La parábola del sembrador
¿QUÉ ES UNA PARÁBOLA?
MATEO 13:3-9 (RVA)
|3| Entonces les habló muchas cosas en parábolas, diciendo: “He aquí un sembrador salió a sembrar.
|4| Mientras él sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron.
|5| Y otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó rápidamente, porque la tierra no era profunda.
|6| Pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
|7| Y otra parte cayó entre los espinos. Los espinos crecieron y la ahogaron.
|8| Y otra parte cayó en buena tierra y dio fruto, una a ciento, otra a sesenta y otra a treinta por uno.
|9| El que tiene oídos, que oiga.”
Esta parábola dijo Jesús a la gente que le seguía. Una parábola es una forma figurada de hablar en la que se usa una historia que intenta ilustrar una realidad. En principio puede parecer que las parábolas tienen como objetivo simplificar el mensaje para que todos lo entiendan, pero es todo lo contrario, Jesús mismo dijo que el objetivo de las parábolas era que quienes no tienen interés en los asuntos espirituales de Dios no puedan entender su verdadero sentido. Leamos los versículos que siguen:
MATEO 13:10-23 (RVA)
|10| Entonces se acercaron los discípulos y le dijeron: —¿Por qué les hablas por parábolas?
|11| Y él respondiendo les dijo: —Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido.
|12| Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|13| Por esto les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni tampoco entienden.
|14| Además, se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y nunca entenderéis; y mirando miraréis, y nunca veréis.
|15| Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con los oídos han oído torpemente. Han cerrado sus ojos para que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni entiendan con el corazón, ni se conviertan. Y yo los sanaré.
|16| Pero ¡bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen!
|17| Porque de cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.
Jesús aquí les está diciendo que el objetivo de las parábolas era que la gente no entendiera, el mensaje central que él estaba transmitiendo. Y aquí podríamos pensar ¿no es una mala acción el dar un mensaje oscuro con el fin de que nadie entienda? ¿No trató Jesús de que todos recibieran el mensaje del Evangelio? La clave está en el versículo 15, que dice que el pueblo se volvió insensible, muchos se acercaban a Jesús a oírlo, pero no tenían verdadero interés de conocer a Dios, de hecho, los líderes religiosos buscaban atrapar a Jesús con algún error en su discurso para ponerlo en evidencia y buscaban ocasión para apresarlo. Es así que Jesús abiertamente hablaba con parábolas, pero a quienes se interesaban por el mensaje y le seguían de cerca, Jesús luego en privado les explicaba el mensaje.
Marcos explica esto mismo:
MARCOS 4:33-34 (RVA)
|33| Con muchas parábolas semejantes les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír.
|34| No les hablaba sin parábolas, pero en privado les explicaba todo a sus discípulos.
Como se puede leer aquí, Jesús hablaba en parábolas conforme a lo que podían oír, esto nos muestra la sabiduría de Jesús, él no iba explicando todo lo que sabía a todo el mundo, sino que seleccionaba su mensaje según a quién debía hablarle, a sus discípulos les explicaba todas las cosas en privado, al resto, les hablaba en parábolas conforme a lo que podían oír. Por lo tanto, las parábolas no tienen como objetivo expandir un mensaje, sino todo lo contrario, es una forma de dar un mensaje oculto que intenta despertar el interés en los que realmente quieren aprender de Dios, pero que oculta el verdadero mensaje en aquellos que tienen un corazón duro para con Dios, por eso no debemos extrañarnos de que haya personas que, aunque se les explique la Palabra con total claridad, no van a creer e incluso se burlen de quien les está queriendo enseñar.
LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR
Ya sabemos que una parábola es una historia ilustrativa que tiene un mensaje oculto. Ahora la pregunta es ¿cuál es la lección en la parábola del sembrador?
MATEO 13:3-9 (RVA)
|3| Entonces les habló muchas cosas en parábolas, diciendo: “He aquí un sembrador salió a sembrar.
|4| Mientras él sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron.
|5| Y otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó rápidamente, porque la tierra no era profunda.
|6| Pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
|7| Y otra parte cayó entre los espinos. Los espinos crecieron y la ahogaron.
|8| Y otra parte cayó en buena tierra y dio fruto, una a ciento, otra a sesenta y otra a treinta por uno.
|9| El que tiene oídos, que oiga.”
