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LA SABIDURÍA DE DIOS

Por Pablo Pereyra

Por medio de la siguiente presentación intentaremos comenzar a comprender qué es la sabiduría de Dios, si es similar a la sabiduría humana o no, cómo se obtiene y cuáles son los beneficios de obtenerla.

Hay un dicho que dice: “antes de dialogar definamos los términos”. Para que dos o más personas puedan entablar un diálogo o conversación racionalmente, ambos deben utilizar la misma terminología, con idéntico significado, de lo contrario, una de éstas puede estar asintiendo con la cabeza, pero no estaría entendiendo correctamente lo que la otra persona le está diciendo. Por ejemplo, si una persona piensa que el amor es la capacidad de actuar desinteresadamente en favor de otra persona y otra cree que el amor es un vínculo que se genera por una atracción o interés que se tiene hacia la otra persona, al conversar, la primera de éstas puede declarar que “el amor es una de las mejores cualidades que una persona puede manifestar” y la segunda puede decir “sí estoy de acuerdo”. Sin embargo quien hizo la declaración estaría diciendo que “la capacidad de actuar desinteresadamente en favor de una persona es una de las mejores cualidades que una persona puede tener” y la otra estaría entendiendo que “el vínculo generado por la atracción o interés por otra persona es una de las mejores cualidades que una persona puede tener”, superficialmente parecerían estar de acuerdo, pero en realidad, por no haber definido correctamente los términos, están creyendo en realidades diferentes, pero con una declaración externa similar.

Por eso, si creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, y que Dios es el Autor, para poder entender adecuadamente qué es lo que Dios quiere comunicar en ella, tenemos que primero aprender cuál es la terminología que Dios utiliza, de lo contrario, una misma declaración tendría múltiples significados, según la forma de interpretar los términos de cada persona que la lee. No pretendo insinuar, con esto, que poseo el conocimiento correcto y absoluto de cada palabra, frase y mensaje de la Biblia, pero creo que es necesario investigar y hacer un constante chequeo de qué es lo que realmente entendemos y qué es lo que creemos que hemos entendido y, para ello, no sólo tenemos que investigar el contexto histórico y cultural de cierto pasaje, y si está correctamente traducido, o si se usa alguna figura literaria, sino que será necesario comunicarse con Dios, el Autor, para que nos haga entender qué es lo que ha querido comunicar. Esto es lo que vamos a estar viendo en este estudio.

Para comenzar veamos un versículo en Isaías:

ISAÍAS 55:8-9 (RVA)
|8| “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice Jehovah.
|9| Como son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos.

“Caminos” es una expresión oriental que significa “la forma de actuar”, aquí, en la versión Reina Valera el pasaje está traducido literalmente, en la versión Dios Habla Hoy, vemos una traducción más explicativa:

ISAÍAS 55:8-9 (DHH)
|8| Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya.
|9| Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes.» El Señor lo afirma.

Lo que aprendemos en este pasaje es que la manera en la que Dios piensa y actúa no es similar a la manera en que nosotros, como seres humanos, actuamos. Él es el Creador del Universo, y su sabiduría excede a la nuestra de modo inconmensurable.

Si nosotros utilizamos nuestra propia definición de sabiduría para definir la sabiduría de Dios, sería muy difícil llegar a entender qué es y en qué consiste Su sabiduría. Por eso es que necesitamos que Él mismo nos ayude en la búsqueda de la verdadera sabiduría.

Veamos ahora Proverbios 1:7

PROVERBIOS 1:7 (RVA)
El temor de Jehovah es el principio del conocimiento; los insensatos desprecian la sabiduría y la disciplina.

El “temor” hace referencia a aquel temor que se tiene por alguien que es superior en autoridad o poder, como el temor, respeto o reverencia que uno tendría hacia un rey, presidente o embajador, o hacia un maestro o alguien al que uno considera como superior.

Nuevamente, la versión “Dios habla hoy” tiene una traducción adaptada para que se entienda mejor:

PROVERBIOS 1:7 (DHH)
La sabiduría comienza por honrar al Señor; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción.

