que se ha enaltecido, el cual será humillado.

ISAÍAS 13:9-11 (RVA)
|9| He aquí que viene el día de Jehovah, implacable, lleno de indignación y de ardiente ira, para convertir la tierra en desolación y para destruir en ella a sus pecadores.
|10| Porque las estrellas de los cielos y sus constelaciones no irradiarán su luz. El sol se oscurecerá al salir, y la luna no dará su luz.
|11| “Castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad. Haré que cese la arrogancia de los soberbios, y humillaré la altivez de los tiranos.

Otros versículos que nos hablan de este “día de Jehová” son Joel 2:1-3; Amós 5:20-24; Sofonías 1:14-18; todos estos versículos nos muestran que el tiempo en que Dios juzgue al mundo va a ser un tiempo de gran aflicción y tribulación, donde Dios va a castigar la maldad del mundo. Este tiempo es también llamado “el día del Señor” en el Nuevo Testamento:

2 PEDRO 3:7-13 (RVA)
|7| Pero por la misma palabra, los cielos y la tierra que ahora existen están reservados para el fuego, guardados hasta el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos.
|8| Pero, amados, una cosa no paséis por alto: que delante del Señor un día es como mil años y mil años como un día.
|9| El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; más bien, es paciente para con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.
|10| Pero el día del Señor vendrá como ladrón. Entonces los cielos pasarán con grande estruendo; los elementos, ardiendo, serán deshechos, y la tierra y las obras que están en ella serán consumidas.
|11| Ya que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡qué clase de personas debéis ser vosotros en conducta santa y piadosa,
|12| aguardando y apresurándoos para la venida del día de Dios! Por causa de ese día los cielos, siendo encendidos, serán deshechos; y los elementos, al ser abrasados, serán fundidos.
|13| Según las promesas de Dios esperamos cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia.

Pedro nos dice que “el día del Señor” va a venir como ladrón en la noche, o sea, inesperadamente, súbitamente. El castigo de Dios por la maldad del ser humano va a venir súbitamente, pero nosotros, como cristianos, no debemos preocuparnos, porque antes que ese momento llegue, vamos a ser arrebatados por Jesús en el cielo.

1 TESALONICENSES 4:13-18 (RVA)
|13| Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los demás que no tienen esperanza.
|14| Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, de la misma manera Dios traerá por medio de Jesús, y con él, a los que han dormido.
|15| Pues os decimos esto por palabra del Señor: Nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera precederemos a los que ya durmieron.
|16| Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
|17| Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor.
|18| Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

1 TESALONICENSES 5:2-4 (RVA)
|2| Porque vosotros mismos sabéis perfectamente bien que el día del Señor vendrá como ladrón de noche.
|3| Cuando digan: “Paz y seguridad,” entonces vendrá la destrucción de repente sobre ellos, como vienen los dolores sobre la mujer que da a luz; y de ninguna manera escaparán.
|4| Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, como para que aquel día os sorprenda como un ladrón.

Los creyentes que queden hasta el día del juicio de Dios vamos a ser arrebatados al cielo previo a que llegue el juicio de Dios sobre la humanidad.

Al incrédulo ese día lo va a sorprender como un ladrón. El ladrón viene de noche y roba, mata y destruye súbitamente, pero nosotros no vamos a sufrir daño, porque Cristo nos va a llevar antes, por eso la Biblia nos dice que nosotros no estamos en tinieblas para que aquél día nos sorprenda como ladrón.

1 CORINTIOS 4:3 (RVA)
Para mí es poca cosa el ser juzgado por vosotros o por cualquier tribunal humano; pues ni siquiera yo me juzgo a mí mismo.

Esto dijo el apóstol Pablo cuando estaba por ser juzgado, por causa de su prédica de la Escritura, por un tribunal que podría decidir quitarle la vida. En estos versículos las palabras “tribunal humano”, según el texto griego literalmente se leerían como “día humano”. Estas palabras constituyen la figura literaria metonimia, en donde se usa la palabra “día” para representar al tiempo o era presente.

En el tiempo del apóstol Pablo no había cárceles como hoy las conocemos, las cárceles eran lugares de confinamiento momentáneo mientras una persona esperaba un juicio, en el cual la persona podía ser liberada o condenada a muerte. Pablo estaba esperando ese juicio, este tribunal humano que lo iba a juzgar podía determinar si él vivía o moría, pero a Pablo no le preocupaba la sentencia de esta era, sino la de la era venidera.

