¿QUIERES SER VIRAL EN LAS REDES Y TENER MUCHOS “LIKES”?
En los últimos tiempos, especialmente a partir de las cuarentenas producidas por el COVID, más y más gente se ha volcado a negocios digitales y la lucha por llegar a más gente y tener más visitas ha crecido considerablemente.
Todos queremos llegar a más gente, algunos para compartir un mensaje que creemos importante, otros porque quieren hacerse famosos, otros porque quieren vender un producto.
Muchos “mentores”, “coach” y “gurús” del marketing han surgido en Internet, dando consejos de crecimiento. Algunos realmente hacen un buen trabajo y dan consejos que funcionan y otros no. Entre aquellos que han logrado viralizarse y ayudar a otros a mejorar sus visualizaciones en las redes, lo que han encontrado es que para crecer hay que ofrecer algo de valor para la gente, algo que realmente les interese; o hay que darles entretenimiento.
Además, se requiere lograr que las personas no sólo se interesen en el contenido, sino que lo compartan con otros y, de ser posible, hacer un contenido que sea, a la vez, entretenido y “adictivo”, que la gente quiera pasar más y más tiempo consumiendo ese contenido (sobre todo en el caso de videos en YouTube, Facebook TikTok, etc.)
Ahora bien, el problema está en que las personas no necesariamente consideran de valor aquello que realmente es bueno para sus vidas y, por lo general, lo que nos entretiene de forma “adictiva” no es lo que más nos beneficia, física, mental o espiritualmente.
Por ejemplo, el azúcar es una sustancia altamente adictiva (estudios han demostrado que es 8 veces más adictiva que la cocaína). Su perjuicio es mínimo en pequeñas dosis, pero el consumo continuo y excesivo predispone a la diabetes y trae aparejado otros problemas metabólicos. Por otro lado, las verduras son, en general, muy sanas, pero no son adictivas, por eso la gente muchas veces siente que su cuerpo “le pide azúcar”, pero no siente que «le pide» espinaca. El pan también es adictivo, por eso es que podemos comer un pan tras otro hasta acabar la bolsa, pero difícilmente nos comamos una zanahoria tras otra.
El punto de esta observación es que entendamos que lo sano, la mayoría de las veces, no es adictivo y no es atractivo.
Y lo mismo nos pasa con todo lo que vemos y leemos. La buena información, que nos nutre mental o espiritualmente, generalmente nos “sacia” rápidamente, pero el entretenimiento vacío suele ser adictivo. Y es por eso que un canal de YouTube de jóvenes jugando algún juego popular tiene muchas más visualizaciones que uno en el que se enseñe anatomía humana, incluso dentro del ámbito cristiano, el predicador que apela constantemente a lo emotivo va a ser más visto que otros que no, aunque tengan mejor doctrina.
Alguien dijo una vez que las emociones son buenas esclavas pero malas amas. En otras palabras, es bueno cuando lo emotivo acompaña a una buena acción o un buen mensaje, pero no es bueno que la emoción gobierne a la razón, porque, como dice la Biblia, el corazón es engañoso y perverso.
Muchas personas comen lo que les gusta hasta que tienen algún problema de salud, luego si el médico o nutricionista les dice que cambien la alimentación, comienzan a comer cosas que quizá no les gusta y dejan de lado las que sí, porque quieren mejorar su salud. Y así descubren que lo que antes no les gustaba en realidad no estaba tan mal y, al ver mejorada su salud, ya no tienen deseo ni necesidad de volver a viejos hábitos.
Con esto espero que podamos reflexionar sobre qué tipo de “comida espiritual” estamos consumiendo y dando de comer a otros. Jesús dijo que no sólo de pan viviría una persona, sino de toda palabra que sale de Dios, así que la comida espiritual diaria que necesitamos es esa Palabra de Dios.
Si quieres crecer en tu relación con Dios y estar espiritualmente fuerte, intenta buscar esa palabra de Dios pura y sana que te dará fortaleza espiritual, busca a Dios en oración cada día, pídele sabiduría para aprender a hacer Su voluntad.
Si eres alguien que sirve a Dios y comparte Su mensaje, intenta no darle «dulces» a la gente, sino alimento nutritivo. Aunque la gente rechace lo que le ofreces y quiera algo más, entretenido o adictivo, no deberíamos ofrecer nada que pueda causar daño.
Con esto no quiero decir que todo lo que hablemos o digamos tenga que venir de la Biblia, o que entretenerse con algunos videos o juegos esté mal, sino que hagamos cada cosa en su justa medida y no pongamos la mira en cuántos seguidores tenemos, sino en cuánto valor ofrecemos, aunque tan sólo sea para 5 personas.
También creo que podemos aprovechar las estrategias que los “virales” del mundo nos ofrecen, para intentar llegar a más gente con el mensaje de Dios, pero siempre sin que la búsqueda de fama o el dinero se anteponga como objetivo al mensaje que estamos dando.
Lo ideal sería que pudiéramos dar un buen mensaje de una forma que sea, a la vez, entretenido y atractivo. La tarea de un buen chef es combinar los alimentos y condimentos de modo de ofrecer un plato vistoso, sabroso y nutritivo. Del mismo modo, para llevar la Palabra a más gente, tenemos que buscar la forma de hacer a nuestro mensaje más atractivo y “sabroso”, pero jamás llegar al punto de diluir el mensaje y tergiversar la Verdad de Dios.
Probablemente la Verdad de Dios nunca sea lo más popular y viralizado, pero nada puede suplir su valor nutricional a nivel espiritual. Necesitamos de Su pan de cada día, y aún si el mundo entero dejara de creer y el mal se “viralizara” masivamente (como en los días de Noé), siempre recuerda que el único “like” que de verdad necesitamos es el de nuestro Padre celestial.
1 TESALONICENSES 2:3-8 (NVI)
|3| Nuestra predicación no se origina en el error ni en malas intenciones, ni procura engañar a nadie.
|4| Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió el evangelio: no tratamos de agradar a la gente sino a Dios, que examina nuestro corazón.
|5| Como saben, nunca hemos recurrido a las adulaciones ni a las excusas para obtener dinero; Dios es testigo.
|6| Tampoco hemos buscado honores de nadie; ni de ustedes ni de otros.
|7| Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser exigentes con ustedes, los tratamos con delicadeza.[a] Como una madre[b] que amamanta y cuida a sus hijos,
|8| así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no sólo el evangelio de Dios sino también nuestra vida. ¡Tanto llegamos a quererlos!
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
Si esta publicación te bendijo, por favor ayúdame orando por mi servicio a Dios, compartiéndo esta página con tus amigos y seres queridos y dándole tu «me gusta» a la página de Facebook de «En Honor a Su Verdad»
Ante cualquier duda o consulta, puedes contactarte conmigo por e-mail a [email protected] o por mensaje privado en mi Facebook personal