Esta última frase del versículo 9 “el que tiene oídos, que oiga”, es una expresión idiomática que se puede interpretar como “el que tiene interés por aprender, que preste atención a lo que he dicho”. Es una forma de llamar la atención a esta parábola, una forma de decir que lo que acaba de decir es importante.
Tenemos 4 tipos de terrenos en donde cayó la semilla, con 4 resultados diferentes:
- 1 – Junto al camino – se la comieron las aves
2 – En pedregales, donde no había mucha tierra – brotó rápido, pero al salir el sol se secó por no tener raíz
3 – Entre los espinos – los espinos crecieron y la ahogaron
4 – En buena tierra – la semilla dio fruto según su capacidad.
En el versículo 18 Jesús comienza a explicar la parábola
MATEO 13:10-23 (RVA)
|18| Vosotros, pues, oíd la parábola del sembrador.
|19| Cuando alguien oye la palabra del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
|20| Y el que fue sembrado en pedregales es el que oye la palabra y en seguida la recibe con gozo;
|21| pero no tiene raíz en sí, sino que es de poca duración, y cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, en seguida tropieza.
|22| Y el que fue sembrado en espinos, éste es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y queda sin fruto.
|23| Pero el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye la palabra y la entiende, el que de veras lleva fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta, y otro a treinta por uno.
Aquí Jesús da el significado de cada simbolismo en la parábola. La semilla es “la palabra del reino”, o sea, el mensaje sobre el evangelio del reino de Dios, sobre cómo ser parte del reino de Dios, y Jesús revela que hay 4 tipo de personas que oyen este mensaje y que pueden reaccionar de 4 formas diferentes.
- 1 – El que oye la palabra y no la entiende y el maligno le arrebata lo que fue sembrado en su corazón (aquí también vemos que el corazón de una persona es el terreno de siembra).
2 – El que oye la palabra y la recibe con gozo, pero no tiene raíz y cuando viene aflicción o persecución por causa de la palabra, tropieza.
3 – El que oye la palabra, pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra.
4 – El que oye la palabra y la entiende y produce mucho fruto.
Hay que notar que aquí no se está hablando de gente que no ha oído la palabra, todas estas son personas que oyeron la Palabra, pero cada uno tenía diferente disposición en su corazón, diferente “terreno” donde fue plantada la Palabra y sólo aquellos que la entienden de verdad logran dar fruto.
Vamos a ahondar un poco en estos textos.
Marcos y Lucas nos relatan la misma parábola, dando algunos detalles extra. Los versículos 3 al 13 de Marcos 4 nos relatan la parábola de forma muy similar a Mateo, pero en el versículo 13 y siguientes tenemos una información extra:
MARCOS 4:13-20 (RVA)
|13| Luego les dijo: “¿No comprendéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
|14| El sembrador siembra la palabra.
|15| Primero están estos que caen junto al camino donde se siembra la palabra. Y cuando la oyen, en seguida viene Satanás y quita la palabra que había sido sembrada en ellos.
|16| También los que son sembrados en pedregales son aquellos que, cuando oyen la palabra, en seguida la reciben con gozo;
|17| pero no tienen raíz en sí, sino que son de poca duración. Entonces, cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, en seguida tropiezan.
|18| Y otros son los que son sembrados entre espinos. Ellos son los que oyen la palabra,
|19| pero las preocupaciones de este mundo, el engaño de las riquezas y la codicia de otras cosas se entrometen y ahogan la palabra, y queda sin fruto.
|20| Y aquellos que fueron sembrados en buena tierra son los que oyen la palabra, la reciben y producen fruto a treinta, a sesenta y a ciento por uno.”
Marcos nos dice que esta parábola es fundamental para entender todas las demás, con lo cual añade más énfasis al hecho de que realmente deberíamos comprender bien lo que Jesús enseñó aquí.
