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Malaquías 3:7-10 – «¿Robará el hombre a Dios?»

Por Pablo Pereyra

Malaquías 3:7-10 es frecuentemente citado por algunos maestros, predicadores y líderes cristianos para enseñar que, si una persona no da su diezmo, le está “robando a Dios” y que por ello no obtendrá Sus bendiciones en su vida. En este artículo vamos a analizar este pasaje de la Escritura para intentar entender qué es lo que realmente nos comunica.

MALAQUÍAS 3:7-9 (RVA)
|7| Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes y no las habéis guardado. ¡Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros!, ha dicho Jehovah de los Ejércitos. Pero vosotros dijisteis: ‘¿En qué hemos de volver?’
|8| ¿Robará el hombre a Dios? ¡Pues vosotros me habéis robado! Pero decís: ‘¿En qué te hemos robado?’ ¡En los diezmos y en las ofrendas!
|9| Malditos sois con maldición; porque vosotros, la nación entera, me habéis robado.

Una primera norma a seguir al estudiar las Escrituras es que todo texto de las Escrituras debe ser comprendido en su contexto, tanto en su contexto inmediato (el párrafo o capítulo en que está), como en su contexto remoto (el mensaje general de las Escrituras que se relaciona con los versículos que estamos leyendo).

Otra clave a tener en cuenta al estudiar la Biblia es hacerse las siguientes preguntas: ¿quién está hablando? ¿A quién le está hablando? ¿En qué época y bajo qué circunstancias fue dicho lo que estamos leyendo? Prestar atención al texto para contestar estos interrogantes nos ayudará mucho a encontrar la verdad del mensaje bíblico y evitar confusiones.

En cuanto al contexto remoto, es necesario estudiar todo lo que respecta a las leyes sobre el diezmo instituidas por Dios. En Números 18:20-32 leemos sobre las leyes que Dios dio con respecto al diezmo. Allí podemos ver que:

1 – Debía ser recibido por los descendientes de Leví. Ninguna otra tribu de Israel podía recibir el diezmo.
2 – Eran para la gente en Israel. No era una ley universal para todos los pueblos de la Tierra.
3 – Eran para sustentar el trabajo de los levitas. Dios les encargó a ellos trabajar de tiempo completo en el templo, así que el diezmo iba a ser su sustento.
4 – Eran para el tabernáculo de reunión. El diezmo sustentaba el ministerio levita en el tabernáculo. En el reinado de Salomón fue construido el Templo y el diezmo pasó a ser para sostener el trabajo levita en el Templo.

Otro punto a tener en cuenta es que “diezmo” no significa “diez por ciento”, el diezmo era uno de cada diez de aquello que había producido la persona. Por ejemplo, si a un pastor de ovejas le habían nacido 10 ovejas, la décima debía darla a los levitas; si le habían nacido 9, no debía dar nada, porque no llegaba a 10; si le habían nacido 22, daba 2 ovejas. O sea, una de cada 10 unidades producidas debía ser dada como diezmo.

LA “FIGURA Y SOMBRA” DE COSAS CELESTIALES

HEBREOS 8:3-6 (RVA)
|3| Porque todo sumo sacerdote es puesto para ofrecer ofrendas y sacrificios; de ahí que era necesario que él también tuviera algo que ofrecer.
|4| Si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, porque ya hay sacerdotes que presentan ofrendas según la ley.
|5| Ellos sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le había advertido a Moisés cuando estaba por acabar el tabernáculo, diciendo: Mira, harás todas las cosas conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.
|6| Pero ahora Jesús ha alcanzado un ministerio sacerdotal tanto más excelente por cuanto él es mediador de un pacto superior, que ha sido establecido sobre promesas superiores.