Lo interesante es notar que Pablo llama “día humano” al tiempo en el que el ser humano está juzgando sobre la Tierra, en contraste al “día del Señor”, en el que Dios va a enviar Su juicio. Evidentemente, a Pablo le importaba más ser aprobado en el día que Dios lo juzgue y no en el tiempo que estaba siendo juzgado por los seres humanos.

Entendiendo que “el día del Señor” es ese tiempo de juicio, es fácil comprender las palabras de Juan en apocalipsis:

APOCALIPSIS 1:10-11 (RVA)
|10| Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,
|11| que decía: “Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea.”

Algunos creen que al decir “el día del Señor” Juan se refería a un día de la semana, sábado o domingo. Pero nos tiene que quedar claro, por todo lo que hemos visto, que Juan donde estaba era en una visión sobre el futuro, cuando venga el día de juicio de Dios sobre la humanidad. Así que lo que va a escribir, no es para iglesias del presente, sino para iglesias del futuro, cuando ese día llegue. Algunos creen que muchas de las cosas relatadas en el apocalipsis ya están sucediendo, pero no es así, porque “el día del Señor” es un tiempo posterior al arrebato de los cristianos, tal como hemos visto.

2 TESALONICENSES 2:1-2 (RVA)
|1| Ahora, con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,
|2| que no seáis movidos fácilmente de vuestro modo de pensar ni seáis alarmados, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, como que ya hubiera llegado el día del Señor.

Es evidente que ya en aquél tiempo había gente que pensaba que el día del juicio de Dios ya había llegado. El templo de Jerusalén había sido destruido, había mucha maldad en la sociedad, los cristianos estaban siendo perseguidos, y muchos creían que había venido el juicio (y quizá creían que se habían “perdido” del arrebato). Pero no, Pablo les dice que no se dejen mover fácilmente y luego explica algunas cosas que sucederán poco antes del tiempo final.

Por lo dicho aquí, había quienes incluso quisieron enviar cartas a nombre de Pablo, o que decían que “el espíritu” les había revelado que el día ya había llegado. Hoy en día suceden las mismas cosas ¿cuántos hay que dicen haber recibido “revelación” de Dios y que Dios ha comenzado Su juicio? Pero nosotros no tenemos que creer a esas falsas “revelaciones”, sino a la Palabra de Dios, que nos dice que el juicio de Dios vendrá después de nuestro arrebato.

LA “IRA” DE DIOS

Si aún les quedan dudas sobre si los cristianos pasaremos por el tiempo de juicio de Dios, vamos a analizar otro concepto interesante en la Biblia que es la “ira” de Dios. La palabra “ira” puede entenderse como “fuerte enojo, ira, furia, furor”. La Biblia nos habla de la “ira de Dios” siendo desatada sobre los que hacen maldad.

ÉXODO 15:7 (RVA)
Con la grandeza de tu poder has destruido a los que se opusieron a ti; desataste tu furor, y los consumió como a hojarasca.

NÚMEROS 25:3-4 (RVA)
|3| Israel se adhirió al Baal de Peor, y el furor de Jehovah se encendió contra Israel.
|4| Jehovah dijo a Moisés: “Toma a todos los jefes del pueblo y ahórcalos a la luz del sol, delante de Jehovah. Así se apartará de Israel el furor de la ira de Jehovah.”

SALMOS 85:2-4 (RVA)
|2| Has perdonado la iniquidad de tu pueblo; has cubierto todos sus pecados. (Selah)
|3| Has dejado todo tu enojo; has desistido del ardor de tu ira. |4| Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación; haz cesar tu ira contra nosotros.

Hubo ocasiones en el pasado en que Dios desató Su ira sobre los impíos, castigándolos por sus malas acciones, esto a causa de que Él debía mantener al mundo en condiciones para que llegara Cristo y pudiera salvar a la humanidad. Si Dios permitía que el mundo se llene de maldad, podría haberse complicado la venida del Salvador. No es la intención desarrollar todos los detalles de Su propósito y plan en este estudio, pero sí que notemos que la “ira” de Dios está relacionada con Su juicio y castigo sobre la maldad.

Ya habíamos visto, previamente, que en el Evangelio se revela una “ira de Dios” contra todos los irreverentes e injustos (Ro. 1:18). Las plagas, tragedias y mortandad relatadas en apocalipsis, son producto de la ira de Dios y de Jesús desatadas sobre la tierra:

APOCALIPSIS 6:16-17 (RVA)
|16| y decían a las montañas y a las peñas: “Caed sobre nosotros y escondednos del rostro del que está sentado sobre el trono y de la ira del Cordero.
|17| Porque ha llegado el gran día de su ira, y ¡quién podrá permanecer de pie!”

