LA SOBERBIA NO TE DEJARÁ AVANZAR
Proverbios 13:10 (RVA)
Ciertamente la soberbia producirá contienda, pero con los que admiten consejo está la sabiduría.
Este proverbio nos dice que la soberbia produce contienda. Esto es tan real y vigente hoy como en los tiempos que fue escrito, la persona que es soberbia cree que lo sabe todo y difícilmente admite estar equivocada, aún si le muestran su error claramente. En esa soberbia es que muchas veces termina generando una disputa para no admitir que está en un error. En esta forma de actuar no hay sabiduría.
Santiago 4:6 y 1 Pedro 5:5 nos dice que Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Si bien Dios ama a todos Sus hijos, Él da mayor gracia a quienes andan en humildad.
Como seres humanos, todos tenemos algo de soberbia, a veces en ciertas áreas de nuestra vida, si queremos crecer en sabiduría, tenemos que ir quitándonos esa soberbia de nuestras vidas. Mientras más soberbia haya en nosotros, más detenemos la gracia de Dios en nuestras vidas.
Por eso también leemos en proverbios:
Proverbios 12:1 (RVA)
El que ama la corrección ama el conocimiento, pero el que aborrece la reprensión se embrutece.
Proverbios 12:15 (RVA)
En la opinión del insensato su camino es derecho, pero el que obedece el consejo es sabio.
El insensato, el soberbio, cree que su camino es derecho, cree que tiene la verdad, que está en lo correcto y no necesita rectificar nada. Este tipo de personas aborrece la reprensión, no quiere que nadie lo corrija.
Pero la persona sabia practica la humildad, acepta el consejo de otros, aprecia que lo corrijan, porque sabe que si le muestran su error puede crecer.
Muchas veces una corrección ayuda más a una persona que un elogio sin sustento. Con esto no quiero decir que hay que estar todo el tiempo criticando a los demás, o que un elogio en el momento correcto no sea apropiado. Pero a veces, por no generar conflicto, solemos enmascarar nuestro disgusto con un elogio en hipocresía, o con el silencio. A veces decir la verdad, aunque sea dura, ayuda mucho a las personas.
Pero todo tiene que tener su justo equilibrio, la verdad debe ser dicha con respeto y amor, con ánimo de edificar y no de derribar, y tenemos que pensar cuándo es el momento de hablar y cuándo no. Estoy seguro que si Dios nos mostrara todas nuestras fallas juntas en un instante, no lo soportaríamos, por eso nos va corrigiendo paso a paso en la medida que vamos desarrollando una relación con Él. Del mismo modo, tenemos que aprender a ser pacientes con los errores de los demás y también con nosotros mismos.
En definitiva, creo que ambos extremos pueden ser perjudiciales: el exceso de verdad sin amor y el jamás corregir o señalar lo que consideramos erróneo en los demás. Todo debe tener su justa medida, su forma apropiada y su tiempo adecuado, y por eso necesitamos de la guía de Dios continua en nuestras vidas.
Lo importante es que aprendamos a ser humildes antes Dios, detectar nuestras áreas de soberbia y tratar de eliminarlas para dejar que Dios nos llene con Su gracia.
Proverbios 22:4 (RVA)
Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehovah.
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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