En el versículo 14 vemos que el sembrador es quien siembra la Palabra, algo que, si bien se deducía del relato de Mateo, ahora está bien claro. En el 15 leemos que el que quita la Palabra del corazón es Satanás, ahora sabemos que “el maligno” que mencionaba Mateo es Satanás, el Diablo. En el relato de Mateo, en cuanto a la que cayó entre espinos se dice que son a quienes “las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas” les ahoga la Palabra, Marcos añade “la codicia de otras cosas”. Además, en el 20 Marcos no habla de “entender” la Palabra, sino de “recibirla”. Ya veremos la diferencia, pero antes veamos lo que Lucas dice al respecto:
LUCAS 8:5-8 (RVA)
|5| “Un sembrador salió a sembrar su semilla. Mientras sembraba, una parte cayó junto al camino y fue pisoteada; y las aves del cielo la comieron.
|6| Otra parte cayó sobre la roca, y cuando creció, se secó, porque no tenía humedad.
|7| Otra parte cayó entre los espinos, y los espinos crecieron al mismo tiempo y la ahogaron.
|8| Y otra parte cayó en buena tierra, y cuando creció, llevó fruto a ciento por uno.” Hablando de estas cosas, exclamó: “El que tiene oídos para oír, oiga.”
- – En cuanto a la semilla que cayó junto al camino, nos dice que fue “pisoteada” y luego las aves se la comieron.
– En cuanto a la que cayó sobre la roca, dice que se secó “porque no tenía humedad”.
– En cuanto a la que cayó entre espinos, dice que los espinos “crecieron al mismo tiempo”.
LUCAS 8:1-56 (RVA)
|11| “Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.
|12| Los de junto al camino son los que oyen, pero luego viene el diablo y quita la palabra de sus corazones, para que no crean y sean salvos.
|13| Los de sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo. Pero éstos no tienen raíz; por un tiempo creen y en el tiempo de la prueba se apartan.
|14| En cuanto a la parte que cayó entre los espinos, éstos son los que oyeron; pero mientras siguen su camino, son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a la madurez.
|15| Pero en cuanto a la parte que cayó en buena tierra, éstos son los que, al oír con corazón bueno y recto, retienen la palabra oída; y llevan fruto con perseverancia.
Aquí hay más detalles adicionales. Vemos que aquí se habla del “Diablo”, que quita la palabra de sus corazones para que no crean y sean salvos, estas personas ni siquiera llegaron a aceptar el señorío de Jesús. Los de la palabra sobre roca se apartan en tiempos de prueba. Los de la semilla entre espinos, son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida y no llegan a madurez. Los que dan fruto son los que oyen con corazón bueno y recto, retienen la palabra oída y llevan fruto con perseverancia.
Ahora trataremos de unir todos los puntos:
- SEMBRADOR = El que siembra la palabra (Mr. 4:14)
SEMILLA = Palabra del reino (Mt. 13:9); Palabra de Dios (Lc. 8:11).
AVES = Maligno (Mt. 13:9); Satanás (Mr. 4:15); el Diablo (Lc. 8:12).
TERRENO = El corazón del oyente (Lc. 8:15).
TERRENO | LO QUE SUCEDIÓ | INTERPRETACIÓN |
JUNTO AL CAMINO | Fue pisoteada y la devoraron las aves (Mt. 13:4; Mr. 4:4; Lc. 8:5). | El maligno, Satanás, el Diablo, arrebata la Palabra que fue sembrada en el corazón para que la persona no crea y sea salva (Mt. 13:19; Mr. 4:15; Lc. 8:12). |
PEDREGALES | No había mucha tierra, brotó rápido porque la tierra no tenía profundidad, pero cuando salió el sol se quemó y se secó por no tener raíz y porque no tenía humedad (Mt. 13:5-6; Mr. 4:5-6; Lc. 8:6). | En seguida recibe la palabra con gozo, cree por un tiempo, pero no tiene raíz y cuando viene la prueba, aflicción o la persecución por causa de la palabra, en seguida tropieza y se aparta de Dios (Mt. 13:20-21; Mr. 4:16-17; Lc. 8:13). |
ESPINOS | Los espinos crecieron al mismo tiempo y la ahogaron (Mt. 13:7; Mr. 4:7; Lc. 8:7). | Oye la palabra, pero siguen su camino, las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas, la codicia por los placeres de la vida y otras cosas ahogan la palabra y no llega a madurar, queda sin fruto (Mt. 13:22; Mr. 4:18-19; Lc. 8:14). |
BUENA TIERRA | Dio fruto a ciento, sesenta y treinta por uno (Mt. 13:8; Mr. 4:8; Lc. 8:8). | Oye la palabra con corazón bueno y recto, la entiende, la recibe, la retiene y produce fruto con perseverancia (Mt. 13:23; Mr. 4:20; Lc. 8:15). |
Esta parábola fue señalada por Jesús como muy importante y como el inicio para comprender las demás parábolas. Nos habla de la importancia de tener un buen corazón para recibir la Palabra de Dios. No importa qué tan bien se nos presente el mensaje del reino de Dios, si no hay un buen corazón para recibirla, no dará buen fruto. Jesús fue el más grande maestro de la Palabra sobre la Tierra, él fue el sembrador por excelencia, aún así, muchos no querían escuchar lo que él tenía para decir.
