LA SABIDURÍA DE DIOS
El libro de proverbios es un libro que nos puede dar bastante información sobre cómo debería ser un buen gobernante. El libro de proverbios tiene varios autores, comienza diciendo:
PROVERBIOS 1:1 (RVA)
Los proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel:
E.W. Bullinger, en su comentario sobre este versículo (en la obra The Companion Bible), señala que aquí la palabra “de” (donde leemos “de David”) es un genitivo que podría entenderse como que estos proverbios fueron escritos por Salomón o que fueron escritos para Salomón. En el 10:1 leemos nuevamente “proverbios de Salomón”, si todo lo escrito era autoría de Salomón ¿por qué repetirlo en el 10:1? Por otro lado, los capítulos 1 al 9 se caracterizan por dirigirse muchas veces a un “hijo”, por lo cual es probable que esos proverbios hayan sido escritos por el mismo David. Además, en el 30:1 vemos que ese capítulo fue escrito por un tal “Agur”, y en el 31 se nos dice que las palabras siguientes son del rey Lemuel. Aparte de esto, el 24:23 leemos: “También los siguientes dichos pertenecen a los sabios…” dando a entender que este libro contiene sabiduría de otros “sabios” no mencionados.
Más allá de quiénes hayan sido los autores, sabemos que las Escrituras fueron inspiradas por Dios, así que contienen Su sabiduría e instrucción.
PROVERBIOS 1:2-4 (RVA)
|2| para conocer sabiduría y disciplina; para comprender los dichos de inteligencia;
|3| para adquirir disciplina y enseñanza, justicia, derecho y equidad;
|4| para dar sagacidad a los ingenuos y a los jóvenes conocimiento y prudencia.
Como podemos ver, estos proverbios son para ayudar a una persona a adquirir sabiduría, inteligencia, disciplina, enseñanza, justicia, derecho y equidad. Proverbios recopila consejos y enseñanzas que nos ayudarán a entender la justicia de Dios.
PROVERBIOS 1:7 (RVA)
El temor de Jehovah es el principio del conocimiento; los insensatos desprecian la sabiduría y la disciplina.
PROVERBIOS 3:5 (RVA)
Confía en Jehovah con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia.
El “temor de Jehová” se refiere a respetar y reverenciar a Dios. Este es el principio de la sabiduría, si queremos ser verdaderamente sabios, tenemos que comenzar por respetar y honrar a Dios. Del mismo modo, una Nación que quiera tener la sabiduría y bendición de Dios, debería, en primera instancia, ser una nación que respete y honre a Dios.
PROVERBIOS 8:14-36 (RVA)
|14| Míos son el consejo y la eficiente sabiduría; mía es la inteligencia, y mía la valentía.
|15| Por mí reinan los reyes, y los magistrados administran justicia.
|16| Por mí gobiernan los gobernantes, y los nobles juzgan la tierra.
|17| Yo amo a los que me aman, y me hallan los que con diligencia me buscan.
En el contexto se personifica a la sabiduría de Dios, la sabiduría le “habla” al lector aquí, y dice que por ella reinan los reyes y los magistrados administran justicia. Por supuesto, no todos los reyes y gobernadores del mundo son sabios y respetan a Dios, pero es la voluntad de Dios que los gobernantes adquieran sabiduría y gobiernen con justicia.
En Proverbios 8 vemos que la sabiduría de Dios es presentada figurativamente, en una personificación (se le atribuyen rasgos de un ser humano) y habla al lector:
PROVERBIOS 8:14-21 (RVA)
|14| Míos son el consejo y la eficiente sabiduría; mía es la inteligencia, y mía la valentía.
|15| Por mí reinan los reyes, y los magistrados administran justicia.
|16| Por mí gobiernan los gobernantes, y los nobles juzgan la tierra.
|17| Yo amo a los que me aman, y me hallan los que con diligencia me buscan.
|18| Conmigo están las riquezas y la honra, los bienes duraderos y la justicia.
|19| Mejor es mi fruto que el oro, que el oro fino; mis resultados son mejores que la plata escogida.
|20| Camino por la senda de la justicia, por los senderos del derecho;
|21| para hacer que los que me aman hereden un patrimonio, y para que yo colme sus tesoros.