Este pasaje nos explica que el PRINCIPIO de la sabiduría es el respeto u honra hacia Dios, si queremos obtener la sabiduría de Dios, el primer paso es respetar y honrar a Dios. Difícilmente puedo aprender algo de alguien si lo considero inferior o considero que nada importante puede salir de esa persona. Es necesario, para poder obtener sabiduría de parte de Dios, no sólo creer que existe, sino también darle el reconocimiento debido, por su grandeza y poder.

El principio de la sabiduría es respetar y honrar a Dios, pero los necios menosprecian la sabiduría y menosprecian la instrucción. Esto lo vemos tanto en el orden espiritual como en el plano humano, en donde muchas personas responden con enojo e indiferencia ante el intento de instrucción de otros que desean contribuir en la educación de esa persona.

Vamos a ver el mismo concepto en Salmos:

SALMOS 111:10 (RVA)
El principio de la sabiduría es el temor de Jehovah. Buen entendimiento tienen todos los que ponen esto por obra. Su loor permanece para siempre.

Nuevamente se dice que el principio de la sabiduría es el temor (respeto u honra) por Dios, y se nos dice que quienes practican sus mandamientos tienen buen entendimiento. Esto es contrario a lo que nos intenta hacer creer el mundo en que vivimos, que constantemente nos bombardea con ideas tales como que “esos son mandamientos antiguos y ya están pasados de moda”, “la vida hay que disfrutarla, cumplir los mandamientos es aburrido y tedioso” y otras ideas similares.

El deseo de las personas de vivir conforme a sus propias reglas y no las que han sido prescritas por Dios ha conducido a la sociedad a establecer leyes y normas de conducta totalmente contrarias a las normas y patrones estipulados por Dios y está dando como resultado todo el deterioro que vemos en nuestra sociedad, con las crecientes olas de delincuencia, inseguridad, inmoralidad e intolerancia entre las personas. Evidentemente, no hay “buen entendimiento” en el modo en que la sociedad, en términos generales, se está conduciendo en nuestros días.

PROVERBIOS 8:13 (RVA)
El temor de Jehovah es aborrecer el mal. Aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa.

Aquí vemos que si uno realmente respeta y honra a Dios va a aborrecer el mal, no es cuestión de “evitar el mal” por una cuestión de temor a las consecuencias sino de llegar al punto de aborrecerlo. Cuando una persona realmente conoce la naturaleza de amor que Dios tiene, y cuán beneficioso es estar junto con Él y cumplir Sus mandamientos, esta persona llegará al punto de realmente aborrecer el mal, aborrecer la soberbia y la arrogancia (la de otros y la propia) y de aborrecer el mal camino y la boca perversa.

PROVERBIOS 16:6 (RVA)
Con misericordia y verdad se expía la falta, y con el temor de Jehovah uno se aparta del mal.

Aquí se nos dice, adicionalmente, que el pecado no se corrige con mucho esfuerzo, no se corrige a los golpes, se corrige con misericordia y verdad. Conocer la Verdad y entender cuánta misericordia Dios tiene hacia nosotros es lo que genera en nosotros el cambio en el corazón para corregir el pecado. Y luego dice que con el temor (o respeto u honra) por Dios es que los hombres (refiriéndose a los seres humanos en general) se apartan del mal.

Hoy en día, vemos mucho mal a nuestro alrededor, precisamente porque las personas han perdido el respeto hacia Dios, y no temen enfrentarse a un juicio futuro, piensan que jamás tendrán que rendir cuentas por su comportamiento y que no recibirán castigo alguno por sus iniquidades, ni recompensas por sus buenas obras, por lo que optan por el camino “fácil”, aprovechando las oportunidades que se les presentan para hacer el mal y obtener algún beneficio a cambio. Cuando comenzamos a conocer la Verdad de Dios y Su misericordia, comenzamos a rendirle el honor que le corresponde y se inicia un proceso interno que nos lleva a corregir nuestros pecados y a apartarnos del mal.

