EL LIBRE ALBEDRÍO Y EL DIAGRAMA DE BIFURCACIÓN
Si buscamos la definición de “libre albedrío”, hallamos que es la “libertad individual que requiere reflexión y elección constante”. La definición de Wikipedia nos dice que es “la creencia de aquellas doctrinas filosóficas según las cuales las personas tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones”.
Agustín de Hipona (conocido como “San Agustín”) fue un teólogo y filósofo muy influyente (especialmente en el catolicismo). Él antes de su conversión al cristianismo seguía la religión maniqueísta y también fue muy seguidor de los antiguos filósofos griegos, los cuales sin duda influenciaron su forma de pensar. Agustín fue de los primeros en desarrollar lo que podemos llamar “doctrina de la predestinación”, de la cual Calvino tomó para ampliarla y difundirla en el protestantismo.
La doctrina de la predestinación sostiene, básicamente, que todos somos predestinados por Dios para creer o no creer y que esto está determinado desde antes del nacimiento. Esto genera un gran conflicto con la justicia de Dios, ya que, según esta postura, Dios daría recompensas a aquellos que él mismo predestinó para creer y castigaría a quienes él mismo predestinó para no creer, algo que es totalmente incompatible con un Dios que es justo.
No es mi intención ahora hacer todo un desarrollo de los argumentos y contrargumentos de la doctrina de la predestinación, creo que sólo pensar en Dios como un Dios justo nos hace entender que Él nos dará recompensas y castigos en base a nuestras elecciones. Pero también hay muchos versículos que dejan en claro que Dios nos da a elegir y nos hace responsables de esas elecciones.
Dios dio a Adán y Eva la posibilidad de elegir si comer del fruto prohibido o no y ellos lo hicieron. Alguien podría argumentar que ellos estaban “predestinados” a caer, porque Dios planeó la venida de Jesús desde antes de la fundación del mundo, pero una cosa es que Dios pueda anticipar lo que vendrá y otra diferente es pensar que Él manipula nuestras elecciones.
Si Dios manipulara las elecciones de Su creación, entonces Él sería directo responsable de toda la maldad y horrores que vemos en el mundo. Pero no es así, Dios nos ha dado libertad de elegir y parte de esa libertad es dejar que se desarrollen las consecuencias de las malas elecciones, tanto de los seres humanos como seres espirituales. Al final, Él pondrá orden en la creación, los malos serán destruidos y los demás viviremos para siempre en Su reino.
Y aquí es donde entra en juego el diagrama de bifurcación. En el canal de Veritasium, un canal de ciencia, hay un video donde se explica acerca de ciertas ecuaciones que dan como resultado lo que se ha llamado “diagrama de bifurcación”, mejor que dar una explicación es que ven el video aquí: Esta ecuación cambiará tu modo de ver el mundo
El diagrama muestra un camino se abre en dos, luego cada camino se duplica, formando 4 caminos, luego cada uno se duplica, formando 8, y así se van duplicando continuamente y se forman caminos que se entrecruzan, de maneara que hay lugares únicos, a los que se llega sólo por determinados caminos, y otros a los que se puede llegar desde varios caminos.
Cuando veo este diagrama, me hace pensar en cómo Dios ve nuestras elecciones y nuestro futuro. Él no elige por nosotros, ni manipula las decisiones, pero sabe por qué camino nos va a llevar cada decisión que tomemos y Él tiene una respuesta ya pensada para cada decisión que tomamos, ya sea individualmente o como grupo, sociedad, o la humanidad entera.
No creo que Dios sepa qué vamos a elegir todo el tiempo, pero sí sabe qué sucederá con cada elección que tomamos. Probablemente la historia habría sido diferente si el querubín protector no se rebelaba contra Dios, o si Adán y Eva no comían del fruto prohibido, no lo sabemos, pero sí podemos entender que Dios tiene todo calculado y planeado.
Se dice que un maestro en ajedrez puede anticipar los próximos 4 o 5 movimientos de su oponente ¿cuánto más Dios? Quizá Dios no sepa cuál es la próxima pieza que va a mover el Enemigo, pero él sabe cuál será Su jugada y cómo ganar el partido.
Hay muchas cosas de la sabiduría de Dios que no podemos comprender y las sabremos cuando veamos “cara a cara” (1 Corintios 13:12), no obstante, es importante que entendamos que nuestras decisiones cuentan.
Si bien el plan de Dios se va a cumplir, los tiempos pueden acortarse o alargarse en base a nuestras decisiones y el camino para llegar al bien que Dios quiere darnos, puede ser más difícil o más sencillo en base a las elecciones que vamos haciendo. Por eso cada día tenemos que orar a Dios como Jesús enseñó “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo… el pan [alimento espiritual] nuestro de cada día, dánoslo hoy…”
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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