Si un gobernante busca con diligencia la sabiduría de Dios (en principio respetando y amando a Dios), va a impartir justicia en su reino, país o nación y eso traerá riquezas a la nación y honra al rey. Miren lo que pasó con el rey Salomón:
2 CRÓNICAS 1:7-12 (RVA)
|7| Aquella noche Dios se apareció a Salomón y le dijo: —Pide lo que quieras que yo te dé.
|8| Y Salomón respondió a Dios: —Tú has mostrado gran misericordia a mi padre David, y a mí me has constituido rey en su lugar.
|9| Ahora, oh Jehovah Dios, sea confirmada tu palabra dada a mi padre David, porque tú me has constituido rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra.
|10| Ahora pues, dame sabiduría y conocimiento, para que yo pueda salir y entrar delante de este pueblo. Porque, ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?
|11| Entonces Dios dijo a Salomón: —Porque esto ha estado en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni posesiones, ni gloria, ni la vida de los que te aborrecen, ni tampoco has pedido muchos años, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo sobre el cual te he constituido rey,
|12| te son dados sabiduría y conocimiento. Pero también te daré riquezas, posesiones y gloria tales como nunca sucedió con los reyes que fueron antes de ti, ni sucederá así después de ti.
Dios se presentó ante Salomón a causa de las oraciones de Salomón y le dio a Salomón la posibilidad de pedir lo que quiera. Salomón no pensó egoístamente, pensó en el pueblo al que debía gobernar y pidió sabiduría para gobernar. Salomón mostró tener un buen corazón ante Dios y por ese corazón es que Dios le dio sabiduría y junto con esa sabiduría también le dio riquezas, posesiones y gloria y el reino de Salomón fue extremadamente próspero.
Leamos unos versículos más adelante:
2 CRÓNICAS 1:15-17 (RVA)
|15| El rey hizo que la plata y el oro fueran tan comunes en Jerusalén como las piedras, y que el cedro fuera tan abundante como los sicómoros que hay en la Sefela.
|16| Los caballos de Salomón provenían de Egipto y de Coa. Los mercaderes del rey los adquirían en Coa al contado.
|17| Cada carro que importaban de Egipto costaba 600 siclos de plata; y cada caballo, 150 siclos. Y así los exportaban por medio de ellos, a todos los reyes de los heteos y a los reyes de Siria.
2 CRÓNICAS 9:20-23 (RVA)
|20| Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla de la Casa del Bosque del Líbano era de oro fino. En los días de Salomón la plata no era estimada para nada.
|21| Porque los barcos del rey iban a Tarsis con los siervos de Hiram; y una vez cada tres años venían los barcos de Tarsis trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
|22| El rey Salomón superaba a todos los reyes de la tierra en riqueza y en sabiduría.
|23| Y todos los reyes de la tierra procuraban estar en la presencia de Salomón para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón.
2 CRÓNICAS 9:27 (RVA)
El rey hizo que la plata fuera tan común en Jerusalén como las piedras, y que el cedro fuera tan abundante como los sicómoros que hay en la Sefela.
El 1:15 y el 9:27 nos dicen que había tanta riqueza en el reino que la plata y el oro eran tan comunes como las piedras ¡y la plata casi no tenía valor para la gente! ¿Se imaginan una nación donde la plata sea despreciada y el oro sea común entre toda la gente? ¿Cuál sería el nivel de vida de una persona en una nación así? Además, hizo que el cedro fuera abundante como el sicómoro, que es una planta que crecía como si nada en su tiempo.
Salomón tuvo sabiduría para hacer justicia en su nación, tuvo un buen plan económico, tuvo paz con sus enemigos, no tenía “deuda externa”, a tal punto fue su sabiduría que venían reyes de otras naciones para recibir un poco de su sabiduría.
¡Imaginen cómo sería una nación hoy si sus gobernantes tuvieran la sabiduría de Salomón! Pero no es un imposible. Santiago dijo lo siguiente:
SANTIAGO 1:5 (RVA)
Y si a alguno de vosotros le falta sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos con liberalidad y sin reprochar; y le será dada.