PROVERBIOS 2:1-6 (RVA)
|1| Hijo mío, si aceptas mis palabras y atesoras mis mandamientos dentro de ti,
|2| si prestas oído a la sabiduría e inclinas tu corazón al entendimiento,
|3| si invocas a la inteligencia y al entendimiento llamas a gritos,
|4| si como a la plata la buscas y la rebuscas como a tesoros escondidos,
|5| entonces entenderás el temor de Jehovah y hallarás el conocimiento de Dios.
|6| Porque Jehovah da la sabiduría, y de su boca provienen el conocimiento y el entendimiento.

Acá vemos que se enumeran una serie de pasos por medio de los cuales una persona puede adquirir sabiduría. En primer lugar dice “si aceptas mis palabras y atesoras mis mandamientos”. Esto muestra la actitud con la que una persona tiene que acercarse a Dios para recibir sabiduría. En principio, para uno poder “aceptar” las palabras tiene que reconocer que hay sabiduría en quien las expresa. Difícilmente podría yo aprender algo de una persona si estimo a esa persona como ignorante o como falto de conocimiento, aun si esa persona es erudita en su área, ya que yo no aceptaría, no recibiría sus palabras, no las consideraría válidas. Dios desea que lo reconozcamos como el Poseedor de la sabiduría y que consideremos Sus palabras como de Quien proceden.

La palabra aquí “atesorar” es en hebreo tsafán, que primariamente significa “esconder”, tiene el sentido de “guardar en secreto” o “guardar como tesoro”. Por eso algunas versiones la traducen “atesorar”.

Entonces, luego de aceptar las palabras tenemos que guardarlas, atesorarlas, considerarlas como algo realmente valioso, si queremos hallar sabiduría, las palabras de Dios no deben “entrar por un oído y salir por el otro”.

El pasaje continúa, diciendo que tenemos que prestar oído a la sabiduría e inclinar el corazón al entendimiento. La palabra “sabiduría” es la palabra hebrea jokmah. W.E. Vine, en su diccionario hebreo español declara que: “es el conocimiento y la capacidad (habilidad) de tomar las decisiones correctas en el momento oportuno. Firmeza en tomar decisiones consecuentes y correctas, demuestra madurez y desarrollo.” Hacia esto es hacia lo que tenemos que apuntar, tenemos que tener el deseo de desarrollar esta capacidad, prestando atención a la sabiduría, lo cual implica escuchar, para luego pensar y considerar lo que hemos escuchado; y tenemos que inclinar nuestro corazón al entendimiento. Muchas personas no hallan sabiduría porque su corazón está inclinado hacia el dinero, la fama, la gloria, la honra, el bienestar, etc., desean ser sabios, pero le dan la prioridad a otras cosas.

El versículo 3 habla de “invocar a la inteligencia” y “llamar a gritos al entendimiento”. Esto indica un creciente deseo de ser sabios y entendidos. Antes se hablaba de “prestar oído” e “inclinar el corazón”, ahora se habla de “invocar” y “llamar a gritos”. Esto puede ejemplificarse en una persona que ve a un amigo en medio de una multitud. Si realmente desea encontrarse con ese amigo va a intentar llamarlo, de no haber respuesta va a tratar de acercarse y comenzará a gritar para llamar la atención del amigo, porque realmente desea encontrarse con éste. Este pasaje nos quiere mostrar que debe haber un creciente interés de nuestra parte por alcanzar la sabiduría.

En el versículo 4 se habla de buscarla como a la plata y rebuscarla como a tesoros. En el contexto de la época en que esto fue escrito, la plata era un metal utilizado para intercambio por otras posesiones, por lo que algunas versiones que intentan utilizar un lenguaje adaptado al moderno traducen “dinero”, además, quien poseía plata era considerada una persona acaudalada. Por otro lado, la palabra traducida aquí como “rebuscar” es la palabra hebrea kjafás, que significa “buscar algo escondido, buscar diligentemente”. Aquí vemos un escalón más en el creciente interés por adquirir inteligencia y sabiduría, en este caso se habla de buscarla como uno busca el dinero o riqueza y luego buscarla diligentemente como se buscan tesoros escondidos. En aquellos tiempos solían esconderse las posesiones de gran valor, especialmente aquello hecho de plata y de oro. Cuando dos pueblos entraban en guerra, luego de la batalla, los vencedores solían cavar en los alrededores del pueblo conquistado en búsqueda de estos tesoros. Esa es la actitud que hay que tener hacia la sabiduría para poder alcanzarla. Tenemos que estar dispuestos a poner otras cosas en un segundo plano y a “cavar” y ahondar en la Palabra de Dios, reflexionar sobre Sus obras, considerar Su creación, buscar a Dios en oración y a cumplir Sus mandamientos.