HEBREOS 9:9-14 (RVA)
|9| Esto es una figura para el tiempo presente, según la cual se ofrecían ofrendas y sacrificios que no podían hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que rendía culto.
|10| Estas son ordenanzas de la carne, que consisten sólo de comidas y bebidas y diversos lavamientos, impuestas hasta el tiempo de la renovación.
|11| Pero estando ya presente Cristo, el sumo sacerdote de los bienes que han venido, por medio del más amplio y perfecto tabernáculo no hecho de manos, es decir, no de esta creación,
|12| entró una vez para siempre en el lugar santísimo, logrando así eterna redención, ya no mediante sangre de machos cabríos ni de becerros, sino mediante su propia sangre.
|13| Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de la vaquilla rociada sobre los impuros, santifican para la purificación del cuerpo,
|14| ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios vivo!

La carta de hebreos nos muestra que el templo y todo el servicio que se hacía allí era “figura” de cosas espirituales. Que Jesús entró en el cielo mismo como Sumo Sacerdote y se entregó una vez para siempre por nuestros pecados. Por esta causa ya no necesitamos ese templo donde los levitas ofrecían sacrificios de animales por los pecados, así que la antigua ley del diezmo quedó anulada, ya que el servicio sacerdotal levita ya no es necesario. El contexto general de las Escrituras nos está señalando que la ley del diezmo no es aplicable para el cristiano hoy.

Quienes enseñan que el diezmo debe ser pagado a la Iglesia hoy, enfrentan un gran problema en el hecho de que desde Hechos hasta Apocalipsis ninguno de los apóstoles enseña al diezmo como obligación, de hecho, la palabra “diezmo” apenas se menciona unas pocas veces en el libro de hebreos con referencia a la antigua ley, nada hay en las cartas de los apóstoles que nos indiquen que el diezmo es una ley vigente.

EXPLICACIÓN DE MALAQUÍAS 3:8-10

Leamos el contexto de este versículo en Malaquías:

MALAQUÍAS 3:6-18 (RVA)
|6| “¡Porque yo, Jehovah, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos!
|7| Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes y no las habéis guardado. ¡Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros!, ha dicho Jehovah de los Ejércitos. Pero vosotros dijisteis: ‘¿En qué hemos de volver?’
|8| ¿Robará el hombre a Dios? ¡Pues vosotros me habéis robado! Pero decís: ‘¿En qué te hemos robado?’ ¡En los diezmos y en las ofrendas!
|9| Malditos sois con maldición; porque vosotros, la nación entera, me habéis robado.
|10| “Traed todo el diezmo al tesoro, y haya alimento en mi casa. Probadme en esto, ha dicho Jehovah de los Ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
|11| A causa de vosotros increparé también al devorador, para que no os consuma el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo se quede estéril, ha dicho Jehovah de los Ejércitos.
|12| Y así todas las naciones os dirán: ‘Bienaventurados’, porque seréis tierra deseable,” ha dicho Jehovah de los Ejércitos.

La primera pregunta para hacer es: ¿a quién se dirige Dios aquí? ¿Le habla a gente cristiana que ha aceptado a Jesús como Señor? ¡Por supuesto que no! Jesús aún no había siquiera nacido para cuando Dios dijo esto, así que no puede estar hablando a gente cristiana, el versículo 6 dice claramente: “hijos de Jacob”, o sea, se refiere al pueblo de Israel, los descendientes de Jacob (que también es “Israel”).

Otra pregunta para hacer es: ¿por qué estaban pasando por malos momentos estas personas? ¿Era sólo por no diezmar? El versículo 7 nos dice que ellos se habían apartado de las leyes de Dios, el diezmo era sólo uno de sus problemas, pero no el único, no era sólo el diezmo lo que les faltaba a estas personas, sino el cumplimiento de todas las leyes de Dios.

En el versículo 10 leemos: “traed los diezmos al tesoro y haya alimento en mi casa”. La “casa” de Dios era el templo, y allí trabajaban los levitas. Los levitas no podían trabajar de otra cosa, por orden de Dios, por lo cual su sostenimiento dependía de los diezmos de la gente. El pueblo no estaba diezmando, por lo tanto, los sacerdotes levitas estaban sin alimento ¡Dios quería que Sus sacerdotes tuvieran su sustento! Por eso era tan importante diezmar y por eso Dios se enojó tanto contra esta gente que no estaba diezmando. Era tal el alejamiento de Dios que tenían, que no les importaba que los sacerdotes de Dios estuvieran pasando necesidad.