No sólo Salomón pudo pedir sabiduría, cada uno de nosotros puede pedir sabiduría a Dios para resolver las dificultades de su vida, su trabajo y sus asuntos. Y si creemos y confiamos en Dios y tenemos un buen corazón delante de él, como lo tuvo Salomón, cuando pidió ser sabio para gobernar al pueblo, Dios va a dar esa sabiduría. Y si llegara al poder gobernantes con verdadero amor por Dios y educados con la Palabra de Dios, sin dudas Dios le daría sabiduría para mejorar las condiciones del país. No es posible tener un gobierno perfecto, eso sólo ocurrirá cuando Dios esté gobernando sobre la Tierra, pero sí podemos tener una nación más próspera. En términos generales, los países cuya forma de gobierno se acerca más a los estándares de Dios tienen una mejor calidad de vida para la gente, y en los países en donde se aplican políticas contrarias al deseo de Dios, hay más pobreza, delincuencia y enfermedad.
Al final de Proverbios 8, la sabiduría nos dice:
PROVERBIOS 8:32-36 (RVA)
|32| “Ahora pues, hijos, oídme: Bienaventurados los que guardan mis caminos.
|33| Escuchad la corrección y sed sabios; no la menospreciéis.
|34| Bienaventurado el hombre que me escucha velando ante mis entradas cada día, guardando los postes de mis puertas.
|35| Porque el que me halla, halla la vida y obtiene el favor de Jehovah.
|36| Pero el que me pierde se hace daño a sí mismo; todos los que me aborrecen aman la muerte.”
EL PRINCIPIO DE LA SABIDURÍA
ISAÍAS 55:8-9 (RVA)
|8| “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice Jehovah.
|9| Como son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos.
Dios es el Creador del Universo, sin dudas no hay nadie más sabio que Él. Por eso, ¿quién mejor que Él para saber cómo tener un gobierno exitoso? ¿Quién mejor que Él para guiarnos en tener justicia y bienestar? Sin dudas, jamás tendremos en la Tierra un gobierno perfecto en esta era, eso sólo sucederá en las eras futuras, primero bajo el gobierno de Jesús, luego bajo el gobierno final de Dios. Pero, mientras lo esperamos, podríamos tener mejores vidas, tanto a nivel individual como a nivel grupal si nos manejamos conforme a la voluntad de Dios y nos llenamos de Su sabiduría en nuestras vidas y también en la forma de administrar una nación.
¿Y cómo hacemos para recibir de Su sabiduría? Ya vimos que Santiago nos habló sobre pedir sabiduría a Dios, pero, antes hay un paso importante a seguir:
PROVERBIOS 1:7 (RVA)
El temor de Jehovah es el principio del conocimiento; los insensatos desprecian la sabiduría y la disciplina.
SALMOS 111:10 (RVA)
El principio de la sabiduría es el temor de Jehovah. Buen entendimiento tienen todos los que ponen esto por obra. Su loor permanece para siempre.
Ambos versículos nos dicen que el principio, el comienzo de la sabiduría, o del conocimiento, es el temor de Jehová. La palabra “temor” refiere a un temor reverente, a un respeto por Dios como ser supremo y como el poseedor de toda la sabiduría y poder.
El primer paso para poder tener la sabiduría de Dios es respetar y honrar a Dios.
Respetar y honrar a Dios implica creer que Él es el todopoderoso, que Él es sabio y que Él quiere lo mejor para nosotros. Si una persona quiere tener la sabiduría y de Dios y, por consiguiente, Su bendición, tiene que comenzar respetando a Dios, y lo mismo para un país o nación, si queremos que nuestro país sea bendecido por Dios, el primer paso es que la gente, en su conjunto, respete a Dios y que los gobernantes respeten y reverencien a Dios y gobiernen con Su sabiduría y Sus mandamientos.
PROVERBIOS 8:13 (RVA)
El temor de Jehovah es aborrecer el mal. Aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa.
Este proverbio nos dice que “el temor de Jehová” consiste en aborrecer el mal. Si alguien realmente respeta y ama a Dios, va a aborrecer el mal, la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, o sea, la persona que habla y promueve perversidades. Aquí no existe un “trato” con el mal ¡hay que aborrecerlo! Entonces, la pregunta es ¿cómo vamos a tener un país bendecido por Dios cuando las personas muchas veces defienden las conductas inmorales, soberbias y arrogantes de políticos y gobernantes? ¿Cómo vamos a tener una nación llena del poder y sabiduría de Dios si en las filas más altas de gobierno vemos gente llena de arrogancia, maldad y perversidad? Si queremos vivir en un mejor lugar, estas cosas tienen que cambiar.