Vean esto:

MATEO 13:44 (RVA)
El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que un hombre descubrió y luego escondió. Y con regocijo va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.

Aquí se compara el reino de los cielos (el reino de Dios) con un tesoro escondido. Tan valioso es conocer a Dios y hallar Su sabiduría y entrar en Su reino que uno debiera estar dispuesto a entregar todo para alcanzarlo. Dios, por medio de la fe, nos dio vida perpetua en el reino de forma totalmente gratuita, y Él desea que estemos dispuestos a dar todo por Él. ¿Cuánto más vale tener una recompensa perpetua en Su reino venidero que riquezas materiales, prestigio, o fame en esta era, en la cual, en el mejor de los casos, quizá lleguemos a vivir 100 años?

¿Cuánto valor le damos a la sabiduría? ¿Realmente deseamos obtener la sabiduría proveniente de Dios, o la cambiaríamos por saber qué números van a salir en la lotería? ¿Qué deseamos más?

PROVERBIOS 2:5-6 (RVA)
|5| entonces entenderás el temor de Jehovah y hallarás el conocimiento de Dios.
|6| Porque Jehovah da la sabiduría, y de su boca provienen el conocimiento y el entendimiento.

Cuando una persona llega al punto de estimar a la sabiduría como superior a toda otra posesión es que llega a hallar el conocimiento de Dios. Porque la sabiduría de Dios no se obtiene por el propio esfuerzo, no se adquiere por méritos personales, ni se alcanza por medio del desarrollo de ciertas cualidades genéticas, la sabiduría de Dios es dada por Dios, y es Él que procede el conocimiento y la inteligencia.

JOB 28:12-15 (RVA)
|12| Pero, ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar del entendimiento?
|13| El hombre no conoce el valor de ella; no se halla en la tierra de los vivientes.
|14| El océano dice: “Ella no está en mí.” El mar dice: “Tampoco está conmigo.”
|15| Por ella no se dará oro fino, ni por su precio se pesará plata.

Este pasaje muestra claramente que no hay otra fuente para hallar verdadera sabiduría que no sea Dios. Él es quien posee la verdadera sabiduría, sólo Él puede dar esa sabiduría, y no la cambia por dinero.

JOB 28:17-23 (RVA)
|17| Ni el oro ni el cristal son comparables a ella; no será dada a cambio de objetos de oro fino.
|18| El coral y el cristal de roca, ni mencionarlos; pues el valor de la sabiduría es mayor que el de las perlas.
|19| No será comparado con ella el topacio de Etiopía, ni se puede pagar por ella con oro fino.
|20| ¿De dónde, pues, proviene la sabiduría? ¿Dónde está el lugar del entendimiento?
|21| Está encubierto a los ojos de todo ser viviente; les está oculto a todas las aves del cielo.
|22| El Abadón y la Muerte dicen: “Su fama hemos oído con nuestros oídos.”
|23| Sólo Dios entiende el camino de ella; él conoce su lugar.

La sabiduría de Dios es mucho más valiosa que cualquier posesión material y sólo Dios tiene verdadera sabiduría, por eso, sólo acudiendo a Él podremos obtenerla.

ROMANOS 11:33-34 (RVA)
|33| ¡Oh la profundidad de las riquezas, y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos!
|34| Porque: ¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién llegó a ser su consejero?