Notemos que dice que “ha llegado el gran día de su ira”, y ya habíamos visto que este día (o tiempo) también es el día de juicio de Dios sobre la maldad humana. Así que las expresiones “día de la ira” y “el día del Señor” ambas refieren a ese tiempo donde Dios castigará la maldad humana.

Ahora veamos lo que otros textos de la Biblia nos enseñan sobre este día de “ira” de Dios:

ROMANOS 1:18-32 (RVA)
|18| Pues la ira de Dios se manifiesta desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que con injusticia detienen la verdad.
|19| Porque lo que de Dios se conoce es evidente entre ellos, pues Dios hizo que fuese evidente.
|20| Porque lo invisible de él—su eterno poder y deidad— se deja ver desde la creación del mundo, siendo entendido en las cosas creadas; de modo que no tienen excusa.
|21| Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias; más bien, se hicieron vanos en sus razonamientos, y su insensato corazón fue entenebrecido.
|22| Profesando ser sabios se hicieron fatuos,
|23| y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen a la semejanza de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
|24| Por tanto, Dios los entregó a la impureza, en las pasiones de sus corazones, para deshonrar sus cuerpos entre sí.
|25| Ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y veneraron y rindieron culto a la creación antes que al Creador, ¡quien es bendito para siempre! Amén.
|26| Por esta causa, Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por relaciones contra naturaleza.
|27| De la misma manera, también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se encendieron en sus pasiones desordenadas unos con otros, cometiendo actos vergonzosos, hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución que corresponde a su extravío.
|28| Como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, los entregó Dios a una mente reprobada, para hacer lo que no es debido.
|29| Se han llenado de toda injusticia, maldad, avaricia y perversidad. Están repletos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, mala intención.
|30| Son contenciosos, calumniadores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de males, desobedientes a sus padres, |31| insensatos, desleales, crueles y sin misericordia.
|32| A pesar de que ellos reconocen el justo juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen en los que las practican.

Aquí la Biblia nos muestra algunos de los comportamientos que causan la ira y enojo de Dios. El primer y gran problema es no dar la gloria a Dios. Cuando el ser humano, habiendo recibido la Palabra de Dios, decide adorar a otro ser o cosa que no sea Dios, comienza en un espiral de descenso que le lleva a toda clase de conducta impura y Dios aborrece estas cosas. Su ira viene contra estas personas.

ROMANOS 2:5-11 (RVA)
|5| Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, acumulas sobre ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios.
|6| El recompensará a cada uno conforme a sus obras:
|7| vida eterna a los que por su perseverancia en las buenas obras buscan gloria, honra e incorrupción;
|8| pero enojo e ira a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;
|9| tribulación y angustia sobre toda persona que hace lo malo (el judío primero, y también el griego);
|10| pero gloria, honra y paz a cada uno que hace el bien (al judío primero y también al griego).
|11| Pues no hay distinción de personas delante de Dios.

Como podemos ver, la ira de Dios no es para los que creen, sino para los que no obedecen a la verdad, los que son duros de corazón y no se arrepienten. Estas personas están acumulando ira para el día de la ira y juicio de Dios. En este punto también voy a señalar que lo relatado en apocalipsis no es el único momento de juicio e ira de Dios, en ese momento habrá castigo sobre los malvados que aún estén vivos, pero para el resto también habrá un juicio (ya lo veremos más adelante) y todo el que no se arrepintió y creyó en Jesús como Señor va a tener un castigo acumulado, alguien como Hitler no va a recibir el mismo castigo que una persona que fue incrédula pero no hizo mucho daño. Lo que quiero que se vea claro en estos versículos es que son aquellos que no se arrepienten (que no aceptan a Jesús como Señor) los que recibirán ira de Dios, no los creyentes.

Para los que hemos creído en Jesús como Señor no habrá ira de Dios, no pasaremos por la ira relatada en apocalipsis, ni por la ira final de Dios en la que destruirá por completo a los impíos.

ROMANOS 5:8-10 (RVA)
|8| Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
|9| Luego, siendo ya justificados por su sangre, cuánto más por medio de él seremos salvos de la ira.
|10| Porque si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, cuánto más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida.

Como pueden ver, Pablo claramente nos dice acá que, por el sacrificio de Cristo, nosotros, los que creemos, seremos salvos de la ira. ¡No hay ira para los creyentes!

