Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors
categorías

“OBEDECED A VUESTROS PASTORES”

Por Pablo Pereyra

En esta ocasión analizaremos el versículo de Hebreos 13:17.

HEBREOS 13:17 (RV-1960)
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.

En ocasiones este versículo es citado para tomar cierto control de las personas que asisten a una congregación, se los presiona a la “sujeción” a veces hasta un límite insano, pretendiendo que los fieles de una congregación acepten y obedezcan todo lo que su pastor dice, sin cuestionar bíblicamente si lo que enseña es la verdad de Dios. Además, muchas veces las personas llegan a desarrollar cierta dependencia de un líder sin poder desarrollar una relación con Dios independiente y madura.

En principio será necesario señalar algunos errores de traducción que están presentes en este pasaje, que desorientan el mensaje que éste transmite.

La versión que he citado en la Reina-Valera de 1960. Allí la primera palabra que leemos es “obedeced”. Esta palabra es la palabra griega peithö, que principalmente denota “persuadir”, también se traduce como “confiar”, porque cuando uno está persuadido de algo confía en que eso es verdadero. A veces se traduce peithö como “obedecer”, en el sentido de obedecer por haber sido persuadido de hacerlo. Veamos un ejemplo del uso de peithö como “persuadir”:

MATEO 27:20 (RV-1960)
Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.

Vean, la multitud “obedeció” a los sacerdotes y ancianos porque estos los persuadieron de que pidiesen a Barrabás. Hay una obediencia implícita, pero no es una obediencia en sometimiento, sino una obediencia por persuasión. En otras palabras, cuando aparece la palabra peithö, puede haber una obediencia implicada, pero es voluntaria e involucra la convicción de que hay un provecho en lo que se hace.

HEBREOS 13:17 (RV-1960)
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.

El griego bíblico tiene tres voces verbales, cada una con un fin determinado. La voz activa indica una acción que el sujeto de la oración hace sobre otro; la voz media, generalmente indica una acción que el sujeto hace sobre sí mismo, aunque a veces puede cumplir la función tanto de la voz activa como la de la pasiva; en tercer lugar, tenemos la voz pasiva, que indica una acción que otro hace sobre el sujeto de la oración. En este caso el verbo peithö está en voz pasiva y debiera leerse literalmente como “sean persuadidos”, se refiere a una obediencia por persuasión y no una obediencia ciega.

Otro error de traducción presente en la Reina-Valera sobre está en la palabra “pastores”. La palabra que aquí se traduce “pastores” es la palabra griega hëgeomai, que es un verbo. Hëgeomai significa primariamente: “tener una opinión, consideración o punto de vista con respecto a algo”. Por extensión, se usa de aquellos que toman decisiones en un grupo y guían o conducen a ese grupo. Esta palabra podríamos traducirla “los que están tomando decisiones” o “los que están liderando”. En la Reina-Valera se traduce con gran variedad de palabras, tales como: “dirige” (en Lucas 22:26); “gobernador” (Hechos 7:10); “llevaba” (Hechos 14:12); “tengo por” (Hechos 26:2); “tuve por” (2 Corintios 9:5; Filipenses 2:25); “he estimado” (Filipenses 3:7). Esta gran variedad de formas de traducir hëgeomai nos muestra que la palabra tiene un sentido amplio y por eso los traductores no encontraron la forma de traducirla uniformemente en todos los pasajes, pero es más que claro que la traducción “pastores” está lejos del sentido original de esta palabra.

Ahora bien, existen dos pasajes de la Escritura en que hegeomai es traducida “pastores”. Una es aquí y otra es un poco más adelante, en el versículo 24. Quizá los traductores de la Reina Valera pusieron la palabra “pastores” porque en su tiempo ya se denominaba así a los líderes de la congregación. Sin embargo, no es una buena traducción. La Reina Valera Actualizada traduce “dirigentes”; la Versión Moderna traduce “los que tienen el gobierno”, la versión del Nuevo Mundo traduce “los que llevan la delantera”.

¿QUÉ ES UN PASTOR?

Poimën es la palabra griega que significa “pastor” y así se traduce uniformemente en todo el Nuevo Testamento. Sin embargo, cuando estudiamos los usos de poimën, el pastor es alguien que ha sido llamado por Dios a cuidar y generar unión entre las personas y Dios y entre ellas mismas. Un pastor generalmente está a cargo de una congregación, pero no para controlarla, sino para guiarla. Un pastor, además, debe ser un buen maestro de la Palabra (Efesios 4:11).