Aquí, donde leemos “incomprensibles”, en el texto griego es anexeraunëtos, que significa “imposible de ser hallado, imposible de ser comprendido completamente, insondable”, este es su único uso en la Biblia. Por otro lado, la palabra traducida “inescrutables” en griego es anexichniastos, que significa “que no se puede encontrar, rastrear o detectar”, literalmente “indetectable” y de ahí deriva su sentido de “incomprensible, inescrutable”; esta palabra describe algo que va más allá del entendimiento humano. Esta palabra la encontramos en la Biblia sólo aquí y en Efesios 3:8.

Además, vemos que estas dos palabras tienen una fonética similar en el griego: anexeraunëtos y anexichniastos. Anexichniastos. Es un recurso literario usado en la Biblia el usar dos palabras con fonética similar para enfatizar o resaltar lo dicho. En otras palabras, Dios quiere que prestemos atención a este versículo. Nos está poniendo un gran énfasis en lo tremenda y maravillosa que es la sabiduría de Dios, en cuán alta es Su sabiduría y cuán lejos estamos, como seres humanos, de poder comprender completamente a Dios.

Miren lo que dice David en el Salmo:

SALMOS 19:7-11 (RVA)
|7| La ley de Jehovah es perfecta; restaura el alma. El testimonio de Jehovah es fiel; hace sabio al ingenuo.
|8| Los preceptos de Jehovah son rectos; alegran el corazón. El mandamiento de Jehovah es puro; alumbra los ojos.
|9| El temor de Jehovah es limpio; permanece para siempre. Los juicios de Jehovah son verdad; son todos justos.
|10| Son más deseables que el oro, más que mucho oro fino. Son más dulces que la miel que destila del panal.
|11| Además, con ellos es amonestado tu siervo; en guardarlos hay grande galardón.

David había comprendido por experiencia cuán beneficioso era seguir la ley de Dios y adquirir la sabiduría que proviene de Él. Él dijo que Su ley restaura el alma, que Su testimonio es fiel y hace sabio al ingenuo, que Sus preceptos son rectos y alegran el corazón y que Su mandamiento es puro y alumbra los ojos. Y luego dice, en el versículo 10 que son más deseables que el oro refinado y más dulces que la miel.

David era un joven pastor que llegó a ser rey de Israel, y no fue sólo un rey más, fue uno de los más grandes reyes, de uno de los mejores reinos que hubo sobre la Tierra, seguramente no le faltaron deleites ni riquezas, sin embargo, halló en Dios, en Su Palabra, y en Sus mandamientos algo que le generó mayor deleite y gratificación que el oro y las riquezas y halló en ellos mayor dulzura que en la miel. Si no es esto lo que experimentamos en nuestras vidas, es porque algo está fallando. Conocer y obedecer a Dios tiene que ser un deleite y no una carga. Estar cerca de Dios es un privilegio que tenemos disponible, no es una obligación. ¡Hagamos el intento por conocer mejor a Dios, nuestro Padre, y al Señor Jesucristo, y veremos que bien vale la pena todo el esfuerzo!

Volvamos al pasaje de Proverbios 2:

PROVERBIOS 2:7-11, 21-22 (RVA)
|7| El atesora eficiente sabiduría para los rectos; es el escudo de los que caminan en integridad.
|8| Preserva las sendas del juicio y guarda el camino de sus piadosos.
|9| Entonces entenderás la justicia, el derecho y la equidad: todo buen camino.
|10| Cuando la sabiduría entre en tu corazón y el conocimiento sea agradable a tu alma,
|11| te guardará la sana iniciativa, y te preservará el entendimiento.

|21| Porque los rectos habitarán la tierra, y los íntegros permanecerán en ella.
|22| Pero los impíos serán exterminados de la tierra, y los traicioneros serán desarraigados de ella.

Por un lado, la sabiduría nos ayuda a conducirnos en esta vida de modo de poder evitar situaciones o personas que pueden dañarnos o perjudicarnos. Como el mundo en sí está corrompido y lleno de maldad, no nos es posible librarnos de TODA la maldad que nos rodea, sin embargo, tenemos la promesa de que vamos a habitar en una Tierra nueva en el futuro, en la que ya no habrá más muerte, ni llanto, ni dolor, ni clamor (Apocalipsis 21:1-4). Pero los impíos, los que hacen el mal y no se arrepienten serán exterminados.