Ahora bien, el corazón con el que se recibe la Palabra depende de la decisión de cada uno. Dios no nos obliga a creer Su Palabra y nosotros debemos tomar decisiones. No obstante, conocer y entender el mensaje de las Escrituras, conocer la obra de Dios en Cristo, es importante para poder así tomar las decisiones correctas.
4 ACTITUDES FRENTE A LA PALABRA DE DIOS
LOS DE “JUNTO AL CAMINO”: Notemos que estas personas oyeron el mensaje de Dios, pero no lo entendieron, como no lo entendieron, el Diablo pudo actuar rápidamente y arrebatarles aquello que escucharon sobre Dios y jamás llegaron a creer, no llegaron a recibir la salvación de Dios, por consiguiente, jamás podrán dar fruto espiritual. El Diablo no hace esto de forma directa y personal, sino a través de personas que obran de forma maliciosa. Estas personas “pisotean” la palabra de Dios que ha sido sembrada, comienzan a denigrar a Dios, a argumentar contra la existencia de Dios o contra la veracidad del mensaje cristiano, usan todo tipo de estrategias para quitar del corazón el mensaje de Dios que ha sido recibido, por esta causa esa persona que oyó la Palabra no llega a creerla.
LOS DE LOS “PEDREGALES”: Estas personas son las que oyeron y recibieron a Dios con gozo en un instante, no les costó nada recibir la salvación de Dios, quizá se llenan de entusiasmo por las cosas de Dios y quieren hacer muchas cosas para Él. No obstante, en el momento que vienen aflicciones por causa de la Palabra, en el momento que otros empiezan a criticarlos o presionarlos a causa de su fe cristiana, abandonan a Dios y siguen sus vidas como siempre. No quieren meterse en problemas, no quieren abandonar su comodidad por causa del reino de Dios, así que prefieren seguir pasando desapercibidos en el mundo antes que ser presionados por los incrédulos. Esto sucede porque no hay echado raíces sobre la Palabra de Dios, en su corazón la aceptaron sólo superficialmente.
LOS DE LOS “ESPINOS”: Estas personas también recibieron el mensaje de la Palabra de Dios, pero al mismo tiempo ellos tenían en su corazón el tener riqueza, o placeres de esta vida y este mundo. Ellos por un lado han recibido a Dios, pero terminan dando prioridad a sus deseos y placeres personales, quizá quieren sentirse “realizados” en la vida, quizá quieren tener un buen auto, casa, salir de vacaciones cada año, viajar por el mundo, vestir bien, tener artefactos de lujo en su casa, tener fama y honra humana, etc., por esta causa, aunque creen en Dios, lo ponen en un segundo lugar de sus vidas y por esta causa no llegan a madurar y dar fruto para el reino de Dios. Con respecto a esto Juan nos dice:
1 JUAN 2:15-17 (RVA)
|15| No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él;
|16| porque todo lo que hay en el mundo—los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la soberbia de la vida— no proviene del Padre sino del mundo.
|17| Y el mundo está pasando, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Juan es claro que si alguien ama al mundo es porque no ha comprendido el amor de Dios, no ha sido llenado verdaderamente con el amor de Dios. El mundo nos ofrece deseos para la carne, para los ojos y la “soberbia de la vida”. El mundo va a tentarnos a buscar la riqueza, la fama y el placer y así alejarnos de la voluntad de Dios. Esto no quiere decir que no podamos tener dinero y darnos ciertos gustos en la vida, pero Dios tiene que estar primero en nuestras vidas, hacer Su voluntad debe valer más para nosotros que cualquier bien, placer o prestigio que nos ofrezca el mundo. Y si hacemos la voluntad de Dios, Dios nos proveerá de todo lo necesario en todas las cosas y, además, podremos producir mucho fruto.
