SANIDAD EN DOS PASOS
MARCOS 8:22-25 (VM)
|22| Y vienen a Betsaida: y le traen un ciego, rogándole que le tocase.
|23| Y tomando de la mano al ciego, le sacó fuera de la aldea; y habiendo escupido en sus ojos, puso las manos sobre él, y le preguntó: ¿Ves algo?
|24| Él entonces alzando los ojos, dijo: Veo a los hombres, como árboles, andando en derredor.
|25| Luego puso las manos otra vez sobre sus ojos; y él fijó la vista resueltamente; y quedó restituido, y veía de lejos y claramente todas las cosas.
Leyendo estos versículos surge la pregunta ¿por qué Jesús tuvo que hacer una sanidad en dos pasos? ¿Por qué no lo sanó directamente?
Lo primero que hizo Jesús fue llevar al ciego de la mano, fuera de la aldea. Evidentemente Jesús necesitaba estar a solas con él, pero ¿para qué? La Biblia no nos dice para qué, pero lo más lógico y probable es que hayan estado hablando, Jesús seguramente le hablaría de las promesas de Dios, del evangelio de Dios y sobre el perdón de pecados. Llegados fuera de la aldea, Jesús escupió en sus ojos y este hombre pudo comenzar a ver, pero veía borroso. Jesús tuvo que volver a poner las manos en los ojos del ciego, y mirarlo fijamente para que el ciego recobrara por completo su vista. No tenemos detalles de por qué esta sanidad tuvo que hacerse así, en dos pasos, pero nos da una idea de que no toda sanidad es inmediata y no toda sanidad llega en forma completa desde el inicio.
Aquí tenemos a Jesús mismo, el Hijo de Dios, el Cristo, el más grande hombre de Dios que hubo sobre la tierra, haciendo una sanidad en dos pasos. ¿Podría Jesús haber sanado al ciego de forma instantánea? Seguramente sí, pero algún factor se lo impidió, y me atrevo a decir que fue la incredulidad del ciego. A lo largo del ministerio de Jesús, vemos que hubo sanidades que vinieron luego de que Jesús dijera “tus pecados te son perdonados”. La persona enferma necesitaba primero saber que sus pecados eran perdonados y así aceptar el perdón de Dios, perdonándose a sí misma, para luego recibir la sanidad. Santiago mismo relaciona la sanidad con el perdón de pecados (Stg. 5:14-16). Por eso, es probable que este ciego aceptara parte del perdón y sanidad de Dios en principio, pero no por completo, Jesús necesitó ayudar a este ciego a aceptar la total sanidad.
Por supuesto, aquí no se dice que el ciego tuviera que haber confesado sus pecados o aceptado el perdón de pecados, ni tampoco se nos dice exactamente qué le impidió recibir la sanidad de inmediato. Pero las Escrituras nos hacen ver que en ocasiones es la propia culpa por uno o varios pecados que no nos deja recibir aquello que Dios nos quiere dar. Necesitamos reconocer esos pecados y también aceptar, por medio de la fe, que Jesús se ha sacrificado por TODOS nuestros pecados y no sólo por algunos.
Este mundo está caído y hay muchos factores por los cuales nos enfermamos y no siempre está disponible la completa sanidad, el cuerpo va deteriorándose y todos volveremos al polvo si Cristo no nos arrebata antes. Sin embargo, en ocasiones la sanidad sí está disponible, pero Dios necesita que la aceptemos y que aceptemos Su perdón, Su gracia y Su misericordia. A veces aceptamos parte de ese perdón y recibimos parte de Su sanidad. El conocimiento de Su hijo y de todo lo que Dios hizo por nosotros en Cristo, nos va a llevar a que poco a poco vayamos aceptando más y más Su perdón, Su gracia y Su misericordia.
SALMOS 103:8-18 (RVA)
|8| Compasivo y clemente es Jehovah, lento para la ira y grande en misericordia.
|9| No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo.
|10| No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
|11| Pues como la altura de los cielos sobre la tierra, así ha engrandecido su misericordia sobre los que le temen.
|12| Tan lejos como está el oriente del occidente, así hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
|13| Como el padre se compadece de los hijos, así se compadece Jehovah de los que le temen.
|14| Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo.
|15| El hombre, como la hierba son sus días: Florece como la flor del campo
|16| que cuando pasa el viento, perece; y su lugar no la vuelve a conocer.
|17| Pero la misericordia de Jehovah es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen; y su justicia sobre los hijos de sus hijos,
|18| sobre los que guardan su pacto y se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
NOTA: la información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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1 comentario en «Sanidad en dos pasos»
Interesante!!!