MATEO 9:35-36 (RV-1960)
|35| Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
|36| Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

Aquí vemos que la condición de las personas, cuando no tienen pastor, es que están desamparadas y dispersas. ¿Qué es lo que hace el pastor? Las reúne y las cuida, este es el ejemplo de pastor que Jesús mismo nos dejó:

JUAN 10:1-16 (RV-1960)
|10| El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
|11| Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
|12| Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
|13| Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
|14| Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
|15| así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
|16| También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

Jesucristo es el buen pastor. Él cuida de nosotros y está día tras día trabajando para reunir a las ovejas y cuidarlas y que no queden desamparadas. Toda forma de servicio que adopte un cristiano es, en realidad, un reflejo de alguna faceta de Cristo. En el caso de un pastor, éste debe ser un reflejo de la faceta de Cristo como pastor. Hoy en día los miembros de varias denominaciones (principalmente protestantes) suelen llamar genéricamente “pastor” al líder de sus congregaciones, sin embargo, muchos de ellos no son verdaderos “pastores” desde el sentido bíblico de la Palabra.

Un pastor de ovejas, en tiempos bíblicos, solía poner nombre a sus ovejas y sabía no sólo cuántas ovejas tenía, sino que sabía cuál era cuál. Para un extraño las ovejas podrían parecer todas iguales, pero el pastor conocía cada oveja suya, muchos pastores ponían nombre a cada oveja, con un rápido vistazo se daba cuenta si le faltaba alguna y cuál le faltaba. Además, los buenos pastores estaban dispuestos a gran sacrificio para salvar a sus ovejas de un peligro, un claro ejemplo está en el relato de David, que peleó contra un león y un oso para salvar su rebaño, cuando aún era un joven pastor. Del mismo modo, Cristo conoce a cada cristiano por nombre y tiene un especial cuidado por su “rebaño”. Él dio su vida por nosotros, es la máxima demostración de amor de alguien que se preocupa por su rebaño.

Por lo tanto, ser un pastor cristiano es una tarea de gran responsabilidad, que involucra el cuidado de las personas de la congregación. En términos generales, un pastor no puede tener 100 o 200 fieles a cargo, porque difícilmente conocería a cada uno por su nombre, ni mucho menos las necesidades particulares de cada uno. La Biblia nos señala que Cristo sigue siendo hoy nuestro pastor, los pastores y otras funciones de liderazgo están puestas por Dios para cuidar momentáneamente de las personas hasta que desarrollen la madurez suficiente para tener una relación directa y estrecha con Cristo, la Cabeza del Cuerpo y con Dios, nuestro Padre celestial.

Vean lo que dice Pablo en Efesios:

EFESIOS 4:10-16 (RV-1960)
|10| El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
|11| Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
|12| a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
|13| hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
|14| para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
|15| sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
|16| de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

“Perfeccionar”, en el versículo 12, significa “llevar a la madurez”. Las palabras “pastores y maestros” en el texto griego están unidas de tal forma que nos dan a entender que un pastor debe ser un maestro, debe conocer la Palabra y poder enseñarla correctamente.

Los versículos 11 y 12 dicen que Cristo constituyó apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”, no dice que los puso para gobernar a los cristianos y controlar cada paso que dan en sus vidas. No dice que los puso para dar órdenes y para que las personas dependan toda su vida de ellos, los puso para perfeccionar (que es “llevar a la madurez”) a los santos, para que ellos puedan conocer a Cristo y, por consiguiente, tener comunión con él y no ser llevados de un lado para el otro por cualquier doctrina que se presente.

El versículo 16 nos muestra que todo el cuerpo, estando unido, se ayuda mutuamente según la actividad de cada miembro; no dice que los cristianos se ayudan mientras el pastor los gobierna ¡no! El pastor es un miembro más que edifica y es edificado por otros. El pastor cuida a la gente inmadura y él mismo es cuidado por Cristo; el maestro enseña a los indoctos, pero debe ser enseñado por Cristo; el profeta da luz a los cristianos, pero debe ser iluminado por Cristo. Todos podemos servir en una función u otra y debemos estar unidos para edificarnos mutuamente, pero no para establecer control sobre las vidas de otros.

Al único al que la Biblia señala como “cabeza” del Cuerpo es a Cristo, como vemos en el versículo 15. Así que, si un pastor o líder cristiano me dice algo y eso está de acuerdo con la voluntad del Señor, yo debería obedecerle voluntariamente, por estar persuadido de que está dándome la guía de Dios, pero si el líder o cualquier otro en la congregación me dice que debo hacer algo y eso contradice a la voluntad de Dios, mi deber es obedecer a Cristo antes que a cualquier persona.

