LA TRAMPA DEL DIABLO
Muchos versículos de las Escrituras se entienden perfectamente desde una lectura directa, sin tener que hacer un profundo análisis, pero otros pasajes pueden ser oscuros o difíciles de comprender a simple vista y es necesario analizarlos en detalle. Estudiar el texto griego desde donde se han hecho las traducciones de la Biblia muchas veces nos da mayor entendimiento sobre ciertos pasajes, porque, lamentablemente, a pesar de la gran labor que han hecho los traductores de la Biblia, no eran infalibles y su traducción no es perfecta.
2 Timoteo 2:24 al 26 es un texto que, al analizarlo en detalle, puede traer a luz un mejor entendimiento de cómo actúa el Diablo en la vida de los creyentes. Cito la traducción de la Reina Valera Actualizada:
2 TIMOTEO 2:24-26 (RVA)
|24| Pues el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar y sufrido;
|25| corrigiendo con mansedumbre a los que se oponen, por si quizás Dios les conceda que se arrepientan para comprender la verdad,
|26| y se escapen de la trampa del diablo, quien los tiene cautivos a su voluntad.
El apóstol Pablo aquí le habla a Timoteo, un servidor de Dios, encargado de liderar y enseñar en reuniones de creyentes. A continuación, les voy a dar las definiciones de algunas palabras griegas que están presentes en estos versículos:
El “no” del versículo 24 en griego es ou, es un “no absoluto”, en este contexto se puede traducir como “de ningún modo”.
“Contencioso” en el texto griego es machomai, que significa “pelear, contender, disputar”. En el texto griego es un verbo en infinitivo presente activo, que indica una acción continua, como alguien que está continuamente peleando o metido en disputas.
“Apto para enseñar” en griego es didaktikos, que significa “hábil para enseñar”.
“Sufrido” en el griego es anexikakos, cuyo sentido es “ser tolerante, paciente o resistente con el mal”.
“Mansedumbre” en el texto griego es prautës, que significa “mansedumbre, cortesía, gentileza, amabilidad, buen trato”.
“Corrigiendo” en griego es paideuö, que significa “instruir, enseñar, entrenar, guiar”. Se usa principalmente indicando el proceso de educación de un niño hacia la madurez.
“Arrepientan” en griego es metanoia, que significa “arrepentimiento, cambio de la mentalidad” o “cambio del comportamiento”.
“Comprender” en griego es epignosis, que es una forma intensificada de gnosis, que significa “conocimiento”. Epignosis se traduce como “conocimiento pleno o más maduro o avanzado sobre un asunto, conocimiento verdadero o preciso”.
“Escapen” en griego es ananëphö, que significa “volver a la sobriedad, recuperar la claridad de pensamientos, volver a una forma sana de pensar”.
“Diablo” es el nombre propio del gran enemigo espiritual de Dios. Este nombre ha sido directamente trasliterado del griego diabolos, que significa “calumniador”. Hay varios nombres usados en la Biblia para este ser, pero cuando se lo llama “Diablo” es para enfatizar su acción como calumniador, como alguien que habla mentiras.
Entonces, una traducción de este versículo, en base a estas definiciones, sería así:
2 TIMOTEO 2:24-26 (Traducción corregida)
|24| Pues el siervo del Señor de ningún modo debe andar peleándose, sino que tiene que ser amable con todos, hábil para enseñar y tolerante con el mal,
|25| instruyendo con gentileza a los que se oponen, viendo si quizá Dios les concede el cambio de mentalidad para llegar a un conocimiento más preciso de la verdad,
|26| y vuelvan a pensar con claridad, escapando de la trampa del Calumniador, quien los ha tomado cautivos para hacer su voluntad.
Ahora pensemos en esto que nos dice aquí. Al traducir correctamente “escapen” como “vuelvan a pensar con claridad”, podemos entender que las personas de la que habla Pablo aquí en algún momento tuvieron una forma sana de pensar y fueron engañadas por el Diablo, ahora están cautivas, haciendo lo que le conviene al Diablo. Quizá no quieren hacer lo malo, quizá hasta piensan en servir a Dios, pero no están pensando con claridad.
El Enemigo “captura” a la gente a través de trampas. Para que una trampa funcione, el mecanismo que va a atrapar a la víctima no tiene que ser evidente, además, tiene que haber una carnada, algo que atraiga a la víctima.
Un creyente difícilmente caiga con una “carnada” que lo lleve a algo claramente inmoral o ilegal, pero no es eso lo que necesita el Enemigo, lo que él quiere es dividir a la Iglesia, no necesita que hagamos nada ilegal o inmoral, lo que necesita es que nos dividamos, que creemos “bandos” unos contra otros, de modo que toda la obra de Dios se retrase.
Para esto, lo que el Enemigo hace es usar su faceta de Calumniador, él crea mentiras, mentiras muy sutiles y creíbles que hacen que cristianos se enfrenten a otros cristianos. Él busca nublar nuestro entendimiento para que pensemos que nuestro mejor amigo es nuestro enemigo y nuestro propio hermano en Cristo es nuestro adversario.
Es así que planta todas las diferencias de opinión y de doctrina que vemos hoy en el cristianismo, planta discusiones teológicas, filosóficas o prácticas entre los que quieren servir a Dios, ha plantado toda clase de confusiones, de modo que se hace muy difícil reconocer a un líder o maestro que guía con la verdad de Dios.
¿Cómo combatimos contra esto? El apóstol Pablo dice que el andar peleando continuamente con los hermanos no es el camino. Aún si tenemos la razón y tenemos la verdad, no vamos a lograr un buen resultado discutiendo con todo el mundo.
Pero tampoco se trata de mantenerse callados, sino “instruir con gentileza” y siendo tolerantes con el mal. Por un lado, tenemos que ser amables para transmitir lo que consideramos que es la verdad de Dios (recordando que también podemos equivocarnos) y, si la otra persona se pone dura en su oposición y nos insulta, nosotros toleramos el mal.
Tampoco se trata de exponernos a insultos continuamente, sino simplemente, no devolver mal por mal, ni meternos en una disputa interminable por querer demostrar que tenemos la razón.
Si después de exponer nuestro punto vemos que la otra persona está inflexible en su posición, abandonamos la disputa y ponemos todo en manos de Dios, quizá la persona en algún momento reflexione, comience a pensar con mayor claridad y avance en su entendimiento de la verdad de Dios.
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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