Otro dato importante a considerar es que la palabra “robará” y “robado” del versículo 8 son de la raíz hebrea cabá, que sólo se usa aquí y en Proverbios 22:23. Esta palabra hebrea primariamente significa “vaciar, despojar” y también tiene el sentido de “defraudar”. Estas personas estaban despojando y defraudando a Dios, es una forma figurada de expresar que la “casa terrenal” de Dios estaba siendo despojada, vaciada, no había abundancia para los sacerdotes servidores de Dios y esto, a su vez, era devuelto también al pueblo en forma de falta de abundancia para ellos también. Dios no iba a cuidar del pueblo si el pueblo no cuidaba de los sacerdotes de Dios.

En el versículo 11 vemos que se habla del “devorador”. Si bien esta palabra puede indicar, figurativamente, la acción del Diablo, en realidad la palabra “devorador” se usa para referirse a plagas que devoran las cosechas, como los gusanos y langostas. Por ejemplo, en Deuteronomio 28 Dios advierte sobre las consecuencias de alejarse de Él y no obedecer a Sus mandamientos y, en el versículo 38 dice:

DEUTERONOMIO 28:38-42 (RVA)
|38| “Llevarás mucha semilla al campo, pero cosecharás poco; porque la langosta la consumirá.
|39| Plantarás viñas y las cuidarás, pero no recogerás uvas ni beberás vino; porque el gusano se las comerá.
|40| Tendrás olivos por todo tu territorio, pero no te ungirás con aceite; porque tus olivas se caerán.
|41| Engendrarás hijos e hijas, pero no serán para ti; porque serán llevados cautivos.
|42| La langosta tomará posesión de toda tu arboleda y del fruto de tu tierra.

A la gente a la que le habla Malaquías le estaba pasando esto mismo, ellos se habían alejado de Dios y el “devorador” (insectos y plagas) se estaban comiendo sus cosechas, por eso sus campos estaban estériles. Si ellos se volvían a Dios, Dios iba a quitar esas plagas y ellos tendrían nuevamente cosecha. Y al tener buena cosecha, tendrían abundancia y entonces, se cumpliría lo dicho en el versículo 12: “…así todas las naciones os dirán: ‘Bienaventurados’, porque seréis tierra deseable”

Entonces, vemos que estos versículos de Malaquías están dirigido al pueblo de Israel, y el contexto de la situación es que ellos estaban desobedeciendo las leyes de Dios, y dentro de esa desobediencia ellos estaban descuidando el oficio de los sacerdotes a los que Dios mandó que no trabajaran de otra cosa.

Como dije antes, el diezmo fue una ley para mantención del templo, por lo tanto, no habiendo necesidad de un templo y no siendo necesario que haya sacerdotes que sirvan continuamente en ese templo, la ley del diezmo dada a Moisés no tiene ya validez y este texto no puede ser usado para obligar hoy a los creyentes a dar un 10% de su ingreso.

EL DERECHO A VIVIR DEL EVANGELIO

El que la ley del diezmo no esté vigente hoy, no significa que los creyentes no puedan dar dinero para la obra de Dios, ni que esté mal sustentar a algunos ministros de Dios que fueron llamados por Dios para trabajar a tiempo completo.

1 CORINTIOS 9:4-18 (RVA)
|4| ¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber?
|5| ¿No tenemos derecho a llevar una esposa creyente con nosotros, tal como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Pedro?
|6| ¿O sólo Bernabé y yo no tenemos derecho a dejar de trabajar?
|7| ¿Quién presta jamás servicio de soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿Quién apacienta el rebaño y no toma la leche del rebaño?
|8| ¿Será que digo estas cosas sólo como hombre? ¿No lo dice también la ley?
|9| Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado sólo de los bueyes?
|10| ¿O lo dice enteramente para nosotros? Pues para nosotros está escrito. Porque el que ara ha de arar con esperanza; y el que trilla, con esperanza de participar del fruto.
|11| Si nosotros hemos sembrado cosas espirituales para vosotros, ¿será gran cosa si de vosotros cosechamos bienes materiales?
|12| Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿no nos corresponde más a nosotros? Sin embargo, nunca usamos de este derecho; más bien, lo soportamos todo para no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.
|13| ¿No sabéis que los que trabajan en el santuario comen de las cosas del santuario; es decir, los que sirven al altar participan del altar?
|14| Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
|15| Pero yo nunca me he aprovechado de nada de esto, ni tampoco he escrito al respecto para que se haga así conmigo. Pues para mí sería mejor morir, antes que alguien me quite este motivo de orgullo.