CRECIENDO EN SABIDURÍA
PROVERBIOS 2:1-6 (RVA)
|1| Hijo mío, si aceptas mis palabras y atesoras mis mandamientos dentro de ti,
|2| si prestas oído a la sabiduría e inclinas tu corazón al entendimiento,
|3| si invocas a la inteligencia y al entendimiento llamas a gritos,
|4| si como a la plata la buscas y la rebuscas como a tesoros escondidos,
|5| entonces entenderás el temor de Jehovah y hallarás el conocimiento de Dios.
|6| Porque Jehovah da la sabiduría, y de su boca provienen el conocimiento y el entendimiento.
Aquí vemos que se enumeran una serie de pasos por medio de los cuales una persona puede adquirir sabiduría.
1) En primer lugar, dice “si aceptas mis palabras y atesoras mis mandamientos”. Esto muestra la actitud con la que una persona tiene que acercarse a Dios para recibir sabiduría. Para “aceptar” las palabras primero hay que reconocer que quien las expresa tiene conocimiento y sabiduría. La palabra hebrea para “atesorar” es tsafán, que significa “guardar en secreto” o “guardar como tesoro”. Aquí se nos instruye a guardar la Palabra de Dios como algo valioso, como algo que tiene que ser bien guardado en nuestro corazón.
2) Lo siguiente es prestar oído a la sabiduría e inclinar el corazón al entendimiento. Esto implica la valoración que le damos a la sabiduría de Dios. No debemos tomar a la ligera la sabiduría de Dios, sino prestarle atención, considerar y pensar las cosas que leemos o escuchamos de la Palabra de Dios. Muchos desean ser sabios, pero sólo como objetivo superficial, pero si queremos tener la sabiduría de Dios, nuestro corazón tiene que estar puesto en esto.
3) Luego nos habla de invocar a la inteligencia y llamar a gritos al entendimiento. En este punto, conocer a Dios, conocer Su Palabra y tener una inteligencia forjada por Dios se convierte en un deseo, incluso en una necesidad. Además, el hecho de “invocar” y “llamar a gritos”, nos hace pensar en la necesidad de la oración. No se trata sólo de leer la Biblia para ser sabios, sino de pedir a Dios que nos dé sabiduría, que nos haga entender Su voluntad.
4) El versículo 4 nos dice que busquemos la sabiduría como a la plata y la rebusquemos como a tesoros. La plata era como el dinero de aquella época, lo que nos transmite la primera parte de este versículo es que, así como una persona trabaja y hace cosas para obtener dinero, del mismo modo debe hacerlo si quiere obtener la sabiduría de Dios. La palabra “rebuscar” es en hebreo kjafás, que significa “buscar algo escondido, buscar diligentemente”. En aquellos tiempos los “tesoros”, las cosas valiosas, solían ser enterradas, cuando había guerras, las personas del pueblo conquistador comenzaban a cavar por todos lados en búsqueda de los “tesoros escondidos”. En Mateo 13:44 Jesús dijo que el reino de los cielos es como un tesoro escondido en el campo, que un hombre descubrió, y luego lo escondió y luego vendió todo lo que tenía para comprar ese campo. En este punto, ya no estamos sólo “aceptando” o “prestando atención”, como en los primeros versículos, sino que se trata de hacer una búsqueda diligente, de valorar a Dios y la sabiduría que Dios da como a un tesoro, más valioso que todas las demás posesiones. También nos señala el trabajo y esfuerzo que debemos hacer por encontrar la sabiduría de Dios.
Luego de seguir estos pasos, los versículos 5 y 6 nos dice que ENTONCES vamos a entender el temor de Dios (el respeto y honra hacia Dios) y vamos a hallar el conocimiento, porque es Dios quien da la sabiduría.
La sabiduría no la encontramos por nosotros mismos, la sabiduría la da Dios, por eso hay que pedírsela, pero Él no la da a cualquiera, la da a quien respeta y ama a Dios y valora Su sabiduría, la busca, la atesora, se esfuerza por conocer a Dios.