EL TEXTO DE HEBREOS 13:17

Volvamos a leer Hebreos 13:17

HEBREOS 13:17 (RV-1960)
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.

Otra palabra que aquí es necesario entender mejor es la palabra “sujetaos”. En griego esta palabra es hupeikö. Esta palabra significa “ponerse debajo de”, esta es la única vez que se usa esta palabra griega en toda la Biblia. El traductor entendió que este “ponerse debajo de” implica ponerse bajo su autoridad. Sin embargo, nosotros solemos ponernos debajo de algo para protegernos (como cuando nos ponemos bajo techo ante una lluvia). En realidad, este sentido encaja mejor con el resto del versículo, que dice que ellos “velan por vuestras almas”, o sea, ellos están atentos a todo peligro y cuidan a los suyos.

Una versión más literal, como la Biblia Textual, traduce este versículo así:

HEBREOS 13:17 (BTX)
Dejaos persuadir por los que os dirigen y sed dóciles, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que hagan esto con gozo, y no quejándose; porque esto no sería provechoso para vosotros.

Entonces, vemos que el pasaje no nos está hablando de obedecer ciegamente al pastor de una congregación, sino de dejarse persuadir por ellos (cuando están enseñando la Palabra de Dios correctamente y señalan las fallas) y de ponerse bajo su protección o cuidado, siendo “dóciles” a sus instrucciones, sabiendo que están atentos a los peligros para cuidar a las personas que tienen a cargo.

En una guerra, el que está a cargo de un escuadrón puede en determinado momento gritar “¡Cuerpo a tierra!”. En este momento, la obediencia del soldado es crucial, no tirarse al piso puede costarle la vida. El capitán del escuadrón no está dando una orden caprichosa porque tiene ganas de molestar a los soldados, da la orden porque ve el peligro y no quiere que ninguno del escuadrón muera. Del mismo modo, los líderes cristianos que han sido puestos por Dios en esas funciones tienen mayor madurez y experiencia en la guerra espiritual entre Dios y el Diablo y están a cargo del entrenamiento y cuidado de los “escuadrones” de Dios. Sin embargo, todo hombre es falible y hasta el más comprometido líder cristiano puede llegar a alejarse de Dios, como pasó con el rey Salomón, quien un día era el hombre más sabio del mundo y de a poco comenzó a hacer todo lo que Dios le había dicho que no debía hacer y terminó por tener una rotunda caída.

Sólo Dios es perfectamente fiel, y si bien Él coloca a ciertas personas para que guíen a otros cristianos y los ayuden a crecer espiritualmente, el objetivo final de un líder cristiano debe ser que los demás creyentes puedan desarrollar una íntima comunión con Dios y con Cristo. De este modo, si el capitán (el líder cristiano) falla, tendremos las órdenes correctas enunciadas por el General (Dios) mismo.

Hay otro pasaje que es utilizado para enseñar “sujeción” a las autoridades de una iglesia, que es Romanos 13:1, donde se dice que toda persona debe someterse a las autoridades superiores. Algunos enseñan que esas autoridades superiores son las autoridades de la Iglesia, sin embargo, el contexto nos muestra que se está hablando de autoridades civiles (pueden ver esto en más detalle en mi artículo “Sométase toda persona a las autoridades superiores”).

En resumen, hemos visto que en Hebreos 13:17 la Biblia nos está mandando a estar sujetos a aquellos que están cumpliendo un rol de liderazgo y que protegen a la congregación, pero esta sujeción no es por fuerza, ni es “ciega”, sino que se basa en estar persuadidos de que nos están guiando conforme a la voluntad de Dios. Sin embargo, las Escrituras en ningún momento nos hablan de tener una completa dependencia de un líder cristiano. Apóstoles, profetas, pastores, maestros, etc., están puestos por Dios para ayudar al cristiano a alcanzar madurez en su relación con Dios mediante el Señor Jesucristo y no para controlarlos y gobernar sus vidas. Por otro lado, el cristiano tampoco debería tomar la posición cómoda de decir: “hago lo que tal persona me dice y listo”, es nuestra responsabilidad nutrirnos con conocimiento de la Palabra, el andar, la oración y la comunión con los hermanos al punto de poder madurar espiritualmente. Es nuestra responsabilidad pensar y considerar cada enseñanza a la luz de las Escrituras, examinando todo y reteniendo lo bueno.