Pablo aquí está dirigiéndose a una Iglesia que estaba desordenada. Entre ellos había quienes cuestionaban a Pablo (ver versículo 3). ¿Por qué lo cuestionaban? Por contexto entendemos que algunos en la iglesia de corinto acusaban a Pablo de predicar para ganar dinero. Por esta causa, cuando Pablo fue a predicar a los de la iglesia de corinto, no aceptó de ellos dinero. Pablo dice que tenía todo el derecho de recibir dinero por su trabajo para el Señor. En el versículo 5 él dice que tenía todo el derecho no sólo de recibir dinero de la Iglesia para su propio sustento, sino también podría tomar a una mujer por esposa y sustentar la familia con el dinero de la Iglesia. Ese mismo versículo nos sugiere que Pedro (que era casado) y otros apóstoles, junto con sus familias, eran sustentados por el dinero de la Iglesia. Pero como la iglesia de los corintios era una iglesia inmadura, Pablo prefirió no hacer uso de su derecho de recibir sustento de los creyentes y fue a predicarles en forma totalmente gratuita.

En este punto se hace obvio que si diezmar es una ley y el que no diezma roba a Dios, Pablo habría estado promulgando ese “robo” a Dios al no pedirles los diezmos. Si el diezmo es algo obligatorio para el creyente y Pablo no pidió los diezmos, Pablo habría estado oponiéndose a la voluntad de Dios al no exigirles los diezmos. Queda más que claro que para Pablo no existía una obligación para los creyentes de dar el diezmo, aunque esto no anula el privilegio que tenemos de dar nuestro dinero para apoyar a otros que trabajan para el evangelio, o para otras necesidades de los hermanos.

De hecho, aunque Pablo predicó gratuitamente a los corintios, él tuvo apoyo económico de otro lado:

2 CORINTIOS 11:7-9 (RVA)
|7| ¿Cometí pecado humillándome a mí mismo para que vosotros seáis enaltecidos, porque os he predicado gratuitamente el evangelio?
|8| He despojado a otras iglesias, recibiendo sostenimiento para ministraros a vosotros.
|9| Cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga porque lo que me faltaba lo suplieron los hermanos cuando vinieron de Macedonia. En todo me guardé de seros gravoso, y así me guardaré.

Pablo dice aquí haber “despojado” a otras iglesias para ir a predicar el evangelio a los corintios. Esta palabra “despojar” implica “quitar, privar de algo propio, robar”. Por supuesto, no es que Pablo robó dinero para hacer su predicación, lo que está diciendo aquí es que con el dinero de otras iglesias sustentó su prédica a los corintios. En lugar de usar el dinero de los de Macedonia para predicarles a los de Macedonia, él figurativamente quitó a los de Macedonia el servicio que les correspondía por el aporte financiero que habían hecho y la usó para ir a predicar a los corintios sin recibir nada de ellos.

Lo que estamos viendo es que Pablo usó el aporte financiero de una iglesia madura espiritualmente como lo era Macedonia para poder predicar a una iglesia en conflicto como lo era la de los corintios.

Pablo dijo a Timoteo:

1 TIMOTEO 5:17-18 (RVA)
|17| Los ancianos que dirigen bien sean tenidos por dignos de doble honor, especialmente los que trabajan arduamente en la palabra y en la enseñanza.
|18| Porque la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla. Además: “El obrero es digno de su salario.”

Aquí los “ancianos” se refiere a los creyentes espiritualmente maduros que se dedican al servicio y cuidado de la Iglesia de Dios.

