¿ES IMPORTANTE PRONUNCIAR BIEN EL NOMBRE DE DIOS?
Algunas denominaciones cristianas actualmente están dando mucha importancia a la correcta pronunciación de los nombres de Dios y de Jesús. Entre ellos, hay quienes dicen que debemos usar los nombres hebreos, otros llegan incluso a afirmar que al decir “Dios” o “Jesús” estamos invocando a falsos dioses.
El nombre con el que Dios se dio a conocer antiguamente es un nombre hebreo que se traslitera con cuatro consonantes: YHWH. Los eruditos en hebreo han propuesto diferentes formas posibles de pronunciación, pero la más aceptada es Yahweh (que se pronuncia IAUE).
El nombre hebreo de Jesús, conforme a lo propuesto por la mayoría de eruditos e historiadores, fue Yehoshúa, que es el mismo nombre que tuvo Josué, este nombre se abreviaba como “Yeshúa” (pronunciado IEYÚA). El nombre fue trasliterado al griego como IESOUS (que se pronuncia ISUS), y desde ahí derivó al español “Jesús” (en inglés es más parecido al griego, ya que se pronuncia “YISUS”).
Algunos sostienen que el nombre de Jesús fue YAHSHUA, ya que, según ellos, su nombre tuvo que tener incluido parte del nombre de Dios “YAH”, sin embargo, no hay ninguna evidencia histórica, ni arqueológica de nadie con este nombre, este nombre parte simplemente de la suposición de ciertas personas, pero no hay ninguna evidencia razonable que avale tal proposición. Notablemente, son los que defienden este nombre los que con mayor frecuencia condenan el uso de cualquier otro nombre para Jesús.
Pedro dijo lo siguiente:
Hechos 4:12 (RVA)
Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Leyendo esto, bien podríamos pensar que si no hay otro nombre sobre el cual podamos ser salvos, entonces sería importante conocer correctamente el nombre de Jesús. Sin embargo, para entender este versículo, tenemos que saber exactamente cómo usaban la palabra “nombre” en aquellos tiempos.
La palabra “nombre” aquí es la traducción de la palabra griega onoma, que tiene varias acepciones. Esta palabra significa:
1. La designación dada a una persona o cosa para distinguirla de otra.
2. Fama o reputación.
3. En plural, personas pertenecientes a un grupo determinado.
4. Indicativo de rango o autoridad atribuido a un representante.
5. La persona o ser que porta determinado nombre.
El término griego conserva también el sentido de autoridad y representación que le daban los hebreos a un “nombre”, e incluso, hasta este mismo día, usamos la palabra “nombre” con alguno de estos sentidos.
Por ejemplo, si yo digo “vengo en nombre de fulano” o “hablo en nombre de tal o cual”, todos entienden que estoy actuando o hablando como representante de esa persona. ¡Lo mismo sucedía en el griego y el hebreo!
Entonces, cuando Pedro dice que no hay otro “nombre” en que podamos ser salvos, se refiere a que sólo por medio de la PERSONA de Jesús podemos recibir salvación, no se refiere a que simplemente su “nombre” (su designación) tenga poder para salvar, de hecho, él mismo dijo:
Mateo 7:21-23 (RVA)
|21| “No todo el que me dice ‘Señor, Señor’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
|22| Muchos me dirán en aquel día: ‘¡Señor, Señor! ¿No profetizamos en tu nombre? ¿En tu nombre no echamos demonios? ¿Y en tu nombre no hicimos muchas obras poderosas?’
|23| Entonces yo les declararé: ‘Nunca os he conocido. ¡Apartaos de mí, obradores de maldad!’
¿Lo ven? No se trata tan sólo de decir el nombre de Jesús, sino que se trata de obedecerlo, de tener una verdadera comunión con él.
Hasta donde sabemos, todo lo que llamamos “Nuevo Testamento” fue escrito en griego, excepto quizá por Mateo, que pudo haber sido escrito en hebreo. Hay indicios de que existió un texto hebreo de Mateo, pero que se perdió, pero no hay evidencias de que existieran “originales” hebreos de los demás libros del NT.
Algunos sostienen que los originales debieron ser en hebreo, pero son sólo suposiciones, no hay evidencias. Existen textos muy antiguos en arameo (una variación del hebreo), pero tiene indicios de no ser una escritura directa, sino ser traducción de textos en griego. Por tal causa, la mayoría de expertos en textos bíblicos sostienen que los originales del NT fueron escritos en griego.