Dios desea tener una relación individual con nosotros, teniendo a Cristo como único mediador (1 Timoteo 2:5), por lo tanto, los líderes cristianos no deberían colocarse como “mediadores” entre las personas y Dios, y los cristianos tampoco deberían poner a ningún líder cristiano como sus mediadores entre ellos y Dios. Cada uno de nosotros puede y debe desarrollar su propia relación con Dios.

EFESIOS 5:21 (RV-1960)
Someteos unos a otros en el temor de Dios.

Esta palabra “someteos” es la palabra griega hupotassö, que ya hemos visto que significa: “ordenarse debajo de”, “estar bajo la autoridad de” y “obedecer a”.

Donde dice: “en el temor de Dios”. Debe decir “en el temor de Cristo”, así leen los manuscritos bíblicos más antiguos. La palabra “temor” debe entenderse como “respeto” o “reverencia”. Es ese temor que se tiene por respeto a una autoridad superior. La Nueva Versión Internacional capta bien el sentido de esta palabra:

EFESIOS 5:21 (NVI)
Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo.

Pero otro punto a tener en cuenta es que “sométanse” es un verbo que, en el griego, está en voz pasiva, puede traducirse como “sean sometidos”, quiere decir que dejamos que Cristo mismo nos ordene bajo la autoridad de otros cristianos que Él designe. Pablo está diciendo: “como acto de reverencia hacia Cristo dejen que él los coloque bajo autoridad unos de otros”. Esto quiere decir que si Cristo me manda a obedecer lo que un hermano me dice, debo respetar su decisión y hacerlo. El “unos a otros” nos indica que nadie queda exento de esto, aún los líderes más maduros espiritualmente tienen alguien a quien sujetarse.

Esta obediencia o sujeción tampoco tiene por qué ser constante y diaria. Sencillamente puede ser que uno dé un consejo sobre cómo proceder a otro y el otro acepte ese consejo como proveniente de Cristo y le obedezca. Esto es un “ida y vuelta” constante entre los cristianos.

Dios ha hecho hablar a un burro en el pasado para comunicar Su voluntad a Balam y hoy en día puede comunicar Su verdad a través de cualquiera. Lógicamente, no vamos a sentarnos delante de un burro esperando que hable la Palabra, pero puede pasar que quizá Cristo dé su mensaje a un cristiano que comenzó a aprender la Palabra de Dios hace una semana para que se lo transmita a un maestro o líder que hace 30 años está al frente de una congregación. Debido a que Dios desea la participación de todos los creyentes del cuerpo, todos podemos aprender de todos y todos tenemos algo especial para dar.

Muchas personas han detenido su proceso de crecimiento y madurez espiritual debido a una enseñanza de “sumisión” que no es bíblica y no es sana. No digo que no deba haber orden en una reunión cristiana, no digo que no deban existir autoridades, pero todo debe hacerse para edificación y conforme al orden en que Dios quiere que se hagan las cosas.

Jesús, que es la cabeza del Cuerpo, es quien está por encima de todos (excepto de Dios) y a él debemos obedecer antes que a los hombres. Si Cristo nos pone bajo la autoridad de alguien, debemos aceptarla humildemente, y si Cristo nos manda a alejarnos de la autoridad de alguien, debemos tener el valor de hacer Su voluntad y no permanecer en la posición cómoda de estar toda la vida asistiendo a una determinada congregación, pensando que con asentir a todo lo que dice el pastor tendremos la aprobación de Dios.

Dios y Jesús quieren tener una relación personal con cada uno de nosotros, es nuestro privilegio y responsabilidad hacer todo lo que sea necesario para permitirles establecer esa relación. No dejemos que nada ni nadie se interponga entre nosotros y nuestro Padre celestial. ¡Crezcamos juntos en el conocimiento, entendimiento y práctica del amor de Dios!

NOTA: la información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia

Si esta publicación te bendijo, por favor ayúdame orando por mi servicio a Dios, compartiéndo esta página con tus amigos y seres queridos y dándole tu «me gusta» a la página de Facebook de «En Honor a Su Verdad»

Ante cualquier duda o consulta, puedes contactarte conmigo por e-mail a [email protected] o por mensaje privado en mi Facebook personal

Si este sitio te es de bendición, me ayudarías mucho haciendo una donación para poder seguir otorgando material de calidad y llegar a más personas en todo el mundo.

Donaciones

Deja un comentario