PROVERBIOS 2:7-12 (RVA)
|7| El atesora eficiente sabiduría para los rectos; es el escudo de los que caminan en integridad.
|8| Preserva las sendas del juicio y guarda el camino de sus piadosos.
|9| Entonces entenderás la justicia, el derecho y la equidad: todo buen camino.
|10| Cuando la sabiduría entre en tu corazón y el conocimiento sea agradable a tu alma,
|11| te guardará la sana iniciativa, y te preservará el entendimiento.
|12| Te librará del mal camino, de los hombres que hablan perversidades,
Como vemos, actuar sabiamente, con la sabiduría que da Dios, nos permite recibir la protección y cuidado de Dios, y nos permite conducirnos de tal forma que evitamos problemas y daño. Claro está, estamos en un mundo caído y es imposible vivir sin tener problemas, pero si andamos en la voluntad de Dios, vamos a ser cuidados por Dios y vamos a evitar mucha aflicción. Esto, a gran escala, también es aplicable para toda una nación, si los ciudadanos de un país, en su mayoría, respetan a Dios y los gobernantes de ese país ponen a Dios primero y buscan Su sabiduría, toda la nación estará cuidada y protegida por Dios.
LOS MANDAMIENTOS E INSTRUCCIONES DE DIOS
SALMOS 19:7-12 (RVA)
|7| La ley de Jehovah es perfecta; restaura el alma. El testimonio de Jehovah es fiel; hace sabio al ingenuo.
|8| Los preceptos de Jehovah son rectos; alegran el corazón. El mandamiento de Jehovah es puro; alumbra los ojos.
|9| El temor de Jehovah es limpio; permanece para siempre. Los juicios de Jehovah son verdad; son todos justos.
|10| Son más deseables que el oro, más que mucho oro fino. Son más dulces que la miel que destila del panal.
|11| Además, con ellos es amonestado tu siervo; en guardarlos hay grande galardón.
|12| ¿Quién entenderá los errores? ¡Líbrame de los que me son ocultos!
David había comprendido por experiencia cuán beneficioso era seguir la ley de Dios y adquirir Su sabiduría. Él dijo que Su ley restaura el alma, que Su testimonio es fiel y hace sabio al ingenuo, que Sus preceptos son rectos y alegran el corazón y que Su mandamiento es puro y alumbra los ojos. Y luego dice, en el versículo 10 que son más deseables que el oro refinado y más dulces que la miel.
David era un joven pastor que llegó a ser rey de Israel, y no fue sólo un rey más, fue uno de los más grandes reyes en uno de los mejores reinos que hubo sobre la Tierra, seguramente no le faltaron deleites ni riquezas, sin embargo, halló en Dios, en Su Palabra, y en Sus mandamientos algo que le generó mayor deleite y gratificación que el oro y las riquezas y halló en ellos mayor dulzura que en la miel. Si no estamos experimentando ese deleite en nuestras vidas, es porque algo está fallando. Conocer y obedecer a Dios tiene que ser un deleite y no una carga. Estar cerca de Dios es un privilegio que tenemos disponible, no es una obligación.
Claro que seguir a Dios no es tan sencillo, Dios quiere limpiarnos de todo lo malo y entrenarnos para hacer lo bueno, eso lleva tiempo, esfuerzo y dedicación, y a veces no es tan placentero, sin embargo, al final del camino está ese deleite que David veía en las leyes, mandamientos e instrucciones de Dios.
HEBREOS 12:7-13 (RVA)
|7| Permaneced bajo la disciplina; Dios os está tratando como a hijos. Porque, ¿qué hijo es aquel a quien su padre no disciplina?
|8| Pero si estáis sin la disciplina de la cual todos han sido participantes, entonces sois ilegítimos, y no hijos.
|9| Además, teníamos a nuestros padres carnales que nos disciplinaban y les respetábamos. ¿No obedeceremos con mayor razón al Padre de los espíritus, y viviremos?
|10| Ellos nos disciplinaban por pocos días como a ellos les parecía, mientras que él nos disciplina para bien, a fin de que participemos de su santidad.
|11| Al momento, ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados.
|12| Por lo tanto, fortaleced las manos debilitadas y las rodillas paralizadas;
|13| y enderezad para vuestros pies los caminos torcidos, para que el cojo no sea desviado, sino más bien sanado.