Vemos que los apóstoles tradujeron el nombre hebreo “Yeshúa” como “Iesous”. Recordemos que los apóstoles escribieron por inspiración de Dios. Si realmente hubiera sido vital la pronunciación correcta del nombre de Jesús ¿les parece que Dios los hubiera inspirado a traducir el nombre en lugar de dejarlo intacto? Si les hubiera importado tanto, hasta podrían haber dejado el nombre en letras hebreas ¡Pero no fue así!
Si Dios mismo dio el aval a los apóstoles para traducir “Yeshúa” como “Iesous” ¿No creen que, igualmente, Dios no tendría problemas en que se tradujera el nombre al español como “Jesús”?
La Biblia nos dice que Dios mira el corazón de las personas, no su pronunciación, no mira la exactitud de nuestras palabras, y Él sabe cuándo le estamos hablando a Él; y Jesús sabe cuándo estamos queriendo invocarle, aunque no pronunciemos su nombre de forma perfecta.
Dios es Espíritu, él no está en el mundo material, muy probablemente los espíritus tendrán formas de comunicarse diferentes a nosotros, por lo tanto, el hecho de que Dios se haya puesto un nombre, no significa que esté atado estrictamente a ese nombre, sino que es una forma en que Él condescendió al entendimiento humano para poder darse a conocer apropiadamente.
El nombre “Yahweh” significa “el que seré” o “el que llegue a ser”, en Éxodo, Dios dijo a Moisés:
Éxodo 3:14 (RVA)
Dios dijo a Moisés: —YO SOY EL QUE SOY. —Y añadió—: Así dirás a los hijos de Israel: “YO SOY me ha enviado a vosotros.”
Una traducción más acercada al hebreo de las palabras de Dios sería: “yo llegaré a ser el que llegue a ser” o “seré el que sea”. A diferencia de los pueblos paganos, que tenían un dios para cada necesidad (dios del sol, dios de la lluvia, dios de la fertilidad, dios de la guerra, etc.), el Dios verdadero se presenta como uno que podía ser lo que sea, es una forma de presentarse como el TODO del ser humano.
Génesis 16:13 (RV-1960)
Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?
Aquí se está hablando de Agar, sirvienta de Sara. Vemos que ella llamó el nombre de Dios “Tú eres Dios que me ve”. Agar le dio su propio nombre a Dios, pero Él no se molestó por eso.
Pero en el relato tenemos otros detalles que nos van a ayudar a entender aún mejor lo que es el “nombre” de Dios.
Si leemos un poco más atrás en el contexto, vemos que en el versículo 7 Agar se encuentra con un “ángel de Yahweh”, no se encuentra con Dios mismo. En el versículo 9 el ángel le habla a Agar
Génesis 16:9-13 (RV-1960)
|9| Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.
|10| Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
|11| Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.
|12| Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.
|13| Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?
Lo que vemos es que quien se presenta ante Agar no es Dios mismo, sino un ángel, pero este ángel hablaba como si fuera Dios mismo. Esto se entiende cuando entendemos el sentido de representatividad que tenía el nombre para los hebreos.
Entre los hebreos antiguos, una persona no sólo podía decir “hablo en nombre de” cuando estaba representando a alguien, sino que hasta podía usar el nombre de aquél a quien representaba.
En cierta forma, aún hacemos esto en el presente, aunque no exactamente de la misma forma. Pero, por ejemplo, supongamos que le digo a un amigo, José: “Juan me mandó a decirte que va a ir a tu casa esta noche y lleva la cena”.
Entonces, José podría hablar con otro amigo y decir: “Juan dijo que viene a mi casa esta noche y trae la cena”. ¡Pero no fue Juan que le habló! Sucede que, si José confía plenamente en mi palabra, para él, mi palabra de parte de Juan será como si lo hubiera dicho Juan mismo. ¡Esto es lo que vemos en la Biblia muchas veces!
Vamos a ver en muchas ocasiones que un ángel habla de parte de Dios como si fuera Dios. De hecho, algunos ángeles, e incluso seres humanos, son llamados “dios” (en hebreo ELOHIM), porque actuaron o actúan como representantes de Dios.
Éxodo 3:2-4 (RV-1960)
|2| Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
|3| Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
|4| Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
Acá se ve claramente que quien se aparece ante Moisés era “el ángel de Jehová”, pero después dice que “llamó Dios de en medio de la zarza…” Por supuesto, este ángel no era Dios mismos, pero ángel hablaba en representación de Dios. Esto lo vamos a ver muchas veces en la Biblia, sólo cito estos ejemplos, para que, en la medida que lean la Biblia, puedan identificarlo.
Éxodo 21:6 (RVA)
entonces su amo lo acercará ante los jueces, lo acercará a la puerta o al poste de la puerta y le horadará la oreja con una lezna. Y le servirá para siempre.