EFESIOS 2:1-6 (RVA)
|1| En cuanto a vosotros, estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
|2| en los cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo y al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia.
|3| En otro tiempo todos nosotros vivimos entre ellos en las pasiones de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y por naturaleza éramos hijos de ira, como los demás.
|4| Pero Dios, quien es rico en misericordia, a causa de su gran amor con que nos amó,
|5| aun estando nosotros muertos en delitos, nos dio vida juntamente con Cristo. ¡Por gracia sois salvos!
|6| Y juntamente con Cristo Jesús, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales,

Aquí el apóstol Pablo señala claramente que antes de creer en Jesús como Señor somos, por naturaleza, “hijos de ira”. Esta es una figura literaria, pone a la “ira” como nuestro padre o madre, mostrando que ya desde el nacimiento tenemos esta tendencia al pecado y sin Cristo no podríamos jamás pasar a ser hijos de Dios y vivir en Su reino.

El versículo 6 nos dice que juntamente con Cristo Jesús “nos resucitó” y “nos hizo sentar en los lugares celestiales”. Podríamos preguntarnos ¿cómo es que nos resucitó si aún no hemos muerto? ¿Alguien ahora está “sentado en lugares celestiales? ¡Claro que no! Esta es otra figura, que los académicos llaman “pasado profético”, que consiste en hablar en tiempo pasado sobre un hecho futuro para mostrar lo segura que es la declaración. Pablo podría haber dicho aquí “nos resucitará” y “nos sentará”, pero usa verbos en tiempo pasado para mostrarnos que desde el punto de vista de Dios esto es un hecho, una vez que hemos hecho a Jesús Señor, no hay nada que podamos hacer para perder nuestra vida en la era venidera. No obstante, más adelante veremos que, aunque el pecado no nos quita la salvación, siempre trae consecuencias que vamos a querer evitar.

COLOSENSES 3:5-7 (RVA)
|5| Por lo tanto, haced morir lo terrenal en vuestros miembros: fornicación, impureza, bajas pasiones, malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
|6| A causa de estas cosas viene la ira de Dios sobre los rebeldes.
|7| En ellas anduvisteis también vosotros en otro tiempo cuando vivíais entre ellos.

Aquí vemos algunas de las cosas que enojan a Dios y luego se nos dice que la ira de Dios viene (sobre los incrédulos) a causa de estas cosas. Nosotros hemos sido librados de esa ira, pero, sabiendo que estas cosas enojan a Dios, no deberíamos hacerlas.

1 TESALONICENSES 1:10 (RVA)
y para esperar de los cielos a su Hijo, a quien resucitó de entre los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.

1 TESALONICENSES 5:9-10 (RVA)
|9| Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
|10| quien murió por nosotros para que, ya sea que velemos o sea que durmamos, vivamos juntamente con él.

¿Pueden ver cómo una y otra vez la Biblia nos dice que fuimos librados de la ira de Dios? Y, más aún, la palabra “salvo” o “salvación” está muy frecuentemente relacionada con esta ira de Dios. ¡Porque eso es la salvación!

Nuestra salvación consiste en haber sido salvados (puestos a salvo, librados) de la ira de Dios y la muerte final

PROVERBIOS 11:4 (RVA)
Las riquezas no aprovecharán en el día de la ira, pero la justicia librará de la muerte.

JUAN 3:36 (RVA)
El que cree en el Hijo tiene vida eterna [vida de la era]; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.

Queda claro que hay “ira de Dios” preparada para todo aquél que no cree en Jesús como Señor. Esto es porque Dios es justo y tiene que castigar el pecado y la maldad. No obstante, Jesús fue torturado como un pecado sin jamás haber pecado, como él fue injustamente torturado y asesinado, es justo ante Dios perdonar todo pecado y librar de la ira a quienes creen en Jesús como Señor. ¡Esta es la gracia y misericordia de Dios!

DIFERENTES JUICIOS

La Biblia nos muestra diferentes juicios de Dios. Por un lado, en el Antiguo Testamento podemos ver que en ocasiones muy particulares Dios envió Su juicio sobre la maldad humana. Dos ejemplos claros son el diluvio de Noé y la destrucción de Sodoma y Gomorra. Leyendo Génesis 6:5 podemos ver que en los tiempos de Noé la maldad sobre la Tierra se había multiplicado al punto que “toda tendencia de los pensamientos de su corazón era de continuo sólo al mal”; en el caso de Sodoma y Gomorra, Génesis 18:20 nos dice que el pecado de la gente de esta ciudad se había “agravado en extremo”. En esos casos Dios envió destrucción a causa de su maldad, pero también porque debía frenar el avance de esa maldad para así concretar Su propósito y plan en Jesús. Además, estas intervenciones de Dios no fueron sólo en respuesta a la maldad humana, sino al accionar de ángeles caídos que estaban actuando en oposición a Dios.