Si alguien ama de verdad a Dios, va a ser disciplinado por Dios. Esta palabra “disciplina”, se puede traducir como “educación” y también “entrenamiento”. Dios va a educar y entrenar a cada uno de Sus hijos amados, para que seamos todo lo que quiere que seamos y así podamos recibir todas Sus bendiciones y recompensas.
Los cambios en nuestra vida no son fáciles, pero son necesarios para avanzar y progresar. Del mismo modo, ciertos cambios en una sociedad, un pueblo, un grupo o una nación, suelen ser muy difíciles, pero si son hechos con la guía de Dios, pueden traer gran liberación y bendición.
En Juan 14:15 Jesús dijo: «Si me amáis guardad mis mandamientos”; y el apóstol Pablo nos dice, en Romanos 7:12 que la ley es santa y el mandamiento es “santo, justo y bueno”. Nuestra salvación no depende de que cumplamos todas las obras de la ley, no obstante, la ley dada por Dios en el Antiguo Testamento, cuando es correctamente interpretada y comprendida, nos ayudará a tener una mejor vida personal y nos da una guía de cómo tener una sociedad más sana y bendita.
Proverbios nos advierte:
PROVERBIOS 14:12 (RVA)
Hay un camino que al hombre le parece derecho, pero que al final es camino de muerte.
Muchas cosas al ser humano le parecen correctas y buenas, pero al final llevan a la muerte. Diferentes sistemas políticos fueron pensados como algo “bueno”, que tienen la intención de ayudar a la humanidad, pero al final producen muerte. Muchas de las cosas que hace el ser humano, aun cuando lo haga con buena intención, sólo causa daño, muerte y destrucción, por eso necesitamos de la sabiduría de Dios. Él es el Creador y Él conoce al mundo espiritual y humano mejor que nadie. Dios quiere nuestro bien y nos ha dejado muchas instrucciones para guiarnos en nuestras vidas y comprobemos que Su voluntad es buena, agradable y perfecta (Ro. 12:2). Por eso, si queremos tener una nación que prospere, las decisiones de los gobernantes tienen que ajustarse a la voluntad de Dios.
Muchas de las instrucciones que Dios ha dejado en las Escrituras dan beneficios aún entre los incrédulos, cuando son practicadas, los países cuyas leyes se acercan más a los estándares dejados por Dios, terminan por tener mayor prosperidad económica, menor delincuencia y mayor libertad, aún entre gente que no es cristiana. Por otro lado, también podemos ver naciones cuyos gobernantes son cristianos (o al menos dicen serlo), pero cuyas decisiones no se ajustan a la voluntad de Dios y, consecuentemente, terminan sufriendo las consecuencias de esas malas decisiones.
Por supuesto, gobernar un país es muy complicado y hay muchísimos factores a tener en cuenta para poder medir el éxito o fracaso de un gobernante, pero conocer los mandamientos de Dios nos ayudará a tener una idea generalizada de cómo debería ser un gobierno que intenta seguir los mandamientos de Dios.
La falta de respeto y amor a Dios, junto con el deseo de las personas de vivir conforme a sus propias reglas y no las que han sido prescritas por Dios ha conducido a la sociedad a establecer leyes y normas de conducta totalmente contrarias a las normas y patrones estipulados por Dios y eso está dando como resultado todo el deterioro que vemos en nuestra sociedad, con las crecientes olas de delincuencia, inseguridad, inmoralidad e intolerancia entre las personas.
Si queremos un cambio en nuestras vidas, tenemos que buscar la sabiduría de Dios y ajustar nuestro andar a la voluntad de Dios, y si queremos un cambio en nuestra sociedad, la sociedad, como conjunto, tiene que buscar la sabiduría de Dios y conducirse con leyes y normas que se ajusten a la voluntad de Dios.
De seguro ningún reino o nación en el presente va a ser tan perfecto y bendito como el futuro reino de Dios, pero, si los gobernantes de un país, con el apoyo de los ciudadanos, se acercan a Dios y buscan Su guía para gobernar, podemos vivir con mayor seguridad, educación y prosperidad.
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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