Éxodo 22:8 (RVA)
Pero si no es hallado el ladrón, entonces al señor de la casa se le hará comparecer ante los jueces para determinar si ha metido la mano en la propiedad de su prójimo.
Éxodo 22:28 (RVA)
“No maldecirás a los jueces, ni hablarás mal del gobernante de tu pueblo.
En estos tres versículos, y algunos otros en la Biblia, la palabra “jueces” en hebreo es elohim, que literalmente se traduciría como “dioses”. Hay otra palabra hebrea para “jueces” (que es la más común) que es shaphat, pero aquí y en otras partes se usa elohim ¿por qué? Esto es porque los buenos jueces de Israel eran representantes del juicio de Dios, por lo tanto, eran llamados “dioses” por actuar en representación de Dios.
Jesús mismo reafirmó esto:
Juan 10:34-35 (RV-1960)
|34| Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
|35| Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),
Dios llamó “dioses” no sólo a los jueces de Israel, también consideraba “dioses” a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, porque ellos estaban siendo representativos de Dios.
Entonces, podemos entender cómo en la cultura hebrea se usaba el nombre o atributo de alguien para referirse también a alguien que representa a esa persona. Cuando entendemos esto, podemos también entender otros pasajes de la Biblia.
Filipenses 2:9 (RV-1960)
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
¿Significa esto que Dios dio a Jesús algún otro nombre (otra designación) diferente y superior? ¡No! Lo que significa es que le dio autoridad sobre toda otra autoridad, lo puso en el rango más alto de autoridad.
Colosenses 3:17 (RVA)
Y todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
¿Este versículo me está diciendo que mencione a Jesús en todo lo que hago? ¡No! Lo que me está diciendo es que intente actuar como él actuaría, que obre como representante de Jesús, imitando su amor y sabiduría, actuando conforme a Su guía espiritual en mí.
Juan 14:13-14 (RVA)
|13| Y todo lo que pidáis en mi nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
|14| Si me pedís alguna cosa en mi nombre, yo la haré.
Pedir “en nombre de Jesús” es pedirle a él mismo. Antes de la resurrección de Jesús, la gente sólo podía pedir cosas a Dios, pero ahora ¡podemos pedir cosas a Jesús! Además, pedir en su nombre también refiere a pedir conforme a su voluntad, tal como dijo Juan: si pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye (1 Jn. 5:14).
Hechos 3:6 (RVA)
Pero Pedro le dijo: —No tengo ni plata ni oro, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!
Entendiendo el sentido del “nombre” en la cultura hebrea, podemos entender que aquí Pedro no está dando una “fórmula” para sanar a alguien, al decir “en el nombre de Jesucristo…” Pedro está expresando que no es él mismo quien comanda la sanidad, sino que está actuando como representante de Jesús, que Jesús fue quien dio la orden para que este hombre sea sanado.
De nada sirve decirle a un enfermo “sé sano en el nombre de Jesús” si Jesús primero no dio la orden. Todo lo contrario, eso sería usar en vano su nombre, porque estaríamos actuando como si Jesús hubiera dado una orden que jamás dio, lo cual luego confunde a la gente y le hace pensar que esa persona es un farsante, lo cual muchas veces lleva a la gente atea a pensar mal del cristianismo por estas cosas.
Mucho más se puede decir sobre el uso del “nombre” en la Biblia, pero no quiero hacer demasiado largo esta publicación. Espero esto ayude a ver con otros ojos el sentido del “nombre” en la Biblia y así poder comprender más apropiadamente cada pasaje en los que el “nombre” de Dios o de Jesús es usado.
Además, también espero quede claro que no es tan importante para Dios que pronunciemos de forma perfecta su nombre o el de Jesús (de hecho, en el Nuevo Testamento Dios es casi siempre llamado “Padre”, el nombre “Yahweh” no es usado).
Lo importante es a quién invocamos en nuestro corazón, no a los dioses propuestos por el mundo, sino al único Dios verdadero, que se ha manifestado al mundo a través de Su hijo Jesús, quien es el único mediador entre Dios y los seres humanos y es el hombre que está sobre todo “nombre”, bajo quien se sujeta toda la creación, excepto quien lo sujetó: Dios (1 Co. 15:27).
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
Si esta publicación te bendijo, por favor ayúdame orando por mi servicio a Dios, compartiendo esta página con tus amigos y seres queridos y dándole tu «me gusta» a la página de Facebook de «En Honor a Su Verdad»
Ante cualquier duda o consulta, puedes contactarte conmigo por e-mail a [email protected] o por mensaje privado en mi Facebook personal