¿Puede una persona acumular suficientes riquezas en esta vida como para comprar un lugar en la vida futura? ¿Qué es mejor: vivir medianamente bien, y en comodidad, tener riquezas y abundancia, tener fama y gloria en una vida que dura unos 80 o 90 años; o vivir una vida sin final en un reino futuro en donde todo mal ha sido erradicado? ¿No creen que realmente vale la pena buscar la sabiduría de Dios como a tesoros escondidos? Sin duda, todas las riquezas del mundo no se comparan con lo que Dios tiene preparado para los que creen.

Con esto no estoy diciendo que tener riquezas materiales sea malo, si Dios lo da y las obtenemos del modo correcto, pueden ser una bendición y una forma de ayudar económicamente a otros hermanos, pero si tenemos que elegir entre riquezas y hacer la voluntad de Dios, deberíamos elegir hacer Su voluntad.

1 CORINTIOS 2:7-11 (RVA)
|7| Más bien, hablamos la sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta que Dios predestinó desde antes de los siglos para nuestra gloria.
|8| Ninguno de los príncipes de esta edad conoció esta sabiduría; porque si ellos la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de la gloria.
|9| Más bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio ni oído oyó, que ni han surgido en el corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
|10| Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios.
|11| Pues ¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así también, nadie ha conocido las cosas profundas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Grandes cosas tiene Dios guardadas para los que le aman. Algunas de esas cosas son para estos días, a lo largo de la historia Dios ha hecho grandes milagros, sanidades, señales y maravillas, por medio de aquellos que le amaron, y las sigue haciendo, y día a día extiende Su grandeza a quienes lo buscan de todo corazón, pero esto es sólo una parte de lo que Dios tiene guardado para el futuro.

1 CORINTIOS 13:12 (RVA)
Ahora vemos oscuramente por medio de un espejo, pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, así como fui conocido.

Las grandezas de la creación que hoy vemos y que tanto asombran a la humanidad están llenas de toda clase de males que entraron por la caída de Adán ¿Cuánto mejor serán cuando vuelvan a su estado de perfección? Nuestros cuerpos, capaces de experimentar tan diversas sensaciones, también están corrompidos, y sufren y se enferman, ¿cuánto mayor será la capacidad para disfrutar de la vida cuando sea regenerado en un cuerpo perfecto? Hoy en día, también, vemos destellos del poder de Dios emergiendo en diversas situaciones, a lo largo de todas las épocas ¿cuánto más de este poder podremos presenciar cuando estemos cara a cara con Dios? Sin duda estas cosas no tiene precio ni hay palabras que puedan describirlas.

1 CORINTIOS 3:10-15 (RVA)
|10| Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, como perito arquitecto he puesto el fundamento, y otro está edificando encima. Pero cada uno mire cómo edifica encima,
|11| porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
|12| Si alguien edifica sobre este fundamento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno u hojarasca,
|13| la obra de cada uno será evidente, pues el día la dejará manifiesta. Porque por el fuego será revelada; y a la obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará.
|14| Si permanece la obra que alguien ha edificado sobre el fundamento, él recibirá recompensa.
|15| Si la obra de alguien es quemada, él sufrirá pérdida; aunque él mismo será salvo, pero apenas, como por fuego.

Dios va a poner a prueba la obra de cada creyente. Algunos cristianos habrán edificado sobre el fundamento de Jesucristo y tendrán una buena recompensa, otros habrán edificado para sus propios deleites y, aunque entrarán en el reino, no tendrán la recompensa que deberían.

Si nuestra mira está puesta en las cosas de este mundo, seguramente nuestra máxima preocupación será tener el máximo bienestar en esta vida, sin importar lo que eso nos cueste a nivel espiritual. Pero si creemos y confiamos en Dios y en Su promesa de recompensa para el reino venidero, vamos a intentar servirle y que nuestra ganancia sea para el reino venidero.

APOCALIPSIS 22:12 (RVA)
He aquí vengo pronto, y mi recompensa conmigo, para pagar a cada uno según sean sus obras.

La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia

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