LOS DE LA “BUENA TIERRA”: Aquellos que oyen y aceptan la palabra de Dios y la ponen en práctica son quienes la han recibido con buen corazón, en quienes el amor de Dios penetró profundamente y en quienes la Palabra se ha arraigado firmemente.
Es importante entender que esta “tierra” del corazón no es algo que no se pueda cambiar. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de tomar decisiones, quizá un día recibimos a Dios y fuimos abatidos por las aflicciones. ¡Podemos levantarnos nuevamente y volver a servir a Dios! Quizá nos dejamos ganar por el afán de los bienes de este mundo ¡Pero podemos cambiar y decidir seguir a Dios! En Lucas 19 vemos el caso de Zaqueo, un hombre rico que había hecho dinero defraudando a otros, pero al recibir el mensaje del reino él decide cambiar y, en el versículo 8 él decide dar la mitad de sus bienes a los pobres y devolver por cuadruplicado el dinero a quienes él había defraudado. ¡Qué cambio! ¡No hay excusas, el corazón puede cambiar!
EL FRUTO Y LAS RECOMPENSAS
Los que reciben la Palabra con buen corazón son los que darán mucho fruto. ¿Y cuál sería ese fruto?
GÁLATAS 5:22-24 (RVA)
|22| Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
|23| mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley,
|24| porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
JUAN 15:4-11 (RVA)
|4| “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como la rama no puede llevar fruto por sí sola, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
|5| Yo soy la vid, vosotros las ramas. El que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto. Pero separados de mí, nada podéis hacer.
|6| Si alguien no permanece en mí, es echado fuera como rama, y se seca. Y las recogen y las echan en el fuego, y son quemadas.
|7| “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y os será hecho.
|8| En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis mis discípulos.
|9| Como el Padre me amó, también yo os he amado; permaneced en mi amor.
|10| Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
|11| “Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea completo.
No hay forma de producir verdadero fruto separados de Cristo, sólo por medio de Cristo podemos producir fruto. Y la forma de permanecer en él es poner por obra sus mandamientos, para lo cual tenemos que conocer la Palabra de Dios y tenemos que seguir la guía de Cristo. Si andamos en Su voluntad, nuestro gozo va a ser completo y tendremos recompensa en el reino venidero.
1 CORINTIOS 3:11-15 (RVA)
|11| porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
|12| Si alguien edifica sobre este fundamento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno u hojarasca,
|13| la obra de cada uno será evidente, pues el día la dejará manifiesta. Porque por el fuego será revelada; y a la obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará.
|14| Si permanece la obra que alguien ha edificado sobre el fundamento, él recibirá recompensa.
|15| Si la obra de alguien es quemada, él sufrirá pérdida; aunque él mismo será salvo, pero apenas, como por fuego.
Todo aquello que hagamos para Dios, conforme a Su voluntad, será recompensado por Dios en la era futura. Si alguien ha edificado cosas materiales, o sea, si alguien luego de conocer a Cristo sigue una vida dedicada a los placeres del mundo, su obra será destruida, si creyó en Jesús como Señor, será salvo, vivirá para siempre en el reino de Dios, pero no tendrá recompensa por sus obras. Por otro lado, quien edifique un andar de fe, obediencia y servicio a Dios, recibirá una recompensa de parte de Dios, y sabiendo que Dios es el Creador, el Todopoderoso, sin dudas que Sus recompensas serán más generosas que cualquier cosa que el mundo nos pueda dar, además, será incorruptible, no tendrá fin.
1 CORINTIOS 9:25 (RVA)
Y todo aquel que lucha se disciplina en todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible; nosotros, en cambio, para una incorruptible.
¡Confiemos en Dios, hagamos Su voluntad! ¡Tenemos una corona incorruptible por delante!
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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5 comentarios en «La parábola del sembrador»
muy bueno Pablo, muchas gracias, me aporta mucha información a lo que yo estoy estudiando sobre esta parábola.
Es la mejor manera de explicar y exponer la parabola. Los felicito, clara y sencillo,
Los voy a promover
¡Gracias! ¡Gloria a Dios! ¡Bendiciones!
Gloria a Dios Aleluya!
Gracias por su enseñanza ,
Dios les bendiga y guarde por siempre
Muchas Gracias!!!
¡De nada! ¡Bendiciones!