Noten que el versículo 18 comienza diciendo “porque”, lo cual nos indica una conexión directa con el versículo anterior. Previamente vimos que “no pondrás bozal al buey que trilla” se refiere a que el que trabaja para Dios tiene derecho a recibir la retribución necesaria para su sustento (1 Co. 9:9-10). De hecho, la palabra que se traduce “honor” aquí es en griego timë, que se puede traducir como “precio, valor, dinero, honor, honra, reconocimiento”, el contexto determina cuál es la forma de traducirla. El versículo 18 nos sitúa claramente en el contexto del sustento económico para el que trabaja para el evangelio. Es bastante claro que el “doble honor” aquí se refiere al dinero, o la contribución económica.

Las Escrituras nos muestran que los cristianos deben dar de lo que tienen para el servicio de Dios y quienes por gracia de Dios tienen un dinero extra para dar, es la voluntad de Dios que libremente den de ese dinero para la obra de Dios. El dinero para Dios puede usarse ya sea ayudando a un huérfano, viuda o pobre, para ayudar a algún hermano en necesidad, para financiar algún evento, viaje o necesidad que surja a los efectos de difundir la Palabra de Dios, o para sostener a una persona o grupo de personas que han sido llamadas por Dios para trabajar en tiempo completo a Su servicio (para ver esto en más detalle pueden ir a mi estudio “Las ofrendas y el dar”).

No todos los que dicen servir a Dios son verdaderos servidores, y no todos los que están a cargo de una congregación (aún de forma genuina) son llamados a trabajar de tiempo completo y recibir sustento de la iglesia. Cada caso es distinto y debe ser trabajado con Dios. Si un ministro es fiel a Dios y está dedicándose en tiempo completo al servicio, y ha probado ser fiel a Dios y al servicio a lo largo de los años, debe ser tenido con “doble honor” nos dicen las Escrituras. Pero también hay casos donde el ministro quizá deba renunciar a su derecho, como lo hizo Pablo, para no causar tropiezo a una iglesia inmadura.

Es así que un ministro fiel de Dios tiene derecho de recibir dinero u otros bienes materiales de parte de los creyentes, para ser sustentado, y tiene derecho de enseñar a hacerlo, si lo considera adecuado. Pero nunca debería enseñar que un cristiano está obligado a diezmar y de ningún modo debería decirles a las personas que le están “robando a Dios” cuando no dan sus diezmos. Una cosa es pedir una contribución voluntaria que salga del corazón de otros creyentes que estén siendo bendecidos con su trabajo y otra cosa es manipular las Escrituras para generar un sentimiento de obligación a dar en las personas, y un sentimiento de condenación en quienes no quieren o no pueden dar dinero.

DAR ALEGREMENTE Y NO POR MIEDO O BAJO PRESIÓN

Hoy no hay ley de diezmo vigente, si alguien no puede dar dinero, no va a ser condenado, porque no hay condena para los que están en Cristo Jesús (Ro. 8:1), así que los líderes y pastores cristianos deberían dejar de asustar a la gente de la iglesia usando Malaquías 3:7-9 con la idea de que Dios no los va a bendecir si no diezman, y que son “malditos” por no dar el 10% de sus ingresos

2 CORINTIOS 9:7-10 (RVA)
|7| Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación; porque Dios ama al dador alegre.
|8| Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra;
|9| como está escrito: Esparció; dio a los pobres. Su justicia permanece para siempre.
|10| El que da semilla al que siembra y pan para comer, proveerá y multiplicará vuestra semilla y aumentará los frutos de vuestra justicia.

La Biblia aquí nos dice que quien da, debe dar con alegría, no con tristeza, ni por obligación. Si alguien da un diezmo porque se siente presionado por algún pastor, líder o maestro que le ha dicho que si no da le está robando a Dios y no va a recibir Sus bendiciones, entonces no estará dando alegremente, estará siendo manipulado psicológicamente por una mala utilización de las Escrituras y, por consiguiente, estará dando por obligación, y muchas veces, con tristeza. Así que ¡no dejes que nadie te obligue a dar un diezmo u ofrenda! ¡Si vas a dar, hazlo de corazón, con alegría, contribuyendo a la obra de Dios!

La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia

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