El equilibrio entre la verdad y el amor
Creo en el poder, sanidad y liberación de Dios, pero no soy “pentecostal”.
Creo que la Biblia es nuestra norma para la fe y práctica, pero no soy “bautista”.
Creo que Jesús hizo la voluntad de Dios perfectamente, pero que él no es Dios, pero no soy “testigo de Jehová”.
Creo que Dios nos llama a los cristianos a estar unidos, pero no defiendo el “ecumenismo”.
Creo que algunas denominaciones están haciendo la obra de Dios, más allá de sus diferencias o errores doctrinales, pero no estoy dentro de ninguna denominación o religión.
Creo que, aunque haya decenas de miles de denominaciones cristianas y cientos de miles de “iglesias” en el mundo, Dios formó sólo UNA Iglesia, que es espiritual y cuya cabeza es Cristo.
Cualquiera que haya recibido a Jesús como Señor, sea en la denominación que sea, es hijo o hija de Dios y miembro de esta Iglesia del Cuerpo de Cristo.
Creo que Dios quiere una unidad, no una unidad ecuménica, sino una unidad en la verdad. Pero la “verdad” que tenemos no puede ser un “mazo” para dañar a otros hermanos, sino una herramienta de edificación.
Muchos tienen la necesidad de «encajar» en un grupo determinado y tener un líder que los guíe, no hay problema con eso, pero que tenga cuidado de no creer que en ese grupo y con ese líder está «toda la verdad» y que el resto es sólo «herejía».
Creo que hay dos extremos son igualmente peligrosos, el del que no le importa corregir sus errores con la verdad de la Palabra de Dios, y el del que creyendo tener toda la verdad, usa esa verdad como motivo de división.
Dios es amor, Su imagen y semejanza en nosotros es el amor, amamos porque Él ama, amamos porque Él nos creó para amar. Por lo tanto, si no andamos en verdadero amor, estamos yendo contra la esencia misma de la voluntad de Dios en nosotros.
Así que, si la “verdad” que estás aprendiendo, no te lleva a amar más a los hermanos (aunque estén en otra denominación), quizá no sea “la verdad”.
1 JUAN 4:12 (RVA)
Nadie ha visto a Dios jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
La información sobre las versiones de la Biblia citadas en este estudio y otros puede verla en la siguiente página: Referencias de versiones de la Biblia
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