2 PEDRO 2:4-9 (RVA)
|4| Porque si Dios no dejó sin castigo a los ángeles que pecaron, sino que, habiéndolos arrojado al infierno [tartaroö] en prisiones de oscuridad, los entregó a ser reservados para el juicio;
|5| y si tampoco dejó sin castigo al mundo antiguo, pero preservó a Noé, heraldo de justicia, junto con otras siete personas, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos;
|6| y si condenó a destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas y poniéndolas como ejemplo para los que habían de vivir impíamente;
|7| y si rescató al justo Lot, quien era acosado por la conducta sensual de los malvados
|8| —porque este hombre justo habitaba en medio de ellos y afligía de día en día su alma justa por los hechos malvados de ellos—;
|9| entonces el Señor sabe rescatar de la prueba a los piadosos y guardar a los injustos para ser castigados en el día del juicio.

Aquí la palabra “infierno” en griego es tartaroö, en otro capítulo lo veremos en más detalles, pero hay que tener en cuenta que esta palabra no se refiere al “infierno” de las películas, como un lugar de tortura, sino que, como dice el contexto mismo, es una prisión de oscuridad especial para los ángeles caídos. Dios los tiene atrapados allí en espera de su juicio y destrucción final.

Como vemos en el versículo 9, si bien Dios castigó la maldad de la humanidad, este no es todo el castigo, sino la primera parte del castigo que merecen por su maldad. En el futuro estas personas resucitarán, serán juzgadas y tendrán su castigo completo, también los ángeles y espíritus que hayan hecho maldad recibirán su castigo, lo cual veremos en más detalle en el siguiente capítulo. Lo mismo sucederá con lo relatado en apocalipsis, esto será sólo una parte de Su juicio sobre la maldad humana, luego cada uno será juzgado por Dios y tendrá su castigo o recompensa completa.

SALMOS 1:5 (RVA)
Por tanto, no se levantarán los impíos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos.

Este salmo nos dice que los impíos y pecadores no se van a “levantar” en el juicio ni estar en la congregación de los justos. Esto nos indica que habrá diferentes juicios para los impíos (los incrédulos) y otro juicio para los justos (los creyentes). Veremos que los incrédulos tendrán juicio para castigos según el mal que hayan hecho, mientras que los creyentes tendremos un juicio que es para recompensas por lo bueno que hayamos hecho, nuestros pecados no van a ser tomados en cuenta, porque Cristo pagó por nuestros pecados, así que no vamos a recibir “la paga del pecado”, que es la muerte.

Tanto los incrédulos como los creyentes, todos seremos juzgados, también los seres espirituales serán condenados y los que hicieron el mal tendrán su justo castigo. Pero no todos vamos a estar en el mismo juicio.

El juicio de los incrédulos es para castigo, el de los creyentes es para recompensas.

JUAN 5:28-29 (RVA)
|28| No os asombréis de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz
|29| y saldrán, los que hicieron el bien para la resurrección de vida, pero los que practicaron el mal para la resurrección de condenación.

Jesús dijo que habrá dos resurrecciones, los que hicieron el bien tendrán resurrección de vida (vida perpetua en la era venidera) y los que practicaron el mal (sin arrepentirse) van a ser condenados, recibirán el castigo por lo que hicieron y al final la muerte final.

MATEO 23:23 (RVA)
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque entregáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino; pero habéis omitido lo más importante de la ley, a saber, el juicio, la misericordia y la fe. Era necesario hacer estas cosas sin omitir aquéllas.

LUCAS 11:42 (RVA)
¡Ay de vosotros, fariseos! Porque diezmáis la menta, la ruda y toda hortaliza, pero pasáis por alto el juicio y el amor de Dios. Es necesario hacer estas cosas, sin pasar por alto aquéllas.

Jesús en estos versículos dejó en claro que lo más importante de la ley de Dios, lo más importante de aquello que Dios reveló en Su Palabra, es el juicio, la misericordia, la fe y el amor de Dios. En otras palabras, es importante que prediquemos que va a haber un juicio sobre la humanidad, el mal no va a quedar impune, sino que será castigado. Cuando las personas logran comprender que merecen la muerte por sus pecados, entonces pueden entender por qué necesitan la salvación por medio de la fe y esto les hace reconocer la misericordia y amor de Dios. Por eso, el mensaje del Evangelio debe contener ambos aspectos: la salvación por medio de la fe, y el castigo de Dios sobre quienes rehúsan a creer en Jesús